30 Días OTP Challenge Springle #1

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🌼Usando orejas de animales🌼

  A Mangle nunca se le habían dado muy bien las artesanías.

Pero al ver los vestuarios de "Los Animatrónicos" se inspiró para hacer lo mismo, pero quizá no para la batalla de bandas.

  La albina estaba haciendo con unas diademas viejas, orejas de zorro de color rosa y blanco y otras de conejo, de color verde oliva.

  La primera sería de ella y la siguiente para su novio, qué estaba arreglando quien sabe qué en la casa de una abuela.

- Y listo, quedaron muy bien.- puso las orejas frente a ella para verlas mejor.

  Decidió ir al baño para poder ver cómo le quedaba.

- Wow... me veo bien.- dijo haciendo algunas poses frente al espejo y caras graciosas.

- Genial... ahora mi novia está loca.- ese comentario...

- ¡Spring! ¡Llegaste!- la más pequeña se lanzó a sus brazos.

- Ya llegué, se nota que me extrañáste.- correspondió su abrazo y notó las "orejas" que traía su novia.

- Meg... ¿Qué son estás?- dijo simpático mientras reía.

- Amm... les "robé" la idea a Los Animatrónicos, pero no las vamos a usar para la batalla. Solo las hice por diversión.- comentó levantando la vista hacia los ojos de su pareja.

- ¿No hiciste una para mí?- se hizo el ofendido mientras fingía derramar una lágrimas.

- Ahora que lo dices, si, te hice unas.- sonrió de dulce manera al recordar el cariño con el qué las realizó.

- ¡Vamos a verlas entonces!- y tomó a su novia por su cadera y la puso en su hombro para cargarla como un saco de papas.

- ¡Bájame! ¡Spring! ¡Le tengo miedo a las alturas!- chillaba el saco de papas humano.

- Ya estamos por llegar, pequeña cascarrabias.- le dió una nalgada y por su parte, Mangle, chilló mientras se maldecía por llevar la falda del uniforme.

  Llegaron a la mesa del comedor donde había trabajado hace un rato Meg.

- Aquí están.- dijo la antes mencionada, extendiéndole las orejas de conejo.

- Oww, Meg, son hermosas.- se las colocó.

- Gracias, conejito.- una sonrisa de dibujó en su rostro.

- ¿Qué tal? ¿Me veo tierno o sexy?- y empezó a hacer muchas poses.

- Em... ambas.- y sus mejillas se tornaron un color carmesí.

- ¡Tomemos una selfie!- dijo emocionado el más alto.

  Meg tomó de la mesa su celular, activó la cámara y le extendió el aparato a su novio.

  Este se agachó a la altura de su pareja, la abrazó por la cintura y sacó la foto. Sacó otra donde la albina esra sorprendida con un beso en su mejilla.
 

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Dedicado a ornitorrincoxcxcx, por que cada vez que te veo, mis mejillas se tornan de un color carmesí intenso. (JAJAJAJA).