Fantasma

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Jon

- No es no padre.
- Pero hija, no puedes apareces así delante del rey.
- pues que no venga al norte.
Me da la risa, me encontraba parado frente la puerta de la casa de Lyssy. Iba a llamar pero empecé a escuchar los gritos así que decidí esperar. Sabia de sobra a que venia esa discusión el rey llegaría en un par de semanas y Lyssy debía asistir al banquete de bienvenida vestida para la ocasión. Jamas la había visto con un vestido y desgraciadamente para mi no la vería, puesto que Lady Stark pensaba que un bastardo como yo no daria buena impresión ante el rey y su corte.
-¡Me da igual lo que Beth haga o deje de hacer!- dijo su voz- ¡no me voy a poner eso y se acabo!
Jory la contestaba y seguían saliendo gritos, así que decidí darme la vuelta a mi habitacion a ver a mi cachorro. La vería mas tarde, cuando estuviera mas calmada.
Lyss

Llame a la puerta de la habitación de Jon.
- pase.
Abrí y cerré tras entrar. Jon estaba agachado con medio cuerpo debajo de su cama.
-¿que se te a perdido Nieve?- le dije agachandome a su lado.
- es el cachorro- dijo mientras salia de ahí y se sentaba en el suelo- se a metido ahí y no quiere salir.
- eso es porque no sabes- le dije riendo.
- ¡oh, claro!- dijo burlón mirándome a los ojos- pues muestrame tu sabiduría Cassel.
Me metí debajo de la cama y me acerque al pequeño huargo con mucha delicadeza arrastrandome por el suelo.
- ven pequeño, no tengas miedo- le dije con dulzura mientras le acercaba la mano y poco a poco me dejo que le cojiera- eso es pequeño.
Salí de debajo de la cama con el cachorro y se lo mostré a Jon con una mirada triunfante.
- ¿lo ves? Hay que hacerlo con delicadeza- le dije- cosa de la que tu careces...
El rodó los ojos y trajo un plato con leche. Deje al pequeño en el suelo y este comenzó a beber.
- pensé que ibas a venir a buscarme- le dije observando al cachorro.
- lo hice...pero estabas muy ocupada gritando a tu padre.
Vaya...me oyó...note como mis mejillas se volvían rojas.
- no pasa nada Lyssy, se como eres- dijo entre risas.- pero sabes que tienes que ceder.
- o no ir...-le dije mirándole a los ojos- tu no vas, podria quedarme contigo.
En sus ojos apareció un brillo, que se desvaneció pronto, ambos sabíamos que eso no iba a pasar, yo debía ir aunque mi padre me hubiera que encadenar.
Se hizo en silencio. El pequeño estaba rodando por el sueño y jugando un uno de los guantes de Jon.
- ¿Ya has pensado un nombre?- le dije.
- no, la verdad es que pensé que podrías ayudarme a elejirlo.
En el momento en el volvimos la vista al suelo el pequeño no estaba. Nos pusimos a buscarlo y lo encontramos en una esquina  escondido jugando a perseguirse la cola. Mire por la ventana, que estaba abierta. Todo estaba nevado, como siempre y una idea vino a mi cabeza.
- Fantasma
-¿Que?- dijo Jon sentándose en el hueco de la ventana.
- que le podrías llamar Fantasma, le pega- dije sentándome a su lado- es rápido, mira como en un momento ha desaparecido de nuestro lado- volvi a mirar fuera- y en la nieve casi no se le vera, sera como un autentico fantasma.
Nuestras manos se rozaron, y nos miramos a los ojos con una leve sonrisa. El pequeño gruño mientras mordía la bota de Jon. Este le cojio y lo miro a los ojos.
- si me gusta, serás Fantasma.

Se acerca el inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora