My Criminal Love

Capitulo 10

Cody…

Todo parecía moverse en cámara lenta, por mas que grite Hayley no parecía moverse, corrí hasta llegar a su lado, yacía en el suelo y veía como la sangre lentamente empezaba a formar una mancha al lado de su cabeza que conforme transcurría el tiempo se hacia mas grande,  mire a mi alrededor para buscar ayuda, la gente empezaba a congregarse y hablaba por sus celulares, lo vi, debía ser el, vi a un hombre de tal vez mi edad, estaba tocándose la cabeza y tenia la mano en su boca y estaba al lado del auto que arrolló a Hayley torpemente me levante y avance hacia el, sentí una mano que me detenía, era el papá de Hayley.

–Creo que ella te necesita ahora Cody –creo que era la primera vez que me decía por mi nombre y no ladrón, tome la mano de Hayley y empecé a llorar profusamente, no se movía y la mancha de sangre se hacia mas grande, puse mis dedos alrededor de su muñeca, su pulso era débil, la ambulancia por fin había llegado, la levantaron delicadamente y la subieron a la ambulancia, un paramédico empezó a hacerme preguntas pero no escuchaba absolutamente nada, solo veía como movía la boca, lo único que me importaba ahora era Hayley me subí a la ambulancia y tome su mano, vi como el paramédico le ponía una mascarilla de oxigeno y conectaba cables a ella.

–Co… como esta –logre balbucear.

El solo negó con la cabeza y siguió haciendo su trabajo, cuando menos lo espere habíamos llegado al hospital, los doctores estaban en la entrada esperando, cuando bajaron a Hayley tuve que separarme de ella, los doctores empezaron a gritar términos que no conocía.

–Necesito una intravenosa aquí, posible hematoma subdural, hemorragia interna, creo que el pulmón esta perforado, ¡un quirófano! Necesitamos un maldito quirófano.

Justo cuando trate de seguirlos Hayley empezó a convulsionar, y los doctores empezaron a gritar a un mas.

–¡Código azul! ¡Código azul! 100 mg. De epinefrina– sentía como lentamente se me iba la vida, Hayley, Hayley, Hayley, Hayley, una mano se cerró alrededor de mi brazo.

–¿Eres familiar de la paciente? –Me pregunto, lo que asimilaba que era una enfermera –asentí lentamente limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano– Necesito que me acompañes, tienes que llenar unas formas –menciono y solo la seguí.

–¿Cual es tu nombre?

–Cody –logre decir.

–Bien Cody, necesito que estés tranquilo y me ayudes con unas preguntas, cual es el nombre de la paciente –me pregunto delicadamente como si las palabras me fueran a romper… tal vez así seria.

–Hayley, Hayley St Claire –murmure y puse mis manos en mi cara, sollozaba descontroladamente.

–Tranquilo Cody ¿Quieres algo de beber?

Negué con la cabeza y trate de contenerme pero era inútil, Hayley se estaba muriendo, aunque no me quisieran decir nada yo lo sabia, tenia una opresión en el pecho de un momento a otro, algo le estaba pasando a Hayley, mi Hayley, lo ultimo que vi fue a la enfermera diciendo mi nombre, después de eso, no recuerdo nada.

Abrí lentamente los ojos, la luz fluorescente de las lámparas lastimo mi vista, estaba en una habitación conectado a una maquina y tenia puesto oxigeno, la enfermera que antes me había hecho preguntas entro a la habitación y se sorprendió de que estuviera despierto.

–Despertaste –dijo y se acerco picando la maquina a la que estaba conectado.

–¿Que me paso? –pregunte aun atontado por los medicamentos que asumo me dieron.

–Te desmayaste, además de haber sufrido un shock nervioso, te administramos unos calmantes y dormiste cerca de 4 horas –me informo– necesito tu nombre completo Cody.

–Cody Runnels –musite– ¿Tu quien eres?

–Trabajo en el hospital, soy Alejandra, puedes llamarme Alee –menciono sonriendo– ¿recuerdas porque estas en el hospital? –pregunto.

–Hayley –dije de imprevisto– Hayley donde esta, tengo que verla –hice ademan de levantarme pero Alee me lo impidió.

–No te levantes, estas débil, tiene que descansar –añadió.

–Donde esta Hayley –dije preocupado– llévame a verla.

–Cody necesito que te tranquilices.

–¡Donde esta Hayley! –Grite y golpee la cama con mis puños.

–Tranquilo Cody, ella llego muy grave al hospital –vacilo por un momento, como si no quisiera contarme lo que había pasado– tuvo un paro cardiorrespiratorio y perdió mucha sangre…–

–¡¿Donde esta?! –Volví a gritar– dime que le paso –murmure con un nudo en la garganta mientras una lagrima se deslizaba por mi mejilla.

–Ella…–