Cap 9

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Al llegar al apartamento de Dev, todos parecían bastante agotados y además por la hora que era, todos estaban dispuestos a dormir.

—Querida, tú te puedes quedar en la habitación de allá— agregó Dev señalando una de las dos puertas, la de la izquierda.

Ella asintió con la cabeza.

—Y...

Dev miró ligeramente a Jules, pensando en dónde podría quedarse, pues solo tenía dos habitaciones.

—No hay problema— lo interrumpió Julian —Yo puedo dormir en el sofá.

—¿Estas seguro?— preguntó.

—Si, no te preocupes.

Julian, a pesar de haber nacido en cuna de oro, aún conservaba la humildad.

Dev entró unos segundos a su habitación, buscó entre sus cajones y salió con una almohada y una sábana, para después entregárselas.

—Perfecto, buenas noches— dijo Julian despidiéndose.

Natalie y Dev le respondieron de igual manera y entraron cada uno a la habitación, dejándolo solo en la sala principal.

Cansado, tomó asiento, aflojó las agujetas de sus zapatos y se los quitó, dejándolos a un lado. Colocó la almohada en uno de los extremos, desdobló la sábana y con cierto cuidado, se recostó y subió sus piernas; cubriéndose hasta los hombros.

Admiró un poco la oscuridad mientras ciertos pensamientos pasaban por su mente, hasta que minutos después, cerró los ojos.

"Una mosca en la pared y una ave de presa en la Alameda"

Julian despertó abruptamente, después de haber tenido aquel recurrente sueño, el cual siempre terminaba de mala manera, despertándolo a altas horas de la madrugada.

Tallo sus ojos con sus manos y soltó un suspiro. Retiró la sabana de su cuerpo y se sentó en el borde del sofá.

Entonces recordó aquel balcón del departamento, el cual poseía una hermosa vista nocturna.

Se puso de pie, sintiendo el frío del suelo con sus pies descalzos y se dirigió hacia allá, tratando de hacer el menor ruido posible.

Al llegar ahí, Jules observó la silueta de alguien. Dio unos pasos más y pudo ver que se trataba de Natalie.

Se acercó sigilosamente y se recargó en el barandal, justo al lado de ella, quien lo miró de reojo.

—Una hermosa vista ¿no?— agregó Jules.

En realidad era muy bello ver toda la ciudad desde lo alto, mientras las luces destacaban entre la oscuridad.

—Vaya que lo es— respondió.

Julian la miró un poco, parecía algo nostálgica, por lo que decidió hablarle un poco más.

—¿Tampoco puedes dormir?— le preguntó.

—De hecho si puedo, solo que ahora quería ver todo esto, quién sabe si será la última vez que veré algo así.

—¿Porque lo dices?— preguntó de nuevo, esta vez curioso y preocupado.

—Mi futuro es incierto— respondió bajando la mirada.

—No mientras estés conmigo.

Aquellas palabras la llenaron de esperanza.

Julian pasó uno de sus brazos por los hombros de Natalie, en un ligero abrazo y ella recargo su cabeza en su pecho.

Después de varios minutos, ella se separó un poco de Jules, posando sus manos sobre su pecho y alzando la mirada para encontrarse con la de él.

Sin decir una sola palabra, se acercaron lentamente, para así poder juntar sus labios en lo que sería su primer beso.

Business Dog  (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora