My Criminal Love

Epilogo

 Hayley...

Abro los ojos y veo el reloj en el buro 4:30 am, aun tengo tiempo para dormir un poco, voltee a verlo. Me miraba expectante con sus expresivos ojos azules.

–¿No puedes dormir? –me pregunta Cody.

–Tuve una pesadilla –admití acercándome a él, me abraza y besa mi cabeza.

–Duerme, aun es temprano.

Solo asiento y cierro los ojos tratando de volver a dormir aunque no lo logro del todo. Siempre que intento volver a dormir y cierro los ojos revivo lo vivido ese día, me veo a mi misma arrodillada frente a Adam mientras este muere, me veo prometiéndole que amare a Cody. Cumplí mi promesa, en realidad nunca deje de amar a Cody, el siempre fue mi todo. Pero también llegue a sentir una amor distinto hacia Adam, lo quería demasiado pero no como el a mi.

Han pasado 4 meses desde ese día, 4 meses en los cuales nos la pasamos huyendo de la policía, nos pisaron los talones en Bélgica pero los 4 logramos huir en el jet, Ted tuvo que esconderse un rato en su casa de playa donde Alee mas tarde le alcanzo; afortunadamente Christian no tuvo problema alguno con Paul, el día que escapamos el no estaba en la casa y con una coartada falsa pudo zafarse de los interrogatorios de este. Cody y yo nos fuimos a una isla en Brasil, ahí nadie nos conocía y podíamos iniciar de nuevo por un tiempo, nos pedimos perdón, por todos nuestros errores, por separarnos, por todo lo que una vez hicimos. La noticia, esa que el mismo Adam me dio antes que muriera, nunca llegue a saber como lo supo, tal vez siempre estuvo enterado, no lo se.

Nuevamente abrí los ojos al sentir los rayos de luz colarse por la cortina, el reloj marcaba las 7:45. Me levante de una vez y tome una ducha para relajar mis músculos y el pequeño dolor en la espalda que me aquejaba desde hace unas semanas. Desperté a Cody para que desayunáramos juntos, después de que el se duchara hice unos waffles y comimos, miraba a mi alrededor, el departamento que teníamos en New York volvía a ser el mismo, con las risas de Cody, nuestras platicas, estábamos de paso por unos cuantos días, principalmente para ver a Ted y a Alee, la que nos sorprendió con la noticia de que también estaba embarazada, ni siquiera han pasado 2 meses de la boda! Esa hermosa boda en la playa. Prometimos regresar para el nacimiento de su bebé y que ellos también nos visitaran.

Grecia, nuestro nuevo hogar, la vida ahí era maravillosa y tranquila, nuestra casa esta cerca de la costa, amo despertar e ir hacia el balcón para que la brisa del mar golpee mi rostro y que el olor a mar inunde la habitación.

–¿A que hora es la cita? –me pregunto Cody sacándome de mis pensamientos.

–12:30 –dije y mire mi reloj, faltaba una hora– vámonos ya, tengo que hacer algo antes.

Nos estacionamos afuera del edificio donde estaba el departamento de Adam, deje a Cody en el auto y subí hasta el departamento. Aun tenía mi llave y la cerradura seguía siendo la misma así que pude entrar. Me tope con Christian. Estaba sentado junto a una foto de Adam y sostenía una copa de vino, los dos nos miramos sorprendidos, creo que ninguno espera encontrarse al otro.

–¿Como has estado? –me pregunto él haciéndome un lado del sofá para que me sentare, termine con la foto de Adam en mis manos.

–Bien supongo ¿y tu?

–Bien, eso creo –conteste tratando de sonreírle, después de un silencio incomodo me levante y deje la foto donde estaba– iré a la habitación, hay algo que necesito.

–Claro, adelante –me dijo Christian y fui hasta ahí.

Fui a la habitación y busque con la mirada “cuando regresemos te tengo una sorpresa en el primer libro que te leí” aun recuerdo sus palabras, antes de que todo empezara, fui al pequeño estante de libros y lo encontré, el primer libro que me leyó cuando yo estaba en coma. Lo abrí y vi lo más hermosos y a la vez destructivo que había visto nunca, tome la pulsera de plata que había en el hueco del libro, pase mis dedos sobre el grabado de la parte trasera “Hayley te amare por siempre. Adam X” la misma que se leía en libro ahora remarcada con un lapicero, una lágrima corrió por mi mejilla, me puse la pulsera y guarde el libro en mi bolso. Me despedí una última vez de Christian y baje al auto con Cody. Vio de reojo la pulsera pero no dijo nada, manejo hasta el hospital, cuando fue nuestro turno en pasar con la doctora entramos.

–Bueno ¿como te has sentido Hayley? –me pregunto la doctora al mismo tiempo que vertía un gel azul sobre mi abultado vientre.

–Bien doctora, solo me ha estado doliendo un poco la espalda.

–Es normal, al tener un bebé dentro de ti de casi 7 meses –sonreí y Cody tomo mi mano besando mis nudillos.

–¿Podremos saber el sexo del bebé? –pregunto él emocionado.

–¡Claro! –contesto la doctora.

Veíamos atentos la pantalla, pero al menos yo no lograba encontrarle forma alguna, después de unos movimientos pude ver el perfil del bebé, un hermoso perfil.

–Muy bien –dijo la doctora mirando fijamente la pantalla– el bebé esta sano, sigue tal como ahora Hayley, no olvides tomar tus vitaminas, ahora veamos, será… ¡un varón! Tendrán un hermoso niño.

–¡Un niño! –musite volteando para ver a Cody, limpie la lagrima que caía de su mejilla y le sonríe.

–Nuestro niño –me contesto el besándome suavemente sobre los labios– te amo.

–Te amo –le correspondí.

–Un niño –volvió a decir como si no lo creyera– Adam, el pequeño Adam.

Lo mire sorprendida pero solo asentí y volví a sonreír, si, era nuestro pequeño, el pequeño Adam.