Nicole
La semana pasó rápido, estos días he compartido el receso con Gley, Kate y Tefi. Hemos salido de compras, las he ayudado en sus tareas, hemos estado haciendo muchas cosas juntas. Puede ser que este sea el incio de nuevas amistades.
Tefi y Estefan han estado más distanciados que nunca después de que descubriéramos que corre en carreras ilegales y que rompió la promesa que le hizo a su madre. Estefan ya no recoge a Tefi de la escuela, obligandola a utilizar su coche, ahora ya no tomo el bus, Tefi me recoge y me lleva a casa.
Ryan ha estado coqueteando conmigo, no pierde ni una oportunidad para hacerlo, lanzadome miraditas mientras está con su novia que sólo se le desprende para ir al baño.
No voy a negar que me derrito con tan solo una mirada que me lanza Ryan, pero trato de mantenerme firme, si él se da cuenta que causa ese efecto en mi, seguirá coqueteandome como lo hace con la mayoría de las chicas de la escuela. Yo no pienso caer en su juego, no voy a dejar que me vuelvan a utilizar. Si Ryan piensa que soy fácil como Jennifer, está muy equivocado.
Salgo de la escuela y espero a Tefi que salga de su última clase, tiene examen de ciencia y tardará un poco en salir. Antes llevábamos las mismas clases, pero la nueva directora cambió nuestros horarios y nos repartió en distintas clases.
Ryan se acerca a mi en su motocicleta.—¿No quieres que te lleve a casa?—pregunta.
Tefi y Jennifer están en la misma clase, por eso ella no está prendida de Ryan como una garrapata.
—No, gracias.—Respondo.—Voy a esperar a Stephanie.
—Van a tardar en salir.
—¿Eso te dijo tu novia?—pregunto.
Ryan frunce el ceño.—Yo no tengo novia.
Que feo que se la niegue. La verdad no me sorprende, ya que ha estado coqueteando conmigo y media escuela más.
Suelto una risa sarcástica y él me mira fijamente.—Que feo que te la niegues, pobre Jenni.
—Ella es sólo...como decirlo para que no se escuche tan feo...—Se agarra el mentón como tratando de pensar.—Es un pasatiempo.
—¡Como va ser un pasatiempo si no hay un momento en el que no te deje solo!—Me altero.
Ryan me mira sorprendido y luego se empieza a reír.—¿Celosa?—pregunta con picardía.
Ryan lame sus labios y yo me le quedo mirando como una tonta, sigo mirando esos labios carnosos que Jennifer besa cuando le viene en gana, esos labios que me sonríen con picardia porque no he respondido su pregunta.
Si me da un poco de celos, solo un poco. No es que me guste, solo que...
¡Al demonio!
Si me da mucho celos, pero no lo puedo decir, eso me convertiría en una más del montón que celan a Ryan con Jennifer.
—¡Ay por favor! ¿Por qué estaría celosa?—Rio con nerviosismo.
—Porque te gusto.—Suelta sin tanto rodeo.
Me empiezo a reír.
—¿Que te hace pensar eso?—pregunto tratando de fingir molestia por lo que acaba de decir, pero la verdad estoy muy nerviosa.
—Siempre te encuentro mirándome, estoy seguro que es porque te gusto.
—Puede que tengas un moco o un grano y yo lo esté mirando con asco.
Es obvio que no le he visto un moco, o un grano, tiene un perfecto rostro sin ni una cicatriz o un asqueroso grano.
—Cuando me veas un moco o un grano como tú dices, me lo puedes decir y dejar de mirarme con ese deseo que reflejan tus ojos.
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Desde que llegaste
Novela JuvenilNicole es una adolescente de carácter fuerte, decidida a terminar su último año escolar con las mejores calificaciones para tener una beca universitaria en la mejor universidad de California. Ella no quiere distracciones, ni nada que la desenfoque d...