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Apuró otro trago de whisky a sus labios, sintiendo como el liquido quemaba sus labios y su garganta... "Chris... Anibal es sospechozo de narcotráfico y lavado de activos.... y yo..." -apuró otro trago- "...yo estoy encargada de atraparlo y hundirlo en la carcel." las palabras de Dulce se repetían una y otra vez en su cabeza, como un disco rayado, como si le repitieran una y otra vez, la misma escena de su vida en su cabeza... sin poder, si quiera, evitarlo...
suspiró... y pensó en lo que había pasado minutos atras...
allí estaba ella... frente a él, sus ojos llorosos, pero sin decir ni una palabra, y el queria decirlas... quería decirle algo, lo que fuera... pero en ese momento sus cuerdas vocales no habían funcionado, demonios, ninguna parte de su cuerpo habia funcionado... simplemente habia estado allí, paralizado, viendo como ella, con el dolor cubriendole por completo, se habia apartado de él y se había ido...
dejandole un profundo vacío en su interior...
Chris: quedate, por favor... -dijo él, repitiendo las palabras que debía de haber dicho minutos atras... pero que no habían logrado llegar ni a su garganta...
la queríam con todas sus fuerzas, más de lo que había querido a cualquier persona que se atravesara en su vida, la queria con locura, con desesperación, y deseaba poderse levantar de ese bendito sillón para irla a buscar; pero luego de los 5 vasos de whisky que habia apurado a su interior tan pronto como su cuerpo, o mas bien su cerebro, habia reacionado, no sabía si podría mantenerse en pie por mas de 3 segundos... y de verdad no queria averiguarlo.
suspiró... y desanudó su corbata hasta sentir que algo de aire le llegaba al cuello... demonios, ¿porque tenía esa bendita costumbre de ponerse a tomar cuando estaba ansioso o nervioso... o enojado? aunke esta ultima opción no fuese cierta, a menos que contara el hecho de sentirse enojado consigo mismo...
pero ahora, aprovechando su estado de... m... ¿como decirlo?... ¿borrachera y ensimismamiento?... si, suena bien... bueno, el caso esta en que, aprovechando su estado, podía pensar bien las cosas... y, si algo ameritaba que pensara era lo que le acababa de decir Dulce...
Demonios... ¿de verdad era una ajente secreta? ¿de verdad estaba encubierta tratando de descubrir los lados oscuros de su padre...?
si fuese asi, pues el destino era una cuestion muy jod*ida... y definitivamente habia obrado con los instrumentos necesarios para llegar a lo que estaban en esos momentos... porque el tambien buscaba, en un principio, encontrar algo oscuro en su padre para jod*erlo, de la misma manera que el loshabia jod*ido a él y a su madre...
de un momento a otro el cielo le estaba dando las respuestas de su vida, en la imagen de una hermosa diosa de cabellos rojos, ojos miel y piel suave... acompañada con una hermosa voz, un olor embriagante, un caminar hipnotizante... y... y... -sacudió la cabeza- demo*nios se estaba desviando en sus pensamientos... ¿pero es que como no hacerlo si tenia minimo un litro de Whiski en la cabeza...? -respiró profundo y trato de dirigir de nuevo sus penamientos...- ¿en que iba...? ah si... milagrosamente el cielo le habia regalado las respuestas a todo lo que necesitaba... su papá, o mas bien ese señor, era un narcotraficante que iba morir encanado en lo mas profundo de una masmorra -sonrió- le gustaba esa imagen...
pero entonces... otra imagen se le vino a la cabeza... Dulce...
¿que había tenido que soportar ella, hasta el momento, para que su padre fuese a la carcel...? recordó los besos que su padre le habia dado a ella frente a él, esa mirada "sucia" que le habia lanzado a ella cuando esta se tiró a la piscina hace algunos meses... los moretones en la cintura... la mordida en el labio... pensó en lo dificil que hubiese sido para ella todo... es más, pensandolo bien, ahora todo tenía sentido... ninguna mujer estaria con un hombre que la lastimara así por gusto propio... ¿o si?... -negó con la cabeza... no era posible... o por lo menos no su Dulce... ella no era así...
y deseaba con todas sus fuerzas que ella no tubiese que recibir ningún beso de parte de anibal... nada... él se encargaría de ello... fuera como fuera... y empezaría con llamarla, buscarla o lo que fuera y decirle que estaba de su lado...
pero antes... -miro a un lado al otro aún sintiendose mareado- antes tenía que esperar a que se le bajara esa bendita borrachera... definitivamente no queria saber más de trago, nunca mas... -suspiró- nunca... NUNCA mas...
en ese momento sonaron un par de golpes en la puerta, y el dijo un "adelante"... asomándose una cabellera negra tras esta...
Maite: ¿interrumpo algo, hermanito? -dijo buscándolo con la mirada, hasta encontrarlo en el sofa- ¿estas bien? -dijo con voz preocupada, ante el aspecto demacrado que,obviamente, debía tener-
Chris: si... -se tambaleó un poco al sentarse derecho en el sillón- no hay problema...
Maite: ¿como así que no hay problema...? -se acercó a él- ¡mirate! estas más borracho que una cuba... -él rió por el comentario de su hermana, y esta se sentó a su lado dándole una palmada en la pierna- es por Dulce... ¿verdad...? -el la miró frunciendo el ceño... como si preguntara "¿como sabes?", asi que ella suspiró y respondió la pregunta...- la vi salir hace unos veinte minutos o media hora... estaba llorando...
él suspiró...
Chris: no es nada que no se pueda arreglar... -dijo el, controlando su voz para que no sonara a voz de borracho- mañana la llamo y me disculpo...
Maite: -suspirando- ¿que le hiiste, hermano?
Chris: -negando con la cabeza- no te preocupes por eso... ¿si?...
Maite: -luego de suspirar- ok... te creo -iró su reloj- es tarde, si quieres llamo a Cristian para que me ayude a llevarte a tu apartamento, ya que veo que no puedes ni levantarte -el le lanzó una sonrisa y un "no vuelvo a tomar" y ella le creyó... ¿como no si era su hermano y el nunca juraba en vano?... entonces, salió de la oficina, en busca de Cristian, mientras el se quedó dentro en el sofa, pensando en la forma en que le pediría disculpas al día siguiente a Dulce... a SU Dulce...
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Revisabe una y otra vez esos benditos papeles y no encontraba nada, ningun indicio, ninguna prueba, empezaba a desesperarse, de verdad que Anibal sabía limpiar muy bien sus papeles, el dinero que estaba ahi representado estaba muy bien justificado. en cierta forma estaba limpio... pero aun asi, aun así algo le decia...
o mas bien le gritaba...
que eso no era todo, y que alguna movida mal hecha debia de estar allí... no todo el polvo cabe debajo de la alfombra...
suspiró... nada... nadaaaaa! no habia nada que recriminara a Anibal hasta el punto de que fuese inevitable su caida a la carcel... no habia nada itermitente que Gritara "ACA, CON ESTO LO UNDES..." no había... NADA!
Poncho: ¡¡¡DIABLOS!!! -Gritó él dándole un golpe al escritorio, que hizo eco en toda la habitación....-
¿porque era tan dificil encontrar una simple prueba, algo... asi fuese minúsculo, algo que lo hundiera en lo más profundo de un túnel, donde no pudiera salir, para asi acabar este caso de una vez por todas y no perder más agentes... Aún no tenían ninguna pista acerca del paradero de Eddie, y, de verdad, esperaba que aún estubiese con vida... aunque de verdad lo dudaba...
¿cuantas veces había ido Zoraida, la novia de Eddie, a preguntar si sabían algo de su paradero?... ¿y cuantas veces mas podría soportar verla llorar cuando le decía que no tenían aún ningún indicio sobre él...?
suspiró, no podía desesperarse... algo debía de haber... nunca los movimientos de un narco son tan limpios, debía de haber por lo menos una pequeña mancha negra, asi fuese una gota... pero algo debía de haber...
nada... solo tendría que revisar de nuevo, hoja por hoja... parrafo por parrafo, palabra por palabra... número por número...
y lo haría, así no fuese a domir en su casa esa noche... lo haría porque era su deber como presidente de la OSN, porque encima suyo tenía miles de responsabilidades, porque a su cargo habian muchos hombre... y tambien mujeres... porque....
el sonido de un golpe en la puerta sonó y el respondió, a quienquiera que fuese que estubiese del otro lado, que podía pasar... era Annie... y sus ojos, con vida propia, se apartaron de los papeles, para clavarse en su esbelta figura caminando hacia él.
Él se acercó a ella, y de inmediato ella percibió el peligro... Este estaba allí, tan tangible, como la neblina, tan fuerte, como el hierro... una corriente eléctrica pasó por toda su espina dorsal, mientras él, como si fuese un animal de rapiña, se acercaba lentamente a ella... su mirada sobre la suya... sin siquiera parpadear...
ella, verdaderamente, temió por su vida...
él llegó a su lado, y su mano se apretó fuertemente contra su mentón, y ella no pudo hacer mas que mantenerse quieta. Si hacia algo, lo mas mínimo, que lo hiciera enojar... tragó seco, la verdad no queria imaginarse lo que le podría pasar...
Anibal: ¿como te ha ido... querida? -preguntó, sus facciones eran suaves, muy al contrario a la fuerza que imprimía al apretarle la mandibula... cualquiera que los viera podría jurar que eran una pareja, y que él era el amante mas tierno del mundo... una completa equivocación- ¿has hecho el trabajo que te pedí? -con su agarre le hizo levantar la mirada y, al encontrarse ambas, ella asintió lentamente- así me gusta... -su mano libre se adentró en el cabello de ella, mientras un gemido, de dolor, salia de su boca, al él jalar de su cabello...- eres mía... solo mía...- dijo él mientras besaba el cuello de ella...
y ella no lo detuvo... no le dijo que ella no le pretenecía a nadie... porque simplemente era verdad lo que él decía: ella le pertenecía, y podía hacer con ella lo que se le viniera en gana... ¿y todo porque?, porque ella se habia vendido a él, como un objeto se vende en una tienda...
él empezó a descender con sus labios por su cuello... y ella tuvo que respirar hondo, para aguantar las lagrimas que amenazaban por salir de sus ojos... no lloraría, nunca lo haría... o por lo menos no en frente de él... esto solo funcionaria para que éste tuviese un arma más contra ella...
Anibal: -soltando el agarre en su rostro, para descender con su mano hasta la curva de su espalda baja, apretandola contra él- así me gusta... que aceptes la realidad, que te des cuenta que ningún hombre tenga derechos sobre ti... solo yo... -ellá casi gritó cuando el apretó su cuerpo contra el suyo- que sepas que soy tu dueño y que debes hacer lo que yo te ordene... sin remordimientos... sin ablandarte. siendo lo mas imlacable posible...
ella cerró los ojos e intentó calmarse, lo había hecho millones de veces con este hombre... y con muchos mas... ¿entonces porque ahora le dolía hacerlo sin amor, sino por obligación? -rememoró su encuentro con Dulce- ya sabía porque... -trató de no perder el control de su cuerpo cuando el empezó a acariciar su pecho- la razón era porque había visto el amor... lo había visto en los ojos de Dulce al ver a Christopher... y en los ojos de Christopher al mirar a esta misma...
ellos se amaban... y ella estaba encargada de ponerse en la mitad de ese amor...
tendría que ser la causa de la separación de aquella pareja, debía engatuzar, mentir... importunar... y todo porque le pertenecía a aquel hombre que, en ese momento arrancaba, literalmente hablando, la ropa de su cuerpo... aquel que, ella había creído, era su salvación; cuando en realidad todo era lo contrario... él era su perdición.
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llegó a su casa y tan solo cerrar la puerta tras ella de sus ojos lagrimas comenzaron a brotar... no quería saber de nada ni nadie... no quería saber nada mas de misiones, ni de nada... solo quería -suspiró- solo quería tirarse en su cama y no despertar nunca...
dió unos pasos dentro de la sala de su casa, pero sus piernas temblaban, así que se dejó caer en un sofá mullido que estaba a su lado, abrazando sus propias piernas, de tal manera que quedase en posición fetal sobre los suaves cojines del colchó.
lágrimas salieron de sus ojos, una tras otra, y se abrazó aún mas fuerte a si misma, rememorando lo que había sucedido aquel día...
ella se había asincerado, había dicho toda la verdad, cada palabra había brotado de sus labios, contando cada instante de su vida, contando sus razones... contando todo lo que había necesitado contar... -cerró los ojos- y él no había dicho una sola palabra, no la habia abrazado, no la había besado... y demonio, cuanto había necesitado asi fuese el contacto de su mano acariciando su hombro.... pero no había obtenido eso...
el rostro de él estaba congelado... y ella pensó que lo que él necesitaba era solo un poco de tiempo para organizar su cabeza... pero Dios!, cuanto le dolía verlo frente a ella sin decirle una sola palabra... le dolía no conocer su interior, no saber que era lo que él estaba pensando... no saber si la miraba que él le brindaba contenía rabia, o dolor, o remordimiento.... ¡¿que?!...
sollozó, y de nuevo una lagrima rodó por su mejilla... no debía llorar... se había dicho a si misma, no debía llorar porque nada estaba dicho, porque no sabía cual había sido la decisión de Chris... porque ella misma había sido la que se había ido sin dejarle si quiera un tiempo para digerir toda la información que le había dado... porque ella misma había visto el "quedate" que le suplicaban sus ojos... pero no le había hecho caso...
y era estu*pido llorar por muchas cosas mas... pero no lo podía evitar...
quizás fuera porque en su entrenamiento había aprendido a guardar sus emociones en lo mas profundo de sí... aprendizaje que había aplicado y que de seguro justificaba su llanto, ya que tantas emociones habían revasado su cajón interno... que, lo sucedido aquella noche, se habia convertido en un disparador... en un arma corto pulzante que lo que había hecho era hacer que sus emociones salieran a flote, haciendola llorar como una magdalena...
pasaron unos minutos... y ella se dió cuenta que podía controlar su propio cuerpo, y que sus lagrimas se habían secado... asi que se acomodó en el sillón, dispuesta a levantarse... cuando el sonido de su celular la hizo sobresaltar... era un mensaje de texto, y de seguro este era de su compañia de telefonía...
pensó en no revisarlo... irse a dormir... pero la curiosidad pudo mas que ella... y sacando su celular de su bolso, leyó el mensaje...
"PERDÓN, FUI UN ESTU*PIDO... QUERÍA QUE TE QUEDARAS. Chris"
ella sonrió, no pudo evitarlo, y luego de besar la pantalla del celular, tomó su bolso y salió corriendo escaleras arriba... él se había disculpado... él habría querido que ella se quedara... él.... él la amaba... -sonrió- no había nada de lo cual temer ¿verdad?... de aquí en adelante todo DEBERÍA de ir bien...
se acercó a él, le veía cansado, muy cansado, y además irritado... su corbata estaba un poco suelta, su cabello un poco alborotado, y podía ver el asomo de una barba de un dia... una corriente pasó por la espina dorsal, solo una vez lo había visto, y eso había sido cuando lo encontró borracho... en esta misma oficina...
solo que ahora no estaba borracho, sino en sus cinco sentidos... así que, de seguro, no intentaría sobrepasarse con ella.... -frunció el ceño mientras recordaba la noche anterior y una sonrisa se asomó en sus labios- en realidad... después de lo sucedido la noche anterior entre ambos lo mas seguro es que lo intentara, a menos que, lo que sea que estubiese revisando, fuese muy importante...
él levantó la mirada, y sus ojos se encontraron los de ella... haciendo que, un segundo despues, su mueca de preocupació y enojo se transformara en sonrisa... ella se alegró de haber influido, asi fuese un poco, en él, de tal manera que el enojo se transformara en alegría...
Annie: estas un poco... -dudó en encontrar la palabra-
Poncho: ¿desalineado? ¿no yo?... -continuó por ella, la cual asintió- Derrick me trajo unas cuantas copias del libro de contabilidad de Anibal -explicó mientras ella se sentaba en la silla frente al escritorio de él- he estado revisandolos toda la tarde, pero no encuentro nada, y realmente me estoy cansando...
Annie: -apoyandose en el escritorío de él- ya veo... ¿y si te ayudo a revisar...? de pronto yo vea algo que se te haya escapado -el enarcó la ceja y ella rió- ¡vamos! tenme mas confianza... ¿que te cuesta aceptar un poco de ayuda?...
Poncho: no, si no pensaba en ello... -se levantó de su asiento y dió la vuelta al escritorio hasta apoyarse en este, viendola de frente- me preguntaba porque te habias sentado tan lejos -le acarició el rostro, tintandose este de un rojo intenso-
Annie: e... este... -tartamudeó y empezó a jugar con su cabello, nerviosa- estamos en la oficina... -tragó seco mientras él se agachaba hasta quedar a su altura- y... y no es apropiado...
Poncho: ¿que no es apropiado...? -preguntó lentamente y con una voz ronca, que hizo que a ella le pasara una corriente electrica por toda su piel- ¿que estemos cerca...? -acercó su rostro al de ella- ¿que te diga cuanto te quiero? -le dió un beso lento en la mejilla, cerca a la comisura del labio- ¿o que te bese...? -le dio un rapido beso, directamente en los labios- ¿o que hagamos el a....?
Annie: -levantandose de un brinco- ¡¡¡estamos en tu oficina!!!
Poncho: -levantándose también, pero mas lentamente- y por tanto puedo hacer lo que quiera, porque es mi oficina... además, no hay nadie fuera, son las nueve de la noche...-la estrechó contra sí- y aún si la hubiera me importaria un bledo...
ella sintió un escalofrio recorrer todo su cuerpo, y se humedeció los labios nerviosa... ah Dios... ¿como decirle no si la miraba así? ¿como decirle no si sus manos empezaban a danzar por su cintura? ¿como decirle que no cuando lentamente su rostro se acercaba hacia el suyo....? ¿como.....?
se apartó rápidamente del agarre de él, y deseó no haberlo hecho, ya que sus piernas eran gelatina.... pero, antes de que él se acercara a abrazarla de nuevo, se sostubo con el espaldar de la silla en la que, hace un par de minutos, estaba sentada.
Poncho: -sonriendo, casi divertido- ¿que te sucede...?
Annie: estamos en la oficina... -dijo ella como si eso explicara todo... pero él solo se encogió en hombros como si preguntara un "¿y...?"- y.... y estabas revisando los papeles de Anibal... -él hizo una mueca y volteó a ver a la pila de papeles amontonados sobre su escritorio-
Poncho: he revisado uno a uno esos papeles... y no encuentro nada fuera de lo normal... -se acercó a ella y la tomó de la cintura- realmente estoy cansado de ver números -hizo una pausa, acariciandola con su mirada, hasta el punto que ella tuvo que sostenerse en los hombros de él, puesto que sus piernas comenzaban a flaquear con fuerza- y si te soy sincero, los números me gustan, pero en un momento se vuelven un dolor de cabeza...
ella quizó reclamar algo, quizás decirle que le bajara dos rayitas a su cachondés, pero en ese mismo momento él atrapó sus labios con los suyos propios, y lo unico que pudo emitir fue un leve gemido mientras el la abrazaba mas fuertemente, pegándola contra su cuerpo... ella gimió más fuerte y el rió mientras alzaba el peso de ella hasta sentarla sobre el escritorio...de tal manera que sus labios abandonaron los de ella, y recorrieron su cuello haciendo que esta suspirara fuertemente...
se olvidó del mundo... de todo... de donde estaban, de lo que deberían estar haciendo... y se perdió en las caricias que él le propiciaba... a tal punto que su cuerpo se arqueó por si solo, como si se ofreciera en un tributo... como si... como si este supiese quien era su dueño...
gimió... lo deseaba... con todas la fuerzas... lo deseaba tanto que hasta le dolía...
él detuvo sus besos y respiró hondo... sus ojos estaban oscurecidos por la pasión, y ciertamente estaba ejerciendo mucho de su autocontrol para detenerse...
Poncho: tienes razón... -dijo con la respiración acelerada- acá no podemos -se apartó más y cerró los ojos- si... si salimos ahora llegaremos rápidamente a mi apartamento, o al tuyo... no importa, aunque realmente prefiriria ir al mío que esta mas cerca... y...
ella sonrió... nunca había visto o pensado ver a Alfonso divagando... y verlo hacer esto le hacia pensar en que tal vez ese cambio si se estaba dando y que tenían muchas posibilidades...
Annie: vamos a tu apartamento... -dijo ella cortando las divagaciones de él y, luego de acomodarse la blusa y algo del cabello, bajó rapidamente del escritorio, sintiendo el ruido de sus zapatos de tacón pisando un papel... tanto ella como Alfonso miraron hacia abajo... hacia aquel papel... como si este fuese un imán para sus ojos...
él se agachó a recogerlo, y ella se hizo a un lado para permitirseló... una vez haberlo levantado el comenzó a leerlo; debía ser otro de los papeles de la contabilidad que trajo Derrick... un papel que él debía no haber leído, porque su ceño se frunció de inmediato....
no quizo decir nada... tenía que esperar a que él terminara de leer...
Poncho: interesante... -dijo luego de un par de minutos, y ella estuvo a punto de preguntarle ¿¿el que?? pero él respondió antes- acá hay una inversión muy grande en nombre de un tal Camilo Ducon... muuuuuy grande... -le mostró a Annie el papel y ella abrió los ojos como platos... mientras su mandibula caía- y ¿sabes que es lo que me parece curioso...? -ella negó con la cabeza- ví ese mismo nombre en muchas de las hojas... aunque nunca era una cantidad tan significativa como esta...
Annie: ¿será un socio...?
Poncho: no se... -se pasó la mano por la nuca como si sintiera una fuerte tensión en esta- la verdad no se... pero creo que lo averiguaré... -tomó su celular y, luego de buscar el número de Derrick, le marcó- ¿Derrick? -pregunto luego de unos segundos de silencio- si... necesito que me respondas una pregunta... ¿sabes quien es Camilo Ducon? -éste respondió negativamente- necesito que centres la investigación en ese nombre... necesitamos averiguar quien es... -hizo otra pausa- ah ¿habias quedado de ir a casa de Anibal mañana...? -otra pausa- ok...! entonces trata de averiguar un poco más de este hombre... puede ser una pista muy importante...
unos segundos después él colgó el teléfono y el silencio reinó en la habitación... ella suspiró...
Annie: creo que... iré a mi casa, ambos necesitamos descansar... -ella empezó a caminar hacia la puerta, pero el la detubó por el brazo... haciendole girar a verle...-
Poncho: ¿quien dijo que había cancelado la ida a mi apartamento...? -le dijo con una sonrisa picara en los labios-
Annie: p-pense... que... -tartamudeó ella- que ya no querrias...
Poncho: no saques conclusiones sin preguntar antes... esta será nuestra celebración -le dió un rápido beso en los labios y se separó de ella para verla sonreir- ¿vamos? -preguntó pícaro, y ella asintió. Entonces, tras gradar los papeles en un cajón que cerró con llave, omitiendo, claro esta el último de estos, para guardarlo entre sus papeles personales... tomó algunas cosas de su escritorio, y salió de la oficina, de la mano con Annie, cerrando la puerta tras de sí.

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