Capítulo 34 (1/2)- Tiempo.

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Min YoonGi se había quedado dormido en su sofá, con lágrimas en los ojos a las 2 a.m, no le había molestado el frío, o el dolor en la espalda debido a la mala posición en la que se encontraba, la noche anterior se había sentido demasiado derrotado como para ponerse de pie e ir a la cama.
A la mañana siguiente, se despertó con Holly lamiéndole la mano que colgaba fuera del sofá. Sonrió ligeramente, acariciando la cabeza de su mascota con cariño para después sentarse mientras se frotaba los ojos con el pulgar.

--Buenos días. -- murmuró mirando a Holly, que pareció responderle al levantarse en sus dos patas traseras mientras movía su cola de un lado al otro, feliz.

Min tomó su celular después de acariciar nuevamente a su pequeña bola de pelos y comenzó a ver sus mensajes. Tenía 300 mensajes en total, la mayoría siendo de HoSeok Y NamJoon de la noche anterior, antes de que él hubiese respondido a sus llamadas.
Habían otros de los demás chicos, pero aquellos mensajes eran de conversaciones triviales que tenía con ellos, por lo que los contestó de manera rápida para después escribirles una disculpa a sus dos mejores amigos, por haberlos preocupado de esa manera.
Los últimos 3 mensajes que quedaban eran de JiMin.

JiMinnie

Hola hola hyung...

Sé que acabo de verlo,
pero aún así, estoy
algo preocupado
Quiero que sepa que
estoy aquí para lo
que sea que necesite,
por favor, no dude en
enviarme un mensaje

Descanse hyung 💕

Gracias por preocuparte
JiMin, estaré bien, no te
preocupes... Ayer necesitaba
hablar con alguien, gracias
otra vez por haber estado allí
para escucharme, no sabes
lo mucho que me ayudaste

Me alegra saber que
lo ayude de alguna
manera, hyung ❤

Me haz ayudado muchas
veces, mocoso, más de las
que puedo agradecerte

Ah, no diga esas cosas
>///<

Lindo ~

¡Yah! (╯∆╰)

Ya, paro 😂

Me alegra ver que está
mejor que ayer ^^

Dormir me hizo bien,
hoy saldré con HoSeok
y NamJoon...

¿Se los dirá?

Sí, se preocuparon mucho
por mí ayer porque no fui
al trabajo y no respondía
sus mensajes o llamadas,
debo decírselos, son mis
mejores amigos después
de todo, los necesito...

Por supuesto, estoy
seguro de que ellos lo
apoyarán, además, es
bueno tener amigos
a tu lado... ¿Llamará
a su familia?

Debo hacerlo, si algo
sale mal, ellos son los
que deben dar las
autorizaciones y otras
cosas...

No diga eso ಥ_ಥ

Es verdad Mochi

Lo sé, lo sé... Pero todo
saldrá bien, estoy
seguro

Gracias JiMinnie

De nada hyung ~

Ambos continuaron hablando durante largo rato, hasta que el pelinegro tuvo que irse a su práctica de basquetball y la tercera clase del menor comenzó en la universidad.
Min quería disfrutar del deporte que tanto amaba cuanto le fuese posible, no sabía si podría volver a jugarlo y al menos quería tener un vivido recuerdo de lo que era jugar junto a un equipo, de la emoción al encestar y la euforia de ganar un partido, todo eso, eran recuerdos que no quería perder.
El rubio no podía evitar estar preocupado, no sólo por cómo saldría la operación, si no también por el aspecto económico, las operaciones no eran algo barato, nunca lo fueron y nunca lo serán, Min sabía que sus padres pagarían los gastos médicos de ser necesario, no es como que fuesen pobres o algo así, sin embargo, él también quería aportar dinero para pagar la cirugía, no quería sentirse como una carga, o que sus padres tuviesen que privarse de ciertas cosas solamente porque debían pagar su recuperación, no, no quería ser una cantidad menos de dinero en la economía de sus padres.
Llegó al club deportivo en el que su equipo entrenaba y saludó a sus compañeros y a su entrenador con el mismo gesto de siempre.
Se sentó junto a Tyler para hablar con él, pero al ver que el chico estaba un tanto ocupado con otro de los integrantes, encendió su celular para no aburrirse.
Estuvo viendo sus redes sociales hasta que el chico de cabello azul le tocó el hombro para llamar su atención.
Al parecer, estaban hablando acerca del partido que se llevaría a cabo dentro de una semana, ese día se seleccionaría quiénes jugarían y quiénes se quedarían en la banca.
YoonGi se mordió el interior de la mejilla, definitivamente quería, necesitaba jugar ese partido.
La adrenalina corría por su cuerpo mientras las pruebas para el partido comenzaban, estaba dando lo mejor de si, y no se detendría hasta conseguir lo que quería.
Cada gota de sudor y cada pinchazo de dolor en sus músculos, ambas cosas lo hacían sentirse vivo y lleno de energía, le causaba una tristeza terriblemente profunda pensar que había una posibilidad de no poder jugar nunca más, sin embargo, apartó aquellos pensamientos de su cabeza y se centró en el balón que se encontraba entre sus manos.
Encestar una vez más, ganar una vez más, era todo lo que quería.

...

Cuando la práctica acabó, el entrenador les dijo que al día siguiente ya tendría la lista hecha de quién jugaría en el partido, se despidió de ellos como siempre lo hacía y después salió de la cancha.
Todos comenzaron a despedirse, deseándose suerte los unos a los otros y chocando los puños con genuino compañerismo, al rubio le gustaba el ambiente que aquel club deportivo tenía.
Salió acompañado de Tyler y se despidieron en la entrada del establecimiento, tomando cada uno el camino opuesto al del otro.
Min iba escuchando música mientras se dirigía al hospital, necesitaba saber cuándo le harían aquella operación. No le tomó mucho tiempo llegar a la clínica, ya que no estaba lejos. Tomó asiento en la sala de espera después de solicitar ver a su doctor y continuó escuchando música mientras se masajeaba las muñecas, le molestaban un poco.

...

Cuando después de varias horas llegó su turno de pasar con su doctor, él ya estaba somnoliento, debido a que había estado a punto de quedarse dormido en aquellas incómodas sillas de metal.
Se puso de pie y entró al consultorio con el corazón acelerado.

--Oh, hola YoonGi. -- saludó él hombre apenas y lo vio entrar a la pequeña habitación.

--Buenos días. -- respondió el rubio mientras se sentaba en la silla que se encontraba frente al escritorio del castaño.

--Me imagino que vienes a establecer una fecha, ¿Correcto? -- preguntó el doctor sacando un bolígrafo y una libreta de uno de los cajones de su
escritorio.

--Correcto. -- afirmó YoonGi jugando con sus dedos.

Ambos hombres pasaron un buen rato hablando acerca de cuándo sería la cirugía de Min.
El rubio le dijo que debía llamar a su familia para ver los gastos que la operación les costaría, por lo que el doctor le dio dos semanas.
Min YoonGi tenía dos semanas de libertad antes de someterse de nuevo a una operación y al doloroso proceso de curación que ésta llevaba consigo, no podía evitar desear tener más tiempo.
Porque la vida gira alrededor del tiempo, algunos consiguen más tiempo en la tierra que otros, algunos no le toman importancia, algunos mueren de ansiedad al pensar cuánto tiempo les queda.
Y es que eso es lo que más asusta del tiempo.
Que nunca sabes cuánto te queda.

El chico de Instagram. (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora