Sipnosis

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Tacones altos cuyas cuerdas subían por sus piernas como enredaderas, esas piernas tan bien
torneadas que pareciera que estaban diseñadas para seducir. Aquel vestido que llegaba justo donde
debía de llegar, tapando lo que tenía que tapar pero incitando a la imaginación.
Tomo un trago de su whisky, se le estaba secando la boca. Aquel vestido ceñido a su cuerpo y que
prácticamente empacaba al vacio sus perfectas curvas... su cabello rojo... iluminado casi que
intencionalmente por las luces del salón y que acariciaban sus brazos sin ningún tipo de pudor... esos
brazos que debieron haber sido esculpidos por el mejor artista. Se dio la vuelta.
El trató de fingir que miraba distraído su copa de whisky, pero sus ojos volaron hacia su rosto. ¿Quién
carajos era esa mujer? Esa Diosa... esa ninfa tan perfecta... con labios carnosos que lo hacían desear
besarlos... con aquellos ojos que, como un par de imanes, lo tenían atrapado... y ese cuerpo que debía
de ser clasificado como prohibido. Era un peligro para los hombres que allí se encontraban. Un
camarero que tenía en su mano una bandeja con refrigerios paso a su lado y, al quedarse embobado
viéndola, no vio hacia adelante, tropezó con un invitado, haciendo que todo lo que llevaba en la
bandeja cayera sobre este. Hubo un caos, pero ella siguió caminando como si tuviese un objetivo.
Él se levantó y se decidió a interceptarla... era hermosa... y la quería para él, así fuera solo esa noche,
o todas las que le siguieran. Tomó un trago del whisky y dejó el vaso sobre la barra y caminando tras
su objetivo. En cuanto tuviera la oportunidad la tomaría del brazo y la giraría hacia él.
Ella empezó a adentrarse al área VIP. Bien podría con eso, de algo le serviría ser el hijo del mayor
magnate de petróleos del continente. Entró tras de ella y la siguió, pasando por personas muy importantes de la farándula y empresarios de alta talla. Su padre había organizado aquella fiesta.
¿Cómo no esperar que estuviera todo el jet set del país y hasta de otros países?
Bajó la velocidad al ver que ella daba la vuelta en una esquina, y luego de unos segundos hizo la
misma acción para quedarse paralizado ante la visión que tuvo. Ella sentándose en la mesa de... de ¿Su Padre?

Armas de Seducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora