Cuando Hanna llegó el lunes a la empresa, noto una serie de murmullos por todas partes.
Algunos estaban hablando en grupos y otros en parejas pero parecía como si fuera la noticia del siglo. ¿Qué había pasado?
Prácticamente nadie se dio cuenta de ella y logro llegar a su puesto; no sabía que estaba pasando pero sabía cómo averiguarlo.
Dejo sus cosas y camino hacia la cocina por un café y tal como espero, Sarah se encontraba ahí rodeada por un grupo de chicas.
¿Qué estaba pasando?
Hanna se sirvió su café y saludo a las chicas con educación, cuando Sarah la vio, se disculpó con el grupo y camino hacia ella con una sonrisa.
—Ya estás aquí. Me muero por contarte lo que paso— dijo excitada.
A Hanna no le extrañaría si se pusiera a saltar y a correr de un momento a otro.
— ¿Que sucede? — pregunto con una sonrisa, la alegría de Sarah era contagiosa.
—El señor Hilton me invito a salir.
Y con esa frase muere su alegría.
— ¡¿Qué?! ¿El...él te invito a salir?
— ¡SI! Yo tampoco lo podía creer, una vez entro en la empresa me fue a buscar a mi cubículo y me pidió una cita para esta noche; yo... Hanna estoy tan feliz; al final logre lo que quería— Dijo orgullosa.
—Pero... pero ¿y tú fisicoculturista?
—En el pasado. Era increíble en la cama pero necesito probar al jefazo para saber qué tal.
Hanna estaba sin palabras. Ehan le había mentido, el si estaba interesado de Sarah.
—Yo... me alegro mucho por ti...
—Gracias — se lanzó a abrazarla— necesito que me informes si alguna tipa le habla o si otra mujer lo busca ¿Si?
—Sarah. Yo no puedo....
—Vamos Hanna. Eres mi amiga y necesito tu ayuda para proteger lo que ahora es mío.
Ella apretó los dientes para evitar gritarle que no era suyo. Pero ella no tenía ningún derecho a hacerlo porque Ehan tampoco era de ella. Era un hombre soltero con todo el derecho para hacer lo que él desea.
—Claro, te avisare.
—Gracias, gracias, gracias. Ahora debo irme; es el mejor día de mi vida— con eso salió de la cocina.
Hanna se apoyó en la encimera un momento; no podía creer que Ehan quiera salir con Sarah.
¿Dónde quedo el "Voy a luchar por ti"? Mentiras. Puras mentiras.
Era una ingenua por creer que de verdad Ehan quería luchar por ella. Pero ¡AH! ¡DEBERIA DE ESTAR FELIZ!
El ya no estaba detrás de ella y podía cimentar una buena relación de amistad por el bien de todos.
Regreso a su puesto y entro directamente a la oficina de Ehan para darle su café.
Ehan se encontraba sentado detrás de su escritorio digitando unos documentos; Hanna trato de ignoras la forma en la que le entallaba el traje ya que de seguro que está hecho a su medida.
¿Por qué demonios debía ser tan guapo? ¿No podía salirle barriga y quedarse calvo?
—Aquí tiene señor Hilton; su café— lo coloco sobre su escritorio y se giró para salir.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3
RomanceSi tu hermano te afirmara que se acostó con tu prometida. ¿Le creerías? El mundo de Ehan Hilton se vino abajo en el momento que las fotos de su hermano y su prometida juntos llegaron a sus manos; pero mas lo destrozo fue el que su propio hermano se...