4. El nuevo.✔

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Sigo a la Sra. Anderson, ella me deja a solas con su sobrino para limar asperezas.

-¿Vienes a pedirme disculpas?-Ryan se levanta del suelo para acercarse.

Suelto una risa burlona.

-¿Eres imbecil o te haces?-Ryan me mira sorprendido.-Tú me debes una disculpa, gracias a ti no tengo celular.-Le lanzo una mirada desafiante.

-¡Si me hubieses devuelto el balón no estuviéramos pasando por esta situación!-Ryan se molesta y levanta la voz.

Creo que no le agradó lo de imbécil.

-Pues toma tu estúpido balón.-Lanzo el balón en dirección a su cara.

Ryan esquiva el balón y estalla en carcajadas haciéndome enojar más de lo que estoy.

-Que buena puntería tiene Señorita Carrington.-Se burla de mi mala puntería.

No contaba con sus buenos reflejos.

-Ya cumplí devolviéndote el balón, ahora tu tienes que cumplir pidiéndome disculpas.-Me cruzo de brazos.

-Eres muy amargada...-Hace una pausa.-¿Cuál es tu nombre?-Pregunta mirándome fijamente a los ojos.

Me intimida su mirada, sus ojos son muy azules, y con la poca luz de la noche se ve más intimidante, voy admitir que es un chico muy simpático, que digo simpático, es jodidamente bello. Pero es un completo imbécil.

-Soy así con las personas que no me caen bien.-Trato de mentener la mirada.-Mi nombre es Nicole.

-Nicole, disculpame por haber dañado tu preciado celular.-Puedo reconocer la arrogancia en su voz, sus disculpas no son sinceras.

Yo sigo parada en el mismo sitio observándolo, esperando que diga algo más, pero por lo que veo no tiene intención de añadir una sola palabra.

Él sólo me observa de donde está y frunce su ceño.

-Ya me voy.-Me doy media vuelta y me dirijo a la salida, pero antes de irme, agrego.-Ten cuidado con tu balón porque si vuelves a pasarlo a mi patio te aseguro que no te lo devolveré.

-Nicole, si quieres un balón de fútbol te puedo comprar uno, no tienes porque quedarte con los balones de tus vecinos.-Usa el mismo tono arrogante con el que se disculpó.

-Eres un imbécil.-Digo sin mirarlo.

Salgo de casa de los Anderson lo más rápido posible.

No puedo creer que me haya dicho eso, ¿Yo para qué quiero un estúpido balón? sólo quería que tenga más cuidado al utilizar un balón porque por su culpa no tengo celular, yo solo fui a devolver el balón para que mamá me compre otro celular.

Entro a casa y subo las escaleras a paso rápido.

-¿Cómo te fue?-Escucho que mamá me pregunta.

No le respondo, estoy muy molesta. Entro a mi habitación y azoto la puerta con fuerza.

*********

Bajo a la cocina por un vaso de leche, estaba muy molesta y no quise bajar a cenar, tampoco queria hablar con mamá.

Son las 3 de la mañana.

Escucho una motocicleta, la curiosidad me carcome y miro por la ventana de la cocina que da a lado de la calle y ahí está Ryan, llegando a la casa de sus tíos.

La motocicleta es de él, es el típico chico arrogante que cree que puede gritarle a la gente solo por tener una motocicleta y un lindo rostro, sólo parece un delincuente de esos que paran en carreras ilegales.

Desde que llegasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora