¿Qué aventuras vivirá Serena en Hoenn? ¿Podrá mantener viva la chispa que inició entre ella y Satoshi en el aeropuerto de Kalos? ¿Son sus objetivos un camino necesario para alcanzar su sueño? Descubrelo en esta secuela de "El nuevo intento de Ash" l...
N/A: ¡Qué decepción! El capítulo anterior llevó mucho esfuerzo, a mi me había gustado bastante y resultó ser el peor en cuanto a la relación de votos y lecturas.
Creo que nos gustan cosas diferentes y aunque quizás a muchos no les guste —y les pido disculpas por eso—, voy a continuar con esta línea pese a los malos resultados obtenidos hasta ahora.
Por otro lado, a los que disfrutan de lo mismo que yo les quiero a recomendar un fanfic que a mí me voló la cabeza. Se trata de "Pokemon Nightmare: World Inverted", una genial obra de PrincessDiancie008 donde nos muestran una dimensión alternativa en el universo pokemón en la cual se toma a estos seres como esclavos y Satoshi junto a Serena y todos los personajes más icónicos del animé aparecen unidos al team Flare, quien busca el fin de la esclavitud. No quiero Spoilearles nada más. Sólo leanla, no se van a arrepentir.
Ahora si, sigo con mi historia. Ojalá este capítulo sea de su agrado.
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La orilla recibía el flujo acompasado de las olas y de la espuma, un murmullo relajante poblaba el cálido ambiente del ocaso en las costas de Alola, los pokemóns salvajes embelesaban aquel lugar paradisíaco y mientras que los últimos tintes anaranjados del atardecer permitían apacibles el paso de los tonos más oscuros propios de la noche, la prosa brotaba con la caricia de un bolígrafo que danzaba en un ritmo indefinido, trazado por las manos de un joven de cabello azabache.
Isla Melemele, Alola.
Serena:
He pasado un tiempo sin verte y aunque aquello bien podría interpretarse como un fracaso, no lo es en absoluto. Dirás quizás que mis palabras son debidas a mi falta de interés en ti. Pecarías de mentirosa. No he dejado de pensarte. El asunto es que separados hemos conseguido avanzar de una manera que de otro modo nos habría resultado una utopía. Tú con tus listones, yo con mis medallas. Esos, según me dicen, no son sueños que valgan la pena. Son metas elegantes, si, pero también egoístas, llenas de vítores y sin ningún sentido que pueda aportar algo a un alma ajena. No obstante a lo cual, alcanzar caminos falsos también nos puede llevar a descubrir cuáles son los verdaderos senderos que deberíamos haber transitado. Empiezo a comprender que quizás "Dónde" y "Con quién" son dos conceptos que deberían estar al revés en el orden de mis prioridades.
Podría haber empezado esta carta preguntándote "¿cómo has estado?", pero en verdad sería una hipocresía de mi parte tomarme ese atrevimiento. Conozco, desde luego, todas las dificultades que estás transitando, aún las que decides por deliberaciones que me son ajenas guardar sólo para ti y tus ratos de meditación profunda, aquellos que con frecuencia te arrancaban de mi lado, que son los mismos que me permitieron disfrutar por primera vez el mirarte por largo tiempo sin acudir al escudo de las palabras para justificar el perderme en la belleza de tu rostro, tantas veces sumido en un silencio contemplativo. Y es que de tanto observarte aprendí a entender tus gestos, tus silencios, tus palabras de alegría. Me fundí en ellas. Sé que desde que partiste a Hoenn me ocultas cosas, algunas de ellas realmente podrían turbarme, pero confío en tu capacidad para resolverlas. Quisiera estar ahí para apoyarte, he aquí el motivo de que te prestara a Charizard, pero mi confianza en tu poder es ciega e inmutable. Sencillamente creo en ti.
