El chico de Instagram. (Yoonmin)

Capítulo 5- Namjin.

SeokJin y TaeHyung dejaron a los otros dos chicos sentados bajo la sombra de un árbol mientras ellos iban a verificar si las canchas estaban libres o no.
Cuando llegaron al área donde se encontraban las cosas de los deportes, notaron que las canchas estaban ocupadas, por lo que hicieron una mueca y se dispusieron a regresar con los demás.

––¡Una ardilla! –– exclamó emocionado TaeHyung mientras salía corriendo hasta el otro lado de las canchas. Jin suspiró y siguió al menor.

––¡Kim! –– gritó el mayor al ver que casi se cae, el mencionado sólo sonrió y siguió corriendo hacia la ardilla como si nada. En serio era un chico descuidado.

Mientras el de cabello rosa caminaba tras el pelirrojo, sintió la mirada de alguien clavada en su nuca, más no le dio importancia, estaba acostumbrado a que la gente lo mirara.
Kim SeokJin era un hombre alto, de espalda ancha, piel clara, guapo, con buen cuerpo en general y con unos labios que parecían sacados de un libro de fantasías. ¿Cómo no iba a estar acostumbrado a que lo miraran?
Siguió caminando hasta que encontró al de sonrisa cuadrada en el suelo, haciendo pucheros porque al parecer la ardilla lo había ignorado y se había ido corriendo.

––Eomma... –– se quejó mientras lo miraba desde el suelo con tristeza.

––Bueno, ¿Qué esperabas Tae? Ibas corriendo hacia la pobre ardilla, lógicamente se asustó. –– dijo mientras se ponía en cunclillas para estar a su nivel.

––Pero yo no le iba a hacer nada... –– refunfuñó.

––Lo sé, lo sé, ahora regresemos, tenemos que decirles que están ocupadas. –– dijo mientras le extendía su mano al menor para que se levantara.
Comenzaron a caminar de regreso hasta que una pelota de basquetball se cruzó por el camino.

––¡Lo siento! –– Jin recogió la pelota y se giró para entregársela al dueño.

Sus ovarios inexistentes se fueron a la mierda.

Frente a él, se encontraba un hombre alto, de cabello lila y unos hermosos hoyuelos que se marcaban en sus mejillas al sonreír.

––Ah... No te preocupes. –– contestó negando con la cabeza mientras depositaba la pelota en manos de su dueño.

––¿Cuál es tu nombre? –– preguntó el más alto.

––Jin, Kim SeokJin, ¿Y el tuyo? –– TaeHyung no paraba de sonreír.

––NamJoon, Kim NamJoon. –– contestó con una sonrisa el de cabello morado.

––Estoy solo solito. –– Tarareo por lo bajo Tae logrando que Jin soltara una de sus típicas y raras risas que imitaban el sonido que provoca limpiar un parabrisas. Los otros dos también rieron.

––¡KIM NAMJOON YA DEJA DE LIGAR Y REGRESA AQUÍ CON EL BALÓN! –– gritó un muchacho enano y más blanco que la nieve desde la cancha mientras NamJoon sonreía negando con la cabeza.

––Lo siento, ¿Podrías darme tu número? –– Jin se sonrojó y asintió levemente.

Después de que los números fuesen intercambiados y TaeHyung presentado, cada uno de los chicos se fue por su lado.
Tae no perdería la oportunidad de burlarse de su hyung, oh no.

––Nunca te había visto más rojo, SeokJin. –– mencionó con una sonrisa burlona.

––Calla niño. –– replicó el mayor mientras se cubría las sonrojadas mejillas con las mangas de su chaqueta.
El pelirrojo rió.
Llegaron con los otros dos chicos que estaban de pie junto al árbol.

––¿Por qué tardaron tanto? –– preguntó JiMin.

––¿Y por qué Jin hyung está tan sonrojado? –– continuó JungKook.