Nick escupió su bebida y empezó a toser sin poder detenerse.
Ehan lo observaba con diversión mientras que Alex lo veía de forma extraña.
— ¿De que estas hablando?— pregunto Nick una vez se logró calmar.
—Soy padre de un par de gemelos de cuatro años— Ehan metió su mano en su bolsillo y extrajo una foto de sus hijos para enseñárselas a sus amigos.
— ¡Joder!...— dijo Nick.
—Definitivamente son tuyos— respondió Alex.
Ehan le explico todo; desde el principio; como conoció a Hanna, y que por que nunca se las presentó.
—Ahora entiendo por qué nunca aparecías los viernes — le dijo Alex.
— ¿Así que... gemelos?— pregunto Nick sin poder creerlo— y yo que creía que el ultimo en sentar cabeza serias tu; porque obvio que te casarás con la madre de los gemelos ¿Verdad?
Ehan se quedó callado y bajo la mirada.
—Ehan, ¿Acaso ya no la amas?— le preguntó Alex con tacto.
—La amo, chicos— declaró levantando el rostro— nunca la deje de amar; por eso sufrí tanto cuando creí que se había acostado con Marco. La he tratado de olvidar y nunca lo logre y ahora...ya no puedo hacer nada...
—Pero sus hijos lo unirán para siempre ¿Por qué no se dan otra oportunidad?
—Por qué ella está casada.
Alexander y Nick guardaron silencio; esa situación era horrible y el simple hecho de pensarlo hacia que ellos tuvieran pena de Ehan.
Amar de esa forma a una mujer; y conocer el daño que uno como hombre le ha hecho es un castigo. Pero es mucho peor cuando el daño fue a propósito por una estúpida mentira.
— ¿Y qué piensan hacer con los niños?— pregunto Nick.
Ehan les explico lo que hablo con Hanna y les explicó la compra-venta de BiTec.
Sus amigos también lo tacharon de loco, pero comprendieron el motivo, ellos en su lugar tal vez hubieran hecho lo mismo.
—Te entiendo pero no estoy de acuerdo— le dijo Alex— Hanna se ha de sentir amenazada, tu eres su jefe y el de su esposo. Posees completo control sobre ellos.
—Pero jamás ocuparía ese poder para coaccionarla Alex, todo lo que he hecho es para ayudarla. Quiero darle una vida mejor...la vida que se merece.
Después del almuerzo Ehan se sentía mejor por haber hablado con sus amigos.
Ellos lo apoyaron de que luchara por su familia y así lo haría.
Pensó un momento en ir a la empresa pero no tenía ánimos de trabajar; pero si de ver a sus hijos.
Una idea se formó rápidamente en su cerebro y le hablo a Hanna para ver cómo estaba.
—Buenas tardes; presidencia BiTec.
—Hanna, soy yo— le dijo Ehan únicamente.
Después de que él le dijera que no llegaría ella no esperaba que la llamara en todo el día.
—Digan señor Hilton. En que le pudo ayudar.
Ehan sonrió al escucharla; Hanna era una luchadora empedernida y jamás aceptaría lo que ocurre entre ellos.
—Tienes la tarde libre; no llegare así que te puedes ir ya.
— ¿Qué?
Hanna sospecho de esa orden; Ehan Hilton era un hombre calculador y no había nada que el hiciera sin una doble intención.
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Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3
RomanceSi tu hermano te afirmara que se acostó con tu prometida. ¿Le creerías? El mundo de Ehan Hilton se vino abajo en el momento que las fotos de su hermano y su prometida juntos llegaron a sus manos; pero mas lo destrozo fue el que su propio hermano se...