El chico de Instagram. (Yoonmin)

Capítulo 36- Llamada.

JiMin y YoonGi salieron del restaurante con el estómago lleno, la comida en aquel establecimiento era realmente deliciosa, y sin duda ellos volverían algún día.
Park acompañó a Min hasta su departamento, ya que era el que más cerca quedaba, además de que también estaba de camino a la parada del autobús que Park debía tomar para llegar a su hogar.
Durante el camino al departamento del mayor, Min tomó la mano de JiMin de manera distraída, no paró de hablar mientras entrelazaba sus dedos, y a pesar de que por dentro el pelinegro estaba muriendo de vergüenza, tampoco paró de hablar.

––Entonces... ¿Te veré pasado mañana? –– preguntó el menor jugando con sus manos.

––Sí, en tu presentación. –– afirmó Min cuando estuvieron frente a su edificio.

––Me alegra saberlo, realmente quiero que me veas... Quiero decir, JungKook, HoSeok y yo realmente queremos que nos veas. –– se corrigió a si mismo rápidamente con un ligero rubor en sus mejillas.

––Yo también quiero verte Mochi. –– el pelinegro esbozó una sonrisa.

––Desearía poder estar contigo más tiempo. –– se lamentó el menor rascándose la nuca.

––Yo también... Eres el chico más tierno que he visto, Park JiMin. –– susurró el rubio acercándose al más enano mientras ponía una mano en su mejilla.

El pelinegro sintió como si se le olvidase cómo respirar, su corazón comenzó a latir fuerte contra su pecho y no pudo hacer más que desear que Min no sintiese sus latidos mientras cerraba los ojos.
La piel del menor se sentía suave bajo la mano del rubio, sus mejillas estaban calientes y sus pestañas se veían extremadamente bonitas de cerca.
Sus labios se rozaron y fue como si fuegos artificiales explotaran en sus estómagos, sintieron emoción y euforia, calma y paz, causaron un remolino de emociones en el estómago del otro sin esfuerzo.
Movieron sus labios en perfecta sincronía, sin importarles las miradas despectivas de aquellos que los veían, se concentraron en grabar en sus memorias la sensación de los labios del contrario contra los propios, JiMin trató de grabar en su piel la mano del mayor y YoonGi trató de guardar el calor que la mejilla de Park le transmitía en la palma de su mano.

––Te veré pronto. –– susurró el rubio cuando se separaron y juntaron sus frentes, aún con los ojos cerrados.

––Sí... Pronto. –– afirmó el menor antes de que YoonGi le diese un pequeño beso como despedida.

Se separaron con una sonrisa y se despidieron con un gesto de mano.
El mayor entró al edificio y miró por encima de su hombro como JiMin comenzaba a caminar hacia la parada del autobús.
Volvió su mirada hacia el frente y subió al elevador, en el que una vez las puertas se cerraron, no pudo evitar que una enorme sonrisa se formase en su rostro mientras miraba hacia arriba.
Había sido un día de mierda para él, había estado triste durante toda la tarde debido a que estaría en la banca durante el partido de basquetball, pero el menor había logrado que se olvidase de todo eso.
El rubio habría querido invitar a Park al partido, quería que lo viera jugar, quería que JiMin pensara que era genial, y no podía evitar sentirse desanimado al saber que no podría hacerlo, sin embargo, se prometió a si mismo que le demostraría al pelinegro todo su potencial, algún día, Min le haría ver a JiMin de lo que él era capaz de hacer.
Las puertas del ascensor se abrieron y él se dirigió hacia su departamento.
Holly lo recibió agitando la cola de un lado a otro y saltando en sus patas traseras, el chico lo acarició con cariño y cerró la puerta con llave tras de él.
Sacó su celular y miró la hora; las diez de la noche, él aún no tenía sueño, por lo que se fue a la cama y se quedó entre las sábanas tonteando con su celular.

HoSeok

¡Hola!

Hola