México

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Chica tormenta que siempre
se topa con hombres que no
bailan bajo la lluvia.

Ron Israel

Camila

El aeropuerto está más lleno de lo que pensé, y yo corro con Axl en los brazos y unos tacones del doce a buscar las maletas. Es díficil verse bien en estas circunstancias. El vuelo se retrasó, mi hijo viene dormido y con cada paso que doy su rodilla empuja hacia arriba mi blusa. Me duelen los pies, estoy segura de que mi maquillaje está arruinado, me estoy orinando y el brazo donde descansa Axl pasó del cansancio, al dolor y ahora al feliz entumecimiento.

Se supone que por esta noche me hospedaría en el Cortyard by Marriott, Liam hizo la reservación y queda justo a un lado del aeropuerto, pero yo acordé verme con Eva en el Auditorio Nacional (lugar del concierto) para entregarle a Axl; será mi hermano quien aproveche esa reserva por mí. Yo dudo que duerma esta noche, aunque estoy tan cansada que lo que comienzo a dudar es que logre mantener los ojos abiertos.

Convencer a Eva de que mantuviera la boca cerrada no fue fácil, guardar secretos no es precisamente su fuerte, mas lo verdaderamente díficil fue que aceptara cuidar de Axl sin pedirme demasiadas explicaciones a cambio. Yo nunca le mencioné que me seguí viendo con Lex después de la fiesta de Halloween que dio en su casa, por lo que ella sabe lo mismo que el resto de la audiencia de The tonight show, lógico que le extrañara mi solicitud y necesitara alimentar su curiosidad.

Mi corazón late muy rápido, antes porque me encontraba nerviosa de ver a Lex y ahora por el llanto de Axl, que lo he tenido que despertar para poder cargar con las maletas. Respiro hondo y consulto la hora en uno de los relojes del establecimiento. Voy tarde, ¿en serio vale la pena todo este embrollo? Debería irme al hotel que reservó Liam y dormir.

Trago y vuelvo a inspirar. Freno. Las manos me tiemblan al sacar el celular de mi bolso. Eva no contesta. Vuelvo a llamar.

-¡¿Dónde estás, Mila?!


-No voy a ir. -Le ruego con la mirada a Axl para que se calme-. El vuelo se retrasó, tengo hambre, sueño, ganas de orinar, Axl está irritado y yo ya no sé si quiero llorar con él o correr al hotel y encerrarme hasta que se controlen mis nervios.

-Lo que necesitas es follar.

-Querer y necesitar son dos cosas muy distintas, y a como estoy ahorita ya no sé si todavía lo quiero. -Pienso en Lex, en su voz rasposa y su mirada gris. Definitivamente sí quiero-. Axl está inquieto y no quiero que te dé pr...

-Mila...

-No le dije a Lex que venía y...

-Mila...

-...stoy cansada. Mañana...

-¡Cállate! -Mi boca se queda abierta-. El concierto se retrasó y apenas está terminando. Así que donde sea que estés, date prisa.

Muerdo mi labio.

-Estoy en el aeropuerto, ¿crees que aún puedo llegar?

-Y ¿cómo voy a saber yo?, no conozco la maldita ciudad.

Miro a Axl. Ya ha dejado de llorar y se abraza a mi pierna. Tiene un dedo en la boca, sus ojos están enrojecidos y sus mejillas humedas; aún tiene espasmos pero parece un angelito.

-Intentaré llegar.

Pesé ro...

-Uy, señora -me dice el conductor del Uber-. Va a estar difícil, hoy dio concierto ahí una banda muy famosa.

Nunca digas que no te amé [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora