Stephen no apartaba la mirada de su hijo. Ver como jugaba con sus nietos hacía que una sonrisa se colocara en su rostro y un sentimiento de familiaridad en su corazón. No podía explicarlo. Era un sentimiento que cada persona debía vivir para poder entenderlo.
En ese instante no le importaba tener que soportar a Hanna Kelly con tal de poder conocer a sus nietos y recuperar a su hijo. Él sabía que no había tomado las mejores decisiones, pero todo lo había hecho por el bien de Ehan.
El recordaba cada segundo de aquella tarde en la que esa pequeña cazafortunas entro en sus vidas. Cuando su hijo declaro que no se casaría con Giselle y que su única novia era Hanna Kelly... se decepciono.
Él siempre había luchado por darle lo mejor a sus hijos y no quería aceptar que su primogénito estuviera interesado esa chiquilla tonta. Pero todo fue peor cuando Giselle fue a hablar con él, unos días después.
Al parecer, su nuera, había escuchado a Hanna hablando por teléfono mientras alardeaba sobre los millones que obtendría si se casaba con Ehan.
Esa fue toda la confirmación que necesito para saber lo que esa rubia de ojos verdes quería con su familia. Pero ahora recordando todo...habían cosas que no tenían sentido. Él siempre pensó que Hanna había abortado, si no ¿Por qué motivo no había regresado a pedirle más dinero?
Observo a sus nietos y agradeció sinceramente que ella no se hubiera desecho de ellos.
Giro su rostro y le mando una mirada a Hanna; esta seguía hablando con Scarlett y Marco. Aprovecho que no estaba en su mira y bajo al jardín. No desaprovecharía la oportunidad. Estaba nervioso por lo que estaba a punto de hacer.
Se acercó más y los tres giraron a verlo, fue algo increíble ver dos pares ojos azules idénticos y un par verde mirarlo.
— ¿Quieres Jugar abuelo? — pregunto Matt acercándose a él.
Ehan frunció el ceño en desaprobación. No estaba seguro de cómo se sentía de tener a su padre cerca de sus hijos; pero de algo estaba seguro. No permitiría que les hiciera daño, ni a ellos ni a Hanna.
—El abuelo está muy cansado Matt. No puede jugar— dijo Ehan mirando directamente a su padre para que comprendiera el mensaje y se alejara.
—Puedo intentarlo... —dijo Stephen ignorando a Ehan y observando a los gemelos. Quería estar con sus nietos a pesar de que su hijo no estuviera de acuerdo.
— ¡Si! — gritaron felices sin notar la cara de molestia de su padre.
—Yo quiero hacer equipo con el abuelo— dijo Matt corriendo al lado de Stephen.
—Y yo con papá— dijo Dony abrazando por las piernas a su padre.
Ehan solo apretó los puños para evitar levantar una escena frente a sus hijos. Giro su rostro y observo como Hanna y Scarlett los estaban observando.
Él no estaba seguro de cómo se sentía su chica, pero lo que menos quería era molestarla.
En ese momento Hanna se separó de Scarlet y bajo hacia el jardín. Iba con la espalda recta y los hombros tensos.
—"Está molesta" — pensó Ehan.
—Vuelvo en un momento, comiencen sin mí— les dijo a sus hijos y a su padre.
Los pequeños solo asintieron y comenzaron a explicarle a su abuelo como seria.
Ehan se alejó para poder hablar con Hanna sin que su padre, ni nadie escucharan.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3
RomanceSi tu hermano te afirmara que se acostó con tu prometida. ¿Le creerías? El mundo de Ehan Hilton se vino abajo en el momento que las fotos de su hermano y su prometida juntos llegaron a sus manos; pero mas lo destrozo fue el que su propio hermano se...