Ayuda legal

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La ley jamás hizo a los hombres un ápice más justos;
y, en razón de su respeto por ellos,
incluso los menos dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia.

Henry David Thoreau.

Camila

—No es tan fácil, Camila —dice el abogado, tomando su celular para parar la grabación de audio.

Eso me pone en alerta.

—¿Por qué? ¿Podría demandarme por ocultarle a su hijo todos estos años? Yo traté... —Me callo cuando otra idea se cuela por mi mente—. No puede quitármelo ¿o sí? —Estoy a un asentimiento de confirmación para entrar en pánico.

Levanta las manos pidiéndome calma.

—Primero que nada, no puede quitarte a tu hijo si no has hecho algo que pueda considerarse cuestionable. —Me mira levantando las cejas, preguntando en silencio. Niego con la cabeza—. Entonces, si no has hecho nada que te pueda hacer ver mal ante un juez, comenzamos bien. Ahora, ¿estás aquí legalmente?

—Sí, todo en orden.

—Bien. ¿Algún otro hombre ha reconocido al niño como suyo? Es decir, ¿alguien más le dio su apellido? —Niego con la cabeza nuevamente—. ¿Planeas mudarte de Nueva York en un futuro próximo? —Niego otra vez—. Dices no haberle sido infiel, ¿puedo, entonces, asegurar que él no tiene pruebas de lo contrario? —Y como la idiota que soy, vuelvo a negar con la cabeza—. ¿No estás segura? —pregunta sorprendido.

Me doy una bofetada mental y me obligo a dejar los nervios a un lado.

—Lo siento. Quise decir que estoy segura de que no tiene pruebas porque eso no pasó —expreso hablando con voz firme esta vez.

—Perfecto. Mi consejo es iniciar un proceso de paternidad. Solicitar ante la corte el reconocimiento de Liam como padre de... Perdón. ¿Cómo se llama el niño?

—Axl.

—...Como padre de Axl. Se le enviará una citación y una copia de la petición presentada. Se presentarán el día que se les indique y si él no acepta ser el padre del niño se solicitarán unas pruebas de ADN. —Y con eso, estallo en carcajadas. No lo puedo evitar, necesito sacar un poco de tensión. 

Me frunce el ceño, pareciendo un tanto molesto por mi inapropiada reacción.

—Lo siento. —Respiro hondo, llenando de aire mis pulmones en busca de ahogar la risa—. Eso estuvo fuera de lugar. Es sólo que si conocieras a mi hijo y a su padre no habrías dicho eso. Créeme, Axl es el mini-me de Liam. Sé que soy su madre porque vi cómo lo sacaban de mí, de lo contrario pensaría que Liam evolucionó y simplemente se multiplicó. No habría juez que dudara de su paternidad —le explico.

Asiente.

—Está bien. Entonces, si me lo permites comenzaré con los...

Levanto las manos para que pare de hablar.

—Es que yo no quiero solicitar nada ante un juez. Yo sólo quiero hablar con Liam y decirle de la existencia de Axl. No quiero que él esté en su vida porque un juez se lo pide, quiero que lo haga porque quiere hacerlo. Si él decide reconocerlo, está bien. Pero si me dice que no le interesa o que no me cree, bueno, pues tan simple como que no volverá a saber de mí. Trataré de explicarle a mi hijo lo mejor posible y allí terminará todo. —Por la forma en que me mira sé que no le gusta nada lo que digo—. Tal vez pienses que está mal lo que hago, pero, por favor, trata de entender. Si te conté toda la historia fue para que, después de conocerla, me dijeras cuáles eran las posibilidades de que él me quitara a mi bebé. Lo único que quería es que me asesoraras, o tal vez que me tranquilizaras. Liam dijo que era un buen abogado y tal vez lo conozcas de los juzgados, no lo sé. Pero si algo llegara a salir mal sé que puedo contar contigo y que no permitirás que me quite a mi bebé. Scott dijo que eras el mejor.

Nunca digas que no te amé [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora