¿que se puede decir?... nada... ambos se miraron a la cara y él supo que no debía preguntar... podía ver esa súplica en los ojos de ella, podía sentir como ella se había tensado ante aquella pregunta, de tal manera que sonrió, recibiendo una sonrisa de los labios de ella en respuesta...
no se sentía enojado porque ella le hubiese ocultado ese detalle... es más, se sentía en el paraiso... saber que su padre y ella no habían consumado nada le quitaba un peso enorme de sobre sus hombros, es más, el saber que era el primero en explorar el interior de aquella mujer lo llenaba de orgullo... pero debió de haberle dicho, así no hubiese sido tan salvaje... en realidad temía por su bienestar, temía por haber sido tan bru/to que la había lastimado...
Dulce: estoy bien, no me has lastimado... -le acarició el rostro- solo no te detengas... sigue, porfavor... -mirándole directamente a los ojos-
él asintió, y sacó lentamente su miembro del interior de ella, para arremetir lentamente de nuevo, tal vez en compensación por haber sido tan brusco en un comienzo, se volvió a apartar,y volvió a entrar lentamente, ella jadeaba, y él trataba de mantener su cordura para mantener el movimiento lento de sus caderas contra las de ella, sus jadeos se hicieron cada vez más fuertes, concorde los movimientos de él también se aceleraban, poco a poco las estocadas empezaron a hacerle gritar y echar el rostro hacia atrás, mientras el relamía sus pechos.
se sentía volar, sus sentidos estaban al 100 mientras él seguía arremetiendo contra ella y apreciando su cuerpo cons sus manos y sus labios; el mundo se vonvirtió en una espeza neblina, y nada importaba mas que las caricias que él le propiciaba... su piel se sensibilizaba, con cada toque... sentía correr por todo su cuerpo una fuerte corriente, diferente a todas las que había sentido antes, sintió como él miembro de el se resbalaba en su interior, y casi gritó cuando él con sus dedos empezó a acariciar el montículo sensible de piel, que ardía de pura pasión.
ella curvó su cuerpo y tomó en sus manos, con fuerza, las sabanas de la cama, buscando un punto de apoyo para sobrellevar aquella sensación mágica y embriagante que, sabía ella, estaba pronta a llegar, la podía sentir, crecer en su interior, con cada vez más fuerza mientras el seguía empujando, mas fuerte, más.... le falló la respiración y su cuerpo se tenzó enviandole a un viaje casi que mágico... dejó de pensar, dejó de moverse, dejó de escuchar los sonidos que viajaban en la habitación, solo un grito que surgió desde lo mas adentro de su cuerpo fue el aviso del abismo del que se había tirado, y solo lo sintió a él empujar dentro de ella una y otra vez hasta que se tenzara sucumbiendo al mismo estupor al que ella se encontraba...
segundos despues el se dejó caer hacia un lado, saliendo de su cuerpo, y tratando de controlar su respiración acelerada, mientras ella estaba tan relajada que sintió poco a poco se quedaba dormida...
Chris: -haciendole un besito de osito polar {los de naricita con naricita que le gustan a Ucker}- no te duermas Dul...
Dulce: ¿mmm?... -fue lo unico que pudo pronunciar mientras se arrecostaba contra el pecho desnudo de él...
Chris: -luego de besarle en la frente- tengo que ir al baño a botar el condón -volvió a besarle la frente- ya vuelvo bella...
ella no respondió, más sin embargo sintió su ausencia, se estrechó contra el colchón tratando de encontrar su cuerpo, y al no hacerlo, abrió los ojos lentamente, estaba en la mitad de aquella cama, acostada, siendo que solo una sabana delgada color gris pálido cubría su desnudo cuerpo, miró al techo y llenó sus pulmones del sutil y embriagante olor a colonia de hombre y canela, intentó levantarse para buscarle, pero aún su cuerpo estaba muy cansado, de tal manera que desistió de su idea, es más, al fondo podía escuchar el sonido de la regadera del baño, asi que supuso que debía de estarse bañando.
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Se levantó de la cama dejando tras él a aquella mujer de cabellos negros y lisos como la seda, esa mujer poseía un cuerpo estructural, unas piernas largas, y unas caderas que no tenian que envidiarle a las de ninguna otra mujer, su cintura era delgada, sus pechos voluptuosos, su piel era canela y sus ojos eran de un verde intenso, de aquellos que hipnotizaban a aquellos que se acercaban a ella. Anival se abotonaba la camisa mientras dejaba la habitación, mientras ella, con una gota de sangre escurriendose de una de las esquinas de su labio, y un par de moretones... uno en su mejilla, y otro, que se tapaba con cuidado mientras subia su chaqueta de cuero por su brazo...
fue hacia la cómoda y tomó un paquete de billetes, los contó y guardó en su bolso, para luego sacar de este su estuche con maquillaje, y mirarse en el espejo...
La dragona: es un bru*to... -dijo mientras se secaba la gota de sangre con una servilleta y se empezaba a maquillar el moretón de su mejilla- pero paga bien... -dirigió su mirada a los billetes que sobresalian de su bolso...-
se quejó al sentir ardor en el moreton de su mejilla tras empezar a aplicarle base, y luego aguantó gritos mientras se echaba los polvos y un toque de blush...
La dragona: listo... -admirandose en el espejo- si no fuera por la hinchazon diría que no ha pasado nada... -guardó su maquillaje y acomodó su cabello, mientras salía de la habitación, con lo que le había dado Anival podría tomarse la demás noche libre...
Él entró a su despacho y echó a un lado los papeles de su escritorio, para tomar de su mini-bar un whiky y tomar un trago... Maldi*ta fuera Dulce...! ella era la que debía de estar esa noche con él y no la dragona... queria tenerla, poseerla.... quería oirla gritar, gemir... diab/los! -estrelló el vaso de whisky contra el piso- estaba cansado de esperar... esa mujer lo volvía loco, y no iba a descansar hasta someterla a él...
"y cuando Anival Casillas quería algo lo obtenía... sin importar los medios" -se dijo, mientras una sonrisa maléfica se asomaba en sus labios...
pero necesitaba una estrategia... -tiró fuera de la mesa todos los papeles que allí se encontraban en un impulso de rabia- mald*ita sea...! tenía que conseguir que esa mujer se acostara con él... ¿pero como?... se lo había pedido de todos los medios posibles...y ella seguía inventando estu/pidas razones para alejarse de él...
¿un evento?... mald/ita fuera ese dia no había eventos de moda en la ciudad... por algo siempre estaba informado... ¿y si lo estaba engañando con otro?... literalmente se rió de su propio pensamiento... lo más seguro es que estubiese en una cama con otro hombre... nunca había creído en la integridad de las mujeres, en lo único que creía era en que todas eran unas zo*rras que lo unico que quieren es dinero...así era la madre de Christopher y la mandó a la calle sin nada por esa misma razón, asi era la dragona... que se dejaba hacer lo que quisiese por un simple gajo de billetes... y así era Dulce... que lo unico que quería era hacerse desear mas... para que él siguiera dándole mas...
"dos pueden jugar a ese juego"... pensó Anival y se propuso un plan de acción... como los tigres acorralaría lentamente su presa, le haría pensar que esta segura... que no le va a pasar nada estando con él, iba a ser el mejor hombre del mundo, iba a ser la encarnación de algún papa de los años pasados, pero en cuanto ella se descuidara, en cuanto se sintiera confiada, él atacaría, el la encerraría entre sus brazos y la haría suya una y otra vez... ya fuera a las buenas o a las malas...
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El volvió a la habitación y la vió como la diosa que era, envuelta entre las sabanas, con la mirada perdida en algún punto lejano del techo...
Chris: deberías darte un baño... el agua esta deliciosa... mientras yo cambio esas sabanas... (en una parte de estas se podía ver la mancha roja, muestra de la virginidad perdida)...
Dulce: -dirigiendo su mirada a él y relamiendose los labios- no se si pueda levantarme... -sonrió, y el mundo entero de él se iluminó- estoy muerta...
Chris: -sentandose a su lado y acariciando su rostro- darte un baño te hará bien, además, pediré algo de cenar mientras lo haces... -ella volvió a sonreir y usó su fuerza para sentarse en la cama, lo miró extasiada- ¿que quieres que pida? -le acarició el rostro- ¿pizza?... ¿arroz chino?... ¿sushi...?
Dulce: -sonriente- me encanta el sushi...
Chris: -luego de un beso furtivo- a mi también... ¿entonces sushi?... -ella asintió- ¿de cual...?
Dulce: levantándose de la cama cubriendose con la sabana- lo dejaré a tu gusto... -él rió- voy a hacerte caso y me bañaré... -sintió las manos de el sosteniendo la sabana-
Chris: necesito la sabana para meterla en la lavadora -sonrió al ver como ella se ruborizaba- tranquila Dul... ya vi lo que tenía que ver, además... -se levantó de la cama y se puso en frente de ella, tomándole las manos y obligandole a soltar la sabana, de tal manera que esta se deslizó rapidamente por su cuerpo- te ves mas hermosa desnuda... me encanta ver tu cuerpo.. y me encanta sentirlo con mi tacto... -empezó a deslizar su manos por su cintura, mientras se veían fijamente a los ojos-
él hizo todo lo posible por contenerse y se apartó de ella mordiendose el labio... se veía tan hermosa... tan perfecta... ese cuerpo superaba a cualquier otro cuerpo de mujer que había visto en su vida, ese cabello alborotado por la pasión de aquella noche podía agritos ser acariciado, y aquella pequeña gota de lipstick que quedaba en sus labios buscaba ser limiada, lentamente, por sus dedos.
Chris: ve a bañarte Dul... -le acarició el rostro- llamaré a pedir el sushi, y luego organizaré la cama para nuestro segundo round...
Dulce: ¿segundo round?... ¿va a haber un segundo round?...
Chris: mi niña...si nos da el tiempo serán 2 o 3 rounds más esta noche...
Dulce: -ensanchando sus ojos- ¿es una amenaza?
Chris: -Negando con la cabeza- no... no es una amenaza -sonrió maléficamente- es una promesa...
ella sintió una corriente por todo su cuerpo, y él no pudo evitar apreciarla, de arriba a abajo, cuando ella se dió la vuelta y se adentró en el cuarto de baño... si... definitivamente, deseaba con el alma a esa mujer...
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Annie se encontraba recogiendo unos papeles de su escritorio, los iba a revisar aquel fin de semana en su casa, y necesitaba hacerlo rápido, ni por equivocación quería encontrarse con Alfonso... y no solo porque nadie mas se encontrase en las oficinas de la OSN ese día a esa hora, todos o estaban en alguna misión o descansando en su casa, miró su reloj, las 9:24 pm... ¿que estaría haciendo Dulce...?, se rió de su propia pregunta, era más que obvia la respuesta... ¿que mas estaría haciendo que echandose un buen polvo con el hijo de Anival... algo peligroso, claro está, pero sabía que no debería intervenir en esos aspectos, al fin y al cabo ella sabe lo que hace, es adulta y profesional... de seguro encontraría una forma de conservar este idilio en lo oculto...
Alfonso: -entrando a la oficina- ah disculpame Anahi... no sabía que estabas aquí...
Annie: por si te falla la vista esta es mi oficina -manteniendo su máscara fría y dura, mientras por dentro no era mas que gelatina-
Alfonso: es un poco tarde... -tratando de no mirarle, llevaba toda la tarde pensando en ella... y ahora... estaba allí, a las 9 y no se tantas de la noche, con una falda rosada, una blusa blanca y una chaqueta rosa de cuero... demo/nios cuando estaba vestida como agente de la OSN podía controlarse... pero así... se volvía loco...- solo pensé que se te había olvidado apagar el foco y venía a hacerlo... -apartó la mirada de las curvas de ella al darse cuenta que estaba a punto de babear...-
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Armas de Seducción
FanfictionTacones altos cuyas cuerdas subían por sus piernas como enredaderas, esas piernas tan bien yorneadas que pareciera que estaban diseñadas para seducir. Autoría: @tikapradi