El modo de pelear de Solidad era increíble, el combate apenas empezaba y la diferencia de puntajes parecía insondable. Comencé a sospechar que no estaba a nivel para hacerle frente, pero la frase siempre presente que el entrenador me había planteado de niños me mantuvo altiva.
—¡Golpea su rampa de hielo ahora! —indiqué a mi Mawile justo al tiempo que Lapras utilizaba esta última para ascender como deslizándose sobre una montaña rusa helada.
—¡Golpe de cuerpo! —ordenó la hábil coordinadora, pero el tipo de estrategias de aprovechar la caída para potenciar un golpe con la fuerza de la gravedad eran demasiado común en mi mostacilla como para caer en su trampa.
—¡Desvíalo!
Mawile saltó hasta alcanzar a Lapras, quien trató de aplastarla de todos modos, la tomó de una aleta con su enorme boca utilizando el movimiento Triturar y la arrojó de espaldas al suelo produciendo una enorme polvareda. Ahora era yo quien tenía el chance de usar la caída a mi favor.
—Cabeza de metal.
Me dio lástima la cara de dolor que puso el dinosaurio azul cuando mi geisha pokemón literalmente estampó sus cuernos —que emulaban una cabeza enorme— en su vientre. Ambos pokemóns se observaban con odio desde la lejanía mientras que el marcador comenzaba a empatarse, influyendo en la aparición de una sonrisa de confianza en mi rostro. Los relatores no paraban de elogiar nuestras acciones diciendo efusivamente que las dos entrenadoras experimentadas —una en los concursos, la otra en las exhibiciones— se enfrentaban con hermosos pokemóns valiéndose de técnicas ingeniosas y elegantes, dejando atónito al público con las destrezas demostradas. Yo me extasiaba de placer por sentirme a la altura de las circunstancias.
Había algo que no podía perder de vista aún estando en medio del combate: mi bajo autoestima de creer que me iría mal en todo, que no sabía combatir junto a mis pokemóns, que nunca había hecho nada importante más allá de ir detrás de un viejo amor de la infancia o que dependía en demasía de los demás porque no sabía estar bien conmigo misma no tenía justificación alguna. Desde que empecé mi viaje había logrado muchas cosas, algunas de ellas podrían fácilmente anonadar a una Serena más joven que si le confesaba que serían obras de su autoría, probablemente soñara con el momento de alcanzar dichas proezas.
Me sentía bien sabiendo que había crecido, mucho más al notar que ahora enfrentaba a una ex campeona y lograba sutilmente ponerla en apuros con mis mañas y combinaciones. Estaba al tanto de mi potencial tantas veces negado y pensaba explotarlo hasta descubrir cuáles eran mis propios límites.
Lapras atacó con un Rayo de hielo el cual esperé que se dirigiera directamente al cuerpo de mi compañera, pero en lugar de eso, formó una rampa en frente de nosotras para luego ascender con su ataque de una manera espectacular hasta lograr congelar una nube la cual pronto caería pesadamente sobre mi pokemón... ¡Hija de Ditto, jamás me hubiera esperado eso!
Mi distracción por la enorme masa de hielo no me permitió predecir el siguiente movimiento de mi contrincante; la zorra hábil ordenó a su pokemón usar Surf para ascender a toda velocidad por la rampa y estrellar su Golpe de cuerpo en aquella nube. Enormes trozos de hielo precipitaban como meteoritos mientras la figura poética de un Lapras giraba en el aire como una bailarina celestial.
La cantidad de puntos que le regalaría aquella maniobra si además de todo hubiera logrado causar daños a mi pokemón podría haber puesto fin a mi carrera, pero entonces aproveché la oportunidad de hacer gala de nuestras habilidades circenses y ordené a Mawile que utilizara su Cabeza de metal para devolverle una y otra vez los pedruzcos gélidos al igual que hubiera hecho el azabache al trepar un Meteoro dragón con la Cola de hierro de su Pikachu, trazando espléndidos malabares que irían a impactar contra el cuerpo de aquel dinosaurio en caída libre.
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Alcanzaré mi objetivo (Amourlove)
Fanfiction¿Qué aventuras vivirá Serena en Hoenn? ¿Podrá mantener viva la chispa que inició entre ella y Satoshi en el aeropuerto de Kalos? ¿Son sus objetivos un camino necesario para alcanzar su sueño? Descubrelo en esta secuela de "El nuevo intento de Ash" l...