Hayley...
El recuerdo me golpeaba como una pelota de futbol, era ella, cuando salimos por primera vez del Antwerp, cuando creí ver a alguien conocido era ella, estoy segura ahora.
–¿Qué? ¿No se alegran de verme? –musito Alex sarcástica, mire las armas, no traíamos ninguna arma contra las cuales pudiéramos pelear, solo mi pistola de gotcha.
–¿Que haces aquí Alex? –pregunto Cody midiendo sus palabras, Christian se había detenido de vaciar las bóvedas y se puso detrás de nosotros metiendo los últimos diamantes a las mochilas.
–Bueno, no iba a dejar que hicieran esto sin mí, obviamente.
–Estas enterada que todo es para Graham ¿verdad? –mencione y tome la mano de Cody como un reflejo.
–¡Oh! No hay problema por eso querida –admitió sonriendo y acercándose a nosotros un poco, instintivamente movimos las bolsas a nuestra espalda y dimos un paso atrás– el dijo que podíamos quedárnoslo, digo, que hará un muerto con 100 millones en joyas.
–¡Dios! ¡No lo hiciste! –musito Christian conmocionado.
–En realidad fue Will –señalo Alex y rio por un momento.
–Como siempre dejando que los demás se ensucien las manos por ti ¿no Alex? –Adam fue esta vez el que hablo y Alex se volteo violenta contra el.
–Oh Adam, mi dulce Adam –la bofetada que le dio fue tan fuerte que creo que bien pudo activar una alarma, por inercia me adelante pero los brazos de Cody me rodearon antes de que pudiera darle un buen golpe a esa zorra– ¿Qué? ¿Vienes en defensa de uno de tus amados?
–¿Qué quieres Alex? –volví a preguntar molesta.
–Ya les dije, los 100 millones.
–Suelta a Ted y a Adam –le exigí.
–Primero los diamantes –replico ella.
–Suéltalos, te daremos los diamantes –mencione yo nuevamente.
–Bien, confiare en tu palabra, suelten al bonito, déjeme a Adam –antes de que replicara soltaron a Ted que casi corrió hasta nosotros poniéndose al lado de Christian, tome una de las mochilas y se la avente.
–Suéltalo ya –dije cuando ella tomo la bolsa.
–¿Es todo?
–Si, aun no terminábamos cuando…
Las alarmas empezaron a sonar, el sonido era perturbador, nos mirábamos entre todos hasta que tomamos nuestras cosas y decidimos salir.
–¡Suelta a Adam! –grite desesperada cuando nos taparon la entrada.
–Suéltalo –dijo Alex y ella y los otros dos salieron de la bóveda apuntándonos con las armas.
Cuando dejamos de verlos corrimos hacia la entrada pero la puerta fue cerrada, ¡esa perra cerro la bóveda!
–Dime que hay una forma de abrirla Ted –dije mostrándome asustada, las alarmas sonaban y esto en unos minutos se llenaría de policías.
–Eso creo –dijo Ted yendo a la puerta, encontró un seguro y la puerta cedió, todo se adelantaban pero yo tome las otras dos bolsas del suelo.
–Deja eso Hayley ¡tenemos que correr! –me dijo Adam tomándome de la mano.
–¡No dejare los diamantes! –Dije riendo nerviosamente– todo esto tiene que tener una recompensa.
–¿Qué le diste a Alex? –pregunto Christian entrando al elevador.
–Las herramientas de Ted –admití.
ESTÁS LEYENDO
My Criminal Love
RomanceCuando se conocieron no sabían que estaban determinados a estar juntos, en una típica relación puede haber celos, drama por una que otra cosa, pero... ¿como serian las cosas en una relación de criminales?, robos, falsificaciones, ser prófugos del FB...