Desde que llegaste

74. El peor cumpleaños✔️

Nicole

Todo está listo, me miro en el espejo y sonrío satisfecha con lo que veo, el vestido rojo vino que mamá me compró me queda muy bien, resalta mis curvas. Me pongo los tacones y me dirijo a la fiesta, cuando llego, alguno de los invitados que ya están aquí, me felicitan. Cada segundo miro la entrada del lugar, esperando que Ryan llegue.

Sus padres y sus tíos ya han llegado, pero él no, me envió un mensaje diciendo que ya estaba en camino pero hasta hora llega.

—¡Oh jebus!—expresa Gley.—Estás prechochichima.

Sonrío y agradezco a Kate por su alago.

—¡Amiga!—chilla Tefi.—Te ves Di-vi-na.—dice y yo me carcajeo.

—¿Sabes que te amo?

—Lo se, felicidades mi Nicky Jam.—abrazo a Tefi agradeciendo por su felicitación.

—¡Dimelo mami!—grita Gley imitando la voz de Nicki Jam.—Felicidades Nicki, estás hecha toda una mamasita esta noche.—sabia que la felicitación de Gley no iba ser nada normal.

Entre risas le agradezco a Gley.

Y así la gente que va llegando me felicita por mis dieciocho años.

Samuel llega y se acerca a felicitarme con Antonio.

—Esto es de mi parte.—Dice Antonio entregándome un regalo. —y esto de parte de Ryan.—me entrega otro regalo.

Frunzo el ceño.—¿Dónde está él?—pregunto mirando por todos lados.

—Tuvo una emergencia, se le...rompió el pantalón.

Todos mis amigos aparecen, Tefi pide música movida y me hacen bailar, aunque no me sienta completamente feliz, hago el intento de que nadie lo note.

—¿No ha llegado Ryan?—me pregunta la señora Mabel.

—No ha llegado—digo con pesadez.

La fiesta sigue con normalidad, pero yo sigo preocupada por Ryan, ya se está acabando la noche y él no ha vuelto. Algo malo está pasando.

Me siento sola en una de las mesas de la fiesta, agacho mi cabeza y siento que alguien pone su mano en mis hombros. Con una pizca de esperanza miro hacia atrás esperando que sea Ryan, pero no, me llevo la gran decepción al ver a Jack.

—Tú no estás invitado.—digo quitando su mano de mi hombro.

—¿Donde quedaron tus modales? —pregunta con fingida indignación.

Trato de levantarme pero Jack agarra con fuerza mis hombros haciendo que no pueda ponerme de pie.

—Lárgate de aquí.—digo a regañadientes.

Jack suelta mis hombros, rodea la mesa para sentarse frente a mi

—Veo que esperas a Ryan.

—Si.—me respuesta es tajante, sin ni una intención de decir una palabra más.

—Él no va llegar.—dice poniendo sus codos sobre la mesa, sosteniendo su mentón con sus manos.

—¿Cómo estas tan seguro?—enarco una de mis cejas.

—Él está en las carreras.—suelta.

Siento como si me clavaran un puñal en la espalda, pero es Jack, no puedo creerle sabiendo lo mucho que odia a Ryan.

—Mientes.—digo poniéndome de pie y dándole la espalda para alejarme de él.

Entro al baño y me miro en el espejo, detrás mío entra Jack.