La Habitación Sin Fin

2. Caos

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La cita en el castillo Uchiha se hizo a la media noche. Los invitados eran los personajes más influyentes de Konoha, y el primero en presentarse debía ser Sarutobi, el Hokage, que más que que un líder, tenía que hacer las veces de mediador, porque sí, los Senju y sus aliados también estaban invitados.

Era necesario para el objetivo de los dos clanes involucrados. <<Tenemos que demostrar nuestro poder ante sus propios ojos...>> Uchiha Fugaku no era de los que mantenían las relaciones políticas de forma pacífica. Más bien, prefería ser directo. Dar muestras de su poder en cualquier momento y en cualquier lugar. Qué mejor lugar que su castillo, anunciando al mundo su vínculo reforzado con los Hyuuga. Qué mejor manera para Hyuuga Hiashi de presentarle al mundo su propio incremento de poder e influencia, que emparentando con los Uchiha.

Las dos familias vampíricas más poderosas del mundo, uniéndose para formar una sola. Todos ganaban, excepto los otros; sus enemigos.

─ ¡Qué bueno que podemos estar reunidos aquí en un momento de júbilo! ─Dijo el Hokage para disminuir las tensiones que se empezaban a formar entre los más jóvenes que se sumergían entre la sospecha y la desconfianza.

─Queríamos que nuestra felicidad se contagiará a toda la ciudad, Hokage-dono. -Dijo Fugaku condescendiente al igual que arrogante hacia sus invitados-. Por eso les doy las gracias de que estén presentes.

Un pequeño gruñido salió de la boca de la líder de los Inuzuka. Podía oler el desprecio de Fugaku hacia los de su raza desde donde estaba en el Gran Salón. Tsunade, la Señora de los Senju, levantó la copa de sake en señal de cooperación, aunque por la frialdad de su mirada, su gente sabía que era más que consciente de la hipocresía que los envolvía. Si no fuera por la presencia del viejo Hiruzen, esos dos, Fugaku y Tsunade, serían los primeros en lanzarse a la guerra por el territorio de Konoha.

Pero el Hokage tenía algo más importante para tratar con ellos y aprovecharía la ocasión para hacerlo. Sabía que era de vital importancia poder arreglar todo antes de que su sospecha de muerte fuera inevitable.

─He elegido a mi sucesor, al siguiente Hokage. ─Anunció cuando tuvo a los líderes principales rodeandolo.

─ ¿De qué estás hablando, Hokage? Aún te quedan muchos años para suguir en ese lugar. ─Comentó la rubia Tsunade tratando de forzar su divertido acento.

El anciano no se inmutó. Su gesto se endureció para explicar sus motivos.

─Tú mejor que nadie sabes que pronto moriré, debes oler mi muerte a kilómetros.

─Eso no es gracioso... ─Susurró ella.

Hubo una pausa larga y luego Fugaku habló con la misma actitud altanera de siempre.

─Entonces, la persona a la que has elegido debe ser uno de los nuestros. De otra manera, no aceptaremos tu decisión.

─Haruno-dono me parece el más adecuado. ─Coligió Hiashi con el hombre de cabello rosado a su lado.

Inuzuka Tsume no estaba dispuesta a permitir un atropello de esa magnitud al orgullo de su manada siendo despreciada de tal manera. Sin embargo, Tsunade detuvo a tiempo su intromisión.

─Antes de pensar en un sucesor, por qué no nos dices lo que piensas hacer con lo que está en La Habitación Sin Fin. -Otro silencio, esta vez, totalmente incómodo para todas las partes. Pero alguien tenía que decirlo-. Si tú mueres, el sello que protege esa habitación desaparecerá. Ese es el verdadero problema detrás de tu decisión.

─No hay ni un solo vampiro que sea capaz de llevar a cabo ese trabajo. Por eso debe ser uno de los nuestos el siguiente Hokage...

Tsunade lo vio con asombro. Akimichi Choza era el hombre más paciente y amable que ella había conocido. Nunca esperó escuchar que algo similar saliera de sus labios. Pero Tsume entendió las intenciones de su viejo amigo tan pronto como dijo esas palabras.