Alcanzaré mi objetivo (Amourlove)

Nace una amistad

—¡¿Cómo esperan que me quede afuera?! —grité enfurecida mientras que Flannery y un grupo de oficiales liderados por Jenny ultimaban los detalles de la pronta invasión a la ciudad tomada de Lavacalda.

—Es muy peligroso Serena, ellos cuentan con un arsenal que podría poner en riesgo tu vida en caso de que nos acompañaras. Entiende, sólo intentamos protegerte.

—¡Pero yo quiero ayudar!

—Harás más bien quedándote aquí que en el campo de batalla. Este es un asunto policial, jovencita —bramó Jenny y luego me dio la espalda para discutir sus planes con el resto de los oficiales mientras que uno de ellos se separaba del grupo y me indicaba efusivamente la salida.

Me retiré de muy mala gana del lugar, ¿qué sabían ellos si yo podría o no entorpecer las cosas? Ya había peleado muchas veces contra el Team Storm y sabía como eran, pero la líder del gimnasio de fuego insistía en mantenerme a la raya por el sólo hecho de ser menor de edad. Dos años más y no dirían lo mismo.

Caminé pateando piedritas hasta llegar al centro pokemón donde mi celular sonó. «Puedo llamarte?» rezaba el mensaje. Insistí para que me dejara llamarlo yo, pero por alguna extraña razón se negaba a darme su ubicación hasta que finalmente cedí brindándole la mía. El holovisor del centro no tardó en sonar.

—Serena —se limitó a decir al verme del otro lado de la pantalla. Su rostro se veía ojeroso frente a la luz blanca del monitor del lugar donde se encontraba, asunto que me preocupó de inmediato.

—Hola, Satoshi... ¿Cómo has estado?

—Bien... —Dudó unos momentos antes de agregar— bueno, no tanto. Pero cuéntame, cómo te ha ido en los concursos.

—Pronto será el tercero —respondí y al pensar en nuestras metas un pensamiento me abordó súbitamente obligándome a cambiar de tema—. En verdad lamento no estar ahí cuando compitas en la liga, querría con todas mis fuerzas estar a tu lado.

—No, descuida. Para mi el hecho de que estés en Hoenn cumpliendo tus sueños es mucho más importante —Le sonreí con simpatía, pero a diferencia de todas las veces anteriores en que habíamos conversado mi gesto recibió una mirada seria como retribución—. Escucha Serena, necesito que hagas algo por mí.

—Si, ¿qué es?

—El equipo roquet está tras los pokemóns legendarios y busca atacarnos con todo su poder. Han estado más de siete años juntando fuerzas y ahora están listos para hacer estragos, por eso... por eso necesito que te cuides de ellos —Me quedé pasmada al oír la causa de sus desvelos. ¿Qué demonios había estado ocurriendo en Kanto? ¿Por qué me soltaba ese tema tan abruptamente? No podía entender—. Por favor —continuó—, tú eres muy importante para mí. No me perdonaría si te pasara algo y no pudiera estar ahí para protegerte.

No terminaba de asimilar los hechos, pero una cosa si era segura: muy por encima de su propia seguridad el entrenador del Pikachu no dejaba de preocuparse por mí. Yo también tenía mis dramas, pero no era el momento de preocuparlo aún más contándole sobre el Team Storm, Flannery o siquiera mencionar a Fennel. Volví a sonreír centrando mi mirada sobre la suya para asegurar repleta de confianza en la voz.

—No te preocupes por mí, yo estaré bien. Mientras tenga a mis pokemóns no tendré de qué preocuparme —Él sonrió recordando quizás que esas palabras era una réplica textual de su discurso durante nuestra última batalla—. Si ellos vienen a buscarme utilizando legendarios, entonces sabré pelear o huir, no haré nada tonto, salvo caso que fuera necesario.

—Sé que estarás bien, pero son enemigos muy fuertes, por eso quise pedirle a algunas personas que viajaron conmigo durante el tiempo que estuve en Hoenn que te acompañaran para estar seguro que se protegerán mutuamente. Eso, claro, si tú estás de acuerdo.