Capitulo 3
Cuando comencé a trabajar con el doctor Fuster pensé que sería una experiencia inolvidable, no solo por lo que iba a aprender con él, sino también porque era un hombre muy agradable. Pero no era así, era insoportable, molesto, totalmente intolerable, con un carácter terrible y un humor de perros. Todo lo que hacía le parecía insuficiente, todo lo que hacía estaba mal. Me estaba volviendo loca, literalmente loca. Y solamente trabajaba con él 9 meses.
-Nacho.- Dije antes que entrara a su despacho. Si, encima que me trataba mal lo llamaba Nacho.
-¿Qué?- Siempre tan simpático. Pensé.
Aclare mi voz mientras evitaba poner los ojos en blanco.-Llamó la Señora Dickson, dijo que hoy es viernes y a Simón le toca quedarse con vos.-
-Sí, eso ya lo sé.- Suspiró cansado. -A ver, Eugenia para decir estupideces no me hables, tengo un día muy ocupado y necesito que no me molestes con idioteces.-
Hay por favor que hombre tan.. DESAGRADABLE. -Nacho.- Continué antes que entre a su despacho. Al oírme se estremeció un poco, supongo que se estaba molestando.-Lo que quería decirte es que el cadete de la señora Dickson no podrá traerlo, está enfermo.-
-Ah.- Se quedó un momento en silencio pensando y continuo.-Bueno vas a tener que ir a buscarlo vos a mi hijo.-
-¿Yo?- Pregunte sorprendida y un poco molesta. ¿Qué creía que era yo?
Me miro con desprecio.-Si Eugenia. Sos mi secretaria y te pido por favor que lo vayas a buscar a Simón cuando termine el día. Yo tengo que encargarme de unos asuntos hasta tarde.-
-Está bien.- Le sonreí falsamente, él entro a su oficina y antes que cierre la puerta agregue.-Agradezco que me hayas pedido por favor.- Dio un portazo, supongo que lo ofendió mi comentario y eso me agradaba.
Sonreí divertida.
Miré el reloj eran las seis de la tarde. Tendría que salir a buscar al hijo del Doctor Insoportable.
-Eugenia.- Se oyó desde dentro de la oficina de Ignacio.
Revoleé los ojos al oírlo, ¿qué había hecho ahora? Me levanté de mi silla y caminé a su oficina. Toque la puerta y me dijo que pase.
-¿Sí, me llamaste?-
-Son las seis de la tarde y no repasamos la agenda para la próxima semana.- Dijo levantando la voz.
Este hombre tenía serios problemas de la memoria.-Me dijiste que hoy no. Que no tenías tiempo...-
Antes que siga hablando levanto la mano haciéndome señas para que me calle. Cerré la boca y revoleé los ojos.- Solo me lo pregustaste esta mañana, ahora no tengo nada que hacer y quiero hacerlo ahora.-
-Bueno, yo adivina no soy- Comencé a decir con sarcasmo. -disculpame por no poder leer tu mente Ignacio.-
-Te estás pasando de la raya chiquita.- Su mirada estaba encendida.
Me tranquilice, tenía razón era mi jefe.-¿Quiere repasar su agenda de la próxima semana doctor?- Dije con un tono de sarcasmo, aún.
Sonrió. -No, ahora quiero que vayas a buscar a Simón. Luego quiero que vuelvas y poner manos a la obra en organizar mi agenda.-
Lo mire con mucho odio, realmente era insoportable. Él me sonreía triunfante.-Entiendo.- Dije intentando tranquilizarme.
Salí de su oficina tomé mi bolso que estaba sobre mi escritorio. Estaba totalmente sacada, creo que salía humo de mi nariz y mis orejas por el odio que sentía hacia aquel hombre insoportable que era mi jefe. El hombre dulce y simpático que había conocido nueve meses atrás había desaparecido para convertirse en un hombre odioso e intolerable. ¿Qué había pasado? ¿Qué había hecho yo? ¿Por qué detesta mi presencia? Subí a mi auto con todas esas preguntas en mi mente, lo encendí y salí a toda prisa hacia la agencia Dickson.
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Aunque dobles mi edad [ Editada]
RomansaEugenia Benet es una joven de 20 años, ella no busca enamorarse, pero el amor la encuentra. Eugi queda realmente encandilada desde el primer día con Ignacio Fuster, su jefe, el problema no es sólo que él tenga 40 años, si no, toda su historia y su f...