23. El viaje 2/3✔

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Amanecí con un terrible dolor de cabeza, no debí "brindar" demasiado con Kate.

Volteo para ver a Tefi y ella no está, apuesto que si entro a la habitación de Dylan encontraré a mi pecadora amiga allí.

Estiro mis músculos y entro al baño para lavar mi cara y cepillar mis dientes.

Salgo de la habitación para entrar a la habitación de Dylan, cuando abro la puerta veo a Tefi sentada sobre Dylan. Si antes vivía suspirando por él, ahora vive sentada sobre él.

Carraspeo mi garganta para llamar su atención, cuando me ven, Tefi se aparta de Dylan y me mira avergonzada

—¿Y Ryan?—pregunto.

—Está afuera haciendo ejercicio—responde Dylan.

Salgo de la habitación dejándolos nuevamente a solas.

Bajo y entro a la cocina para sacar algo de comer, Matt y Tania están desayunando juntos y se ven muy felices. Otra pareja más que se está formando en mi entorno.

Paso junto a ellos y les doy una sonrisa de labios cerrados, me duele mucho la cabeza y verlos a todos muy cariñosos me pone de mal humor. Salgo de la cocina con una tostada y una taza de café para ir en busca de Ryan, lo busco en el jardín y la alberca, pero no está en ni un lado. Voy a la parte de atrás de la casa donde hay una especie de gimnasio.

¿Para qué quiere un gimnasio personal un viejito de más de 50 años?

Entro al gimnasio y veo a Ryan de espalda alzando unas pesas.

Dios...se ve tan sexy.

Recargo mi peso en la entrada del gimnasio para observar a Ryan con detenimiento mientras tomo el café que me preparé en la cocina. Ryan no se ha percatado de mi presencia, sigue ejercitándose, se saca su polera dejándome ver su espalda marcada. Observo cada uno de sus movimientos, veo como sus musculos se contraen mientras alza las pesas.

Dios bendiga a este musculoso muchacho.

—¿Disfrutas la vista?—pregunta Ryan todavía de espalda.

¿Como carajos se dio cuenta?

—pfff...ni que estuvieras tan bueno —digo y Ryan se voltea.

Seca su sudor con su polera y sonrie con picardía mientras camina en mi dirección.

—¿Entonces que hacías mirándome descaradamente?—pregunta poniendo sus manos en la cintura.

—Observaba el gimnasio del abuelo de Kate.—Tomo un sorbo de mi café.

—¿Abuelo?—pregunta confundido—el gimnasio es del primo de Kate.

Creí que los abuelos de Kate vivían solos.

—No sabía que Kate tenia un primo que vive con sus abuelos—digo sorprendida.—De todas formas, no te estaba mirando, no tienes nada que llame mi atención.

Ryan moja su cabello con una botella de agua y se sacude salpicandome agua mezclada con su sudor.

—Me gusta tu pijama—dice pasando por mi lado para salir del gimnasio.

Salgo del gimnasio para ir detrás de él, sigo a Ryan hacia una especie de duchas.—¿Entraras a ducharte conmigo?—pregunta mientras se desnuda.

Abro los ojos como platos cuando veo que se está desnudando frente a mi, tapo mis ojos y me volteo de inmediato.

—Claro que no—Ryan se empieza a reír y me echa agua.—¡Basta Ryan!—grito y salgo de las duchas.

Afuera aún puedo escuchar las carcajadas de Ryan.

Desde que llegasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora