Ryan
Desde niño tuve una gran atracción por el arte, me gustaba dibujar y pintar. Hacia mis propias caricaturas animadas en mis cuadernos, dibujaba paisajes y hacia retratos, amaba la pintura, mezclaba colores haciendo combinaciones que terminaban saliendo increibles. Le mostré mi primer dibujo a mamá, dibujé una familia feliz, decia que eramos nosotros. Cada vez que mamá veia el dibujo de la "familia feliz", terminaba llorando. Sé que mi madre no es feliz con mi padre, desde hace años se acabó la felicidad entre ellos.
Cuando estaba en primaria, un año en la escuela organizaron una galería de arte donde los mejores dibujos y pinturas serían presentados, yo hice una pintura de un hombre jugando con su pequeño hijo, fue la mejor pintura de mí clase y fue presentado en la galería, con mucha emoción, invité a mis padres a la galería, queria que vieran mi pintura. Mi madre estaba entusiasmada y mi padre simplemente dijo que no tenía tiempo para esas estupideces. El hombre de mi pintura era papá y el niño era yo, para mi era importante ver a mi padre en la galería, pero papá no tenia tiempo, como siempre.
No fui a la galería de la escuela, agarre la pintura y la rompí en mil pedazos.
Habia dejado de dibujar y pintar, no me sentia inspirado. Cuando vi una foto de Nicole, pensé: ¿Por qué no dibujarla? me inspire en ella y volví a dibujar, hice retratos con su hermoso rostro angelical. Guardé todos esos dibujos junto a los que habia hecho antes, no queria que nadie los viera, pero Luke buscando unos "examenes", sacó todos los cajones al patio trasero y el viento se llevó la mayoría de mis dibujos. Estaba muy enojado con Luke, mis dibujos habian llegado hasta la casa de Nicole, ella se encargó de devolverme algunos dibujos. Me dio tanta vergüenza que haya visto los dibujos que hice con su rostro, no sabia que decirle, creí que pensaría igual que papá. Pero a ella le parecieron increibles.
Me gustó ver a Nicole tan interesada en mis dibujos así que le mostré mi favorito, el dibujo de su perfecto rostro, ella estaba encantada con el dibujo y aproveché eso para robarle un delicioso beso que fue interrumpido por tía Mabel. Después del beso tenía pensado invitarla a salir, pero no sabia que tía Mabel nos iba a interrumpir para decirme que papá queria hablar conmigo.
—No te vayas, debo decirte algo importante.—Hago que Nicole se quede.—Ahora vuelvo.—Bajo rápido para tomar la llamada de papá.
Tomo el teléfono y hablo ni bien lo pongo en mi oido.—¿Hola?—pregunto pero no recibo respuesta, sólo escucho una conversacion de mis padres. No se han dado cuenta que ya estoy al teléfono.
—Es una vergüenza para el apellido Anderson.—ya estoy acostumbrado a escuchar eso de parte de mi padre.
—Es nuestro hijo, no deberías de ser tan duro con él.—Escucho que dice mamá.
—Es lo mínimo que se merece,—responde papá—nunca debí permitirte que lo tuviéramos, desde el momento de su existencia supe que traería problemas.
Esas últimas palabras hicieron que algo se desgarrara en mi corazón, nunca pensé que mis padres habían considerado la idea de no tenerme, y tengo por seguro que mi madre hizo que mi padre cambié de opinión.
Escucho a mi madre llorar y de sólo imaginarmela llorando se me destroza el corazón.
—¿Ryan estas ahí?—pregunta mi padre y yo dudo si responder o colgar la llamada.
—Si, "papá"—digo haciendo énfasis en la última palabra.—si soy una vergüenza para el apellido Anderson ¿Por qué cambiaste de opinión y decidieron tenerme?—pregunto recibiendo silencio como respuesta—¡¿Por qué?!—grito.
Mi padre suelta aire con pesadez.—Porque no podía permitirme ver llorar todos los días a tu madre por tu culpa.—dice en un tono duro.
—Adios Frank.—llamo a mi padre por su nombre y cuelgo la llamada.
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Desde que llegaste
Teen FictionNicole es una adolescente de carácter fuerte, decidida a terminar su último año escolar con las mejores calificaciones para tener una beca universitaria en la mejor universidad de California. Ella no quiere distracciones, ni nada que la desenfoque d...