My Criminal Love

Capitulo 22

Hayley…

–Cody –farfulle y sentí como mis piernas se hicieron de gelatina pero me contuve de caer, sus ojos abiertos como platos me miraban expectante, nadie dijo nada por unos minutos, solo  el sonido de nuestras respiraciones agitadas por la sorpresa se escuchaban en la habitación, a grandes zancadas Cody llego hasta mi lado, estiro temeroso su mano, como si yo fuera un espectro, el toque en mi mejilla hizo chispas y ambos nos apartamos.

–Hayley como… –empezó a decir pero calló cuando mi mano cruzo el aire y le di una bofetada haciendo que su cabeza girara unos centímetros, bueno, gano la opción de golpearlo en vez de arrojarme en sus brazos si volvía a verlo– ¿que diablos? –murmuro tocando su mejilla y limpiando el pequeño hilillo de sangre que salía de la comisura de su boca.

Mis manos se transformaron en puños sin pensarlo y empecé a arrojarle golpes, dudo que le hicieran algún daño pero en verdad estaba enojada, se alejo unos pasos y regrese hasta el estante de libros “lo lamento Stephen King” pensé al instante que vi el libro de “It” de tapa dura y lo arroje directo a su cabeza, Cody tropezó y cayó al suelo tocándose la cabeza, era un libro de casi 800 paginas así que debió doler.

–Podrías dejar de…– jadeo pero no previno mi próximo golpe –literalmente– me arroje contra en el suelo poniéndome a horcajadas y empecé a golpearlo, el luchaba por cubrirse con los brazos, estaba poseída, la ira me nublaba la vista y la poca sensatez que tenia.

–¡Te odio! ¡Te odio!– gritaba al mismo tiempo que lo golpeaba con los puños cerrados, de un movimiento –el cual no se como lo logro– me sujeto y me levanto tirándome sobre la cama al mismo tiempo que sujetaba mis manos a el costado de mi cabeza.

–Repítelo –gruño jadeante y con la cara roja, no sabia si era de ira o estaba cansado– repite que me odias.

–TE.ODIO. –articule lentamente separando las palabras, no me di cuenta en el momento que comencé a llorar, pero no me inmute trate de soltarme pero Cody mantenía su agarre fuerte.

–Mentira –murmuro mirándome– no puedes odiarme.

–¿Ah si? –Dije maliciosa– pues tengo varios motivos por los cuales hacerlo.

–Nunca he dejado de amarte Hayley –me reí sarcástica y un poco exageradamente, el siguió hablando– solo me fui porque…

–¡Porque eres un hijo de puta por eso! –grite y trate de zafarme de su agarre pero me tenia atrapada con su cuerpo.

–Deja de insultarme –farfullo cambiando su mirada a un poco dolida pero eso no me detuvo.

–HIJO.DE.PU… –no termine de hablar cuando sentí sus labios chocar con los míos, me removí inquieta pero el no se detenía, el chocar descoordinado de sus labios con los míos era como ninguna otra vez.

Abrí un poco mis labios tratando de respirar pero lo único que logre fue que deslizar su lengua en mi boca y comenzáramos un baile pausado con nuestras bocas, el agarre de sus manos se relajo de mis brazos al ver que no volvería a golpearlo otra vez bajando hasta mi cintura, tocándome desesperadamente como si o lo hubiera hecho en meses –bueno así había sido– toco mis pechos acunándolos entre sus palmas, un sonido detrás de su garganta se hizo presente e involuntariamente moví mi cadera apretándola contra la erección que se manifestaba en sus pantalones, mis manos rompieron su camisa al instante que quería quitársela, la adrenalina hizo harapos la tela mandándola al suelo, pase mis manos por su abdomen llevándolas hasta la espalda arañándolo un poco al sentir el movimiento de su cadera contra mi.

Mi blusa quedo botada en el suelo al mismo tiempo que mi sujetador volaba por la habitación y los labios de Cody viajaban hasta mis pezones succionándolos suavemente dejando un mordisco en uno de ellos haciéndome gimotear al mismo tiempo que me entrelazaba mis dedos en su cabello y jalaba ligeramente desabotone sus jeans y con los pies los baje hábilmente pero quedaron atrapado en sus zapatos dimos vuelta quedando yo sobre el y baje mis besos a su abdomen y rápido quite sus zapatos y el pantalón desabrochando también el mío y quitando mis zapatos. Me moví sobre el haciendo fricción contra su erección mientras lo besaba salvajemente, mis uñas rasgaban sus pectorales a lo que el solo gemía contra mis labios, movió sus manos hasta mis bragas y de un tirón las rompió arrojando al suelo los pedazos de seda que ahora eran solo añicos, quise vengarme haciendo lo mismo pero el material de su bóxer era mas resistente así que me limite a deslizarlos abajo y sin miramientos empecé a bombear lentamente su miembro de nuestras bocas solo salían ruidos y quejidos sin sentido, me arqueé al sentir sus dedos rodear mi clítoris gemí su nombre y el sonrío contra mis pechos al mismo tiempo que daba pequeños besos en estos, sus dedos empezaron a penetrarme lentamente primero uno y luego otro haciendo que pidiera mas y que dejara de tocar su miembro, puse mis manos en sus hombros y me acerque aun mas a el levantándome lentamente y dejándome caer en su erección, solté un grito de sorpresa y me quede quieta.