Capítulo 24- Hermosas cicatrices.

7.9K 810 64
                                    

Al bajar de la camioneta de SeokJin, YoonGi tomó a JiMin por el brazo antes de que éste pudiese ingresar al edificio de departamentos donde vivía HoSeok como los demás.

––¿Hyung? –– preguntó confundido el menor al ver la expresión seria y afligida del rubio cuando se giró para ver quién había tomado su antebrazo.

––Podría... Tú... ¿Podrías quedarte aquí afuera conmigo un momento? –– Park tardó unos segundos antes de contestar debido a que se encontraba demasiado ocupado estudiando los ojos de su mayor.

––Claro. –– respondió con una sonrisa que no lograba tapar la preocupación y confusión que sentía.

Esa sonrisa no tapaba más de lo que una sábana cubría una casa entera.
Min le dedicó una mirada a NamJoon y HoSeok, para después mover sus labios sin emitir ningún sonido diciéndoles que subiría después. Ambos chicos se miraron entre si para después asentir, no convencidos del todo.

––¿No vienen? –– preguntó Jin cuando ya estaban todos entrando a el edificio y los dos chicos no se movían de su lugar.

––Subiremos en unos minutos hyung, no se preocupe. –– respondió Park con una amable sonrisa.

––Está bien, los esperamos arriba. –– dijo Jin para después devolverles el gesto y subir junto a los demás al piso del de cabello anaranjado.

El menor se quedó callado, esperando que Min hablara mientras jugaba con sus píes después de que se quedaron solos en la calle.

––¿Quieres sentarte? –– preguntó el rubio señalando una banca que se encontraba a unos pocos pasos de la puerta de entrada del edificio.

JiMin asintió y caminó hasta la banca para sentarse junto a su mayor.

––¿De qué quiere hablar hyung? –– preguntó después de unos segundos de silencio.

Min YoonGi tomó una bocanada de aire y suspiró, preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de decir. Aunque sabía que "prepararse" no servía de nada, porque las palabras seguían doliendo igual, las lágrimas seguían saliendo y la garganta se le seguía cerrando.

––Yo... Ni si quiera sé porqué te estoy contando esto... Quiero que sepas que no estás obligado a escucharme, puedes irte o decirme que no te interesa y yo no me enojaré, subiremos con los demás y todo seguirá igual que siempre, ¿Okay? –– explicó el mayor rascándose la nuca.

––¿Huh? Yo siempre lo escucharé hyung, y lo ayudaré en todo lo que pueda, para algo soy un caballero en su corte, ¿No? –– YoonGi no pudo evitar sonreír.

––Así es JiMinnie. –– dijo con dulzura, sorprendiéndose a si mismo por el tono que su voz había adquirido. El frío Min YoonGi nunca hablaba así.

––Entonces, adelante, puede contarme lo que sea. –– dijo jugando con sus manos el pelinegro.

El mayor cerró los ojos con fuerza y respiró unas cuantas veces, tratando de calmar los latidos de su corazón antes de abrir la boca para hablar.

––Hace unos cuantos meses, perdí a mi hermano... Él fue asesinado.

Conforme YoonGi contaba su historia, JiMin no pudo evitar sentir que el corazón se le rompía.

<¡Hyung no merece todo ese dolor!>

Era lo único que podía pensar.
El pelinegro no era capaz de imaginar toda la culpa y presión que el chico sentado junto a él había sentido y seguía sintiendo. Simplemente era algo que no le deseaba a nadie.
Park abrazó a YoonGi cuando notó que lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas y dejó que humedeciera su camiseta con los pequeños pedazos de tormenta que el rubio sacaba por sus ojos.
Sintió como los sollozos sacudían todo el cuerpo de aquel muchacho, y se sintió impotente y desesperado.
Sentía que el corazón se le comprimía al saber que no podía hacer nada para aliviar el dolor que sentía el chico que aparentaba tan bien estar bien.
Al no saber que más podía hacer, lo separó de él para tomar su cara entre sus manos y mirarlo a los ojos.
YoonGi trató de evitar la mirada del menor, nunca le había gustado que lo vieran llorar, pero las manos del chico lo sujetaron fuerte y amablemente por las mejillas.
Cerró los ojos en un intento de ocultar el dolor en ellos, pero segundos después, sintió que la presión en su cuerpo se calmaba cuando los labios de Park presionaron los suyos.
Es increíble lo que un roce puede hacer cuando viene de la persona indicada.
Era un beso con un sabor salado debido a las lágrimas, pero eso a ninguno de los dos les importó.
Los labios de ambos se movían al mismo ritmo, transmitiéndole seguridad y calma al chico de las cicatrices.

––Escúchame bien, Min YoonGi. –– susurró el menor cuando separaron sus bocas, con las frentes aún unidas y las respiraciones chocando. ––Nada de lo que pasó esa noche fue tu culpa, no eres responsable de las acciones de los demás.
Ese cabrón es un maldito psicópata sin sentido común que merece pudrirse en la cárcel, y el hecho de que él sea lo que es no tiene nada que ver contigo.
Desgraciadamente, se encontró con tu hermano en su camino y pasó lo que pasó, pero no es tu culpa.
Estoy seguro de que amas a tu hermano. –– YoonGi comenzó a sollozar de nuevo, y Park hizo uso de toda su fuerza para no romper en llanto también. ––Y sé que dónde sea que él esté, te sigue amando con todo su corazón, y no cree que sea tu culpa lo que pasó... Estoy seguro.
Y siempre puedes llamarme, no importa si es a las 4 a.m, si tienes una pesadilla, puedes hablarme, estaré allí sin dudas.

Se fundieron en un abrazo que logró sanar un poco el corazón destrozado del mayor.
No querían soltarse, y no lo hicieron por los siguientes 10 minutos.

––Gracias JiMin. –– murmuró el rubio con la voz aún rota por el llanto.

––Gracias por haber confiado en mí hyung. –– se dieron un último abrazo e intercambiaron unas pocas palabras más antes de ponerse de píe y caminar hasta la puerta del edificio de departamentos.

Entraron al ascensor y subieron hasta el pasillo donde se encontraba el departamento de HoSeok.
YoonGi tocó a la puerta y ambos fueron recibidos por la amable sonrisa del pelirrojo.

––Al fin llega nuestra linda parejita. –– se burló el chico.

––Jodete. –– respondió Min con una sonrisa, haciéndolos reír.

Entraron con los demás y se acomodaron en el suelo para jugar el videojuego que ya había sido escogido por los demás.
Se turnaron para pasarse los mandos de la consola y jugar por unas cuantas horas antes de que todos regresaran a sus respectivas casas.
SeokJin se ofreció a llevarlos a todos y ellos se disculparon por las molestias que le causaban al mayor, haciéndolo reír. "Son molestos, pero al menos hacen menos aburrido el camino" era lo que había respondido, causando risas en todos.
Cuando fue el turno de Min de bajar de la camioneta, se despidió de todos con la mano y se alejó del automóvil con las manos en los bolsillos.
Subió hasta su departamento, acarició a Holly y le dio comida para después dirigirse a la cocina y servirse algo para cenar.
Calentó ramen instantáneo que tenía en el refrigerador ya que no tenía ánimos para cocinar y tomó su celular para distraerse mientras se acababa su comida.
Una notificación de Instagram le llegó.

ParkJiMin95

No sé dónde tiene
sus cicatrices, hyung,
pero estoy seguro de
que son hermosas

Como tú, JiMin

¡Agh! Estoy tratando de
ser lindo y sólo hace que
me sonroje 😭

Eres una criatura
extraña Mochi

¿Debería tomar eso como
un cumplido? 😂

Sí, eres extraño pero
lindo 😏

¡Basta!

Min rió.

...

A la mañana siguiente, el rubio despertó confundido y con el corazón latiéndole a mil por hora.
Y es que la noche anterior, había logrado soñar algo, algo que no lo hacía despertar sollozando y cubierto en sudor frío.
No, había soñado algo totalmente opuesto a aquellas horrorosas pesadillas.
Había soñado con Park JiMin.

El chico de Instagram. (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora