Un fuerte estruendo había llegado a los oídos de Julian, haciéndolo despertar abruptamente, quien solamente se encontró con una fuerte lluvia al mirar a la ventana.
Refregó sus ojos y miró a su izquierda. Natalie aún seguía en un profundo sueño, con su rostro entre las esponjadas almohadas.
Tratando de hacer el menor movimiento, se destapó y se levantó.
No se sentía con ganas de ducharse, y sin importarle, se vistió con algo muy casual, tal vez de las pocas veces en las que usaba la playera roja con un estampado de Coca-Cola, misma que le había sido regalada por su amigo Fabrizio años atrás.
Entró al baño, cepilló sus dientes y se rasuró los pequeños vellos que habían comenzado a salir por su rostro.
Cuando estuvo listo, salió de su habitación, cerrando la puerta cautelosamente para no despertarla.
Bajó las escaleras, con el deseo de ir solamente por un vaso con agua, pero para su sorpresa de encontró con Octave.
Octave era uno de los hombres de mayor confianza de John y generalmente solo era requerido para las tareas que ensuciaban las manos. Por lo que no era de extrañarse que Julian se alarmara al verlo ahí, justo después del último escalón, como si lo hubiera estado esperando.
—Joven ¿puedo hablar con usted?— agregó, siempre con esa voz que inspiraba seguridad.
—¿Sobre qué?— Preguntó Julian frunciendo el ceño y colocándose frente a él.
Octave tomó aire, como si le costara trabajo externar lo que tenía en mente.
—Sabes... tu padre se enteró de lo que tienes con Natalie.
Tarde o temprano, John se enteraría, eso Julian lo sabía muy bien, pero aún no tenía ningún plan para lidiar con ello.
—Ajá— dijo para alentarlo a seguir, aunque su corazón se estrujara por dentro.
—Él me ordenó que la asesinara... pero pensé en decirle a usted primero, ya que parece en realidad la quiere mucho y yo no puedo hacerle eso a una niña inocente.
Julian cruzó sus brazos y se recargó en la pared.
—No sé por qué siempre se empeña en hacer cosas así— dijo en referencia a que nunca lo dejaba en paz y se entrometía en su felicidad.
—Dice que ella es mala influencia para usted.
—Él es mala influencia para mí.
Julian había llegado al borde de su paciencia y se rehusaba a que algo malo le pasara a su amada.
—Gracias por la confianza— le dijo Julian con una sonrisa, realmente agradecido —Ahora, tendré que hacer algo al respecto.
Sin esperar una respuesta por parte de Octave, Julian subió las escaleras y recorrió el pasillo hasta llegar a La Oficina de John.
Tomó asiento frente al escritorio, sacó una hoja blanca y usando una pluma de tinta negra, se dispuso a escribir. Cuando hubo terminado la carta, la dejó justo en el centro, en espera de ser leída por su padre.
" Tal vez debí decirte esto hace mucho, pero... es bastante desagradable negociar con vidas que no te pertenecen ¿no crees?
Creo que te tomó por sorpresa saber que mantengo una relación amorosa con una de ellas, pero eso no te da derecho a intentar acabar con su vida; y haré todo lo posible por mantenerla a salvo.
Estaré fuera del país por un par de días, pero no te preocupes, regresaré para ser el hijo que siempre deseaste, aquel que siguiera tus pasos.-Julian "
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Business Dog (Julian Casablancas)
Fanfiction"Sangre en sus dientes, muerte en sus mentes" ese es el lema de la familia Casablancas.