My Criminal Love

Capitulo 25

Cody…

–Cody quiero presentarte a alguien –musito Alex al mismo tiempo que se acercaba con un hombre de unos 45 años tal vez, después de irme de Atlanta regrese con Alex a Bélgica que era donde nos quedábamos por el momento.

–Leonardo Graham –se presento, no entendía nada de esto, Alex me llamo para que la viera en el restaurant, a regañadientes acepte pero no sabia que me presentaría a alguien.

–Un gusto –murmure sentándome y dándole la peor mirada a Alex que pude poner.

–Conocí a Leo hace unos días –explico Alex– supo lo que haces y bueno quería conocerte en persona.

–¿Lo que hago? –Pregunte receloso pasando una mano por mi cabello– Alex ven –gruñe y me levante de la mesa y fui hasta los sanitarios, me siguió y luego la enfrente– ¿Que diablos te pasa? ¿Quien es ese tipo? ¿Lo que hago? ¿Hablas en serio?

–Oye esta es una oportunidad que no podemos dejar pasar –me miro suplicante– quise venderle la replica de uno de los cuadros y me dijo que si le presentaba al que hizo el cuadro no me llevaría a la policía.

–Oh y lo trajiste a mi y ahora nos tiene a los dos ¡¿eres estúpida o que?!

–No me hables así idiota –rezongo Alex dándome una mirada dura– lo investigue con mis contactos, se quien es y lo que ha hecho, podemos confiar en el.

–Pues confiaras tu, yo no me fio de nadie y menos si no se nada de el.

–¡Cody por favor! –Grito agarrando mi brazo para evitar que me fuera– hazlo por mi, solo escucha lo que tiene que decir, si no nos conviene nos vamos.

Zafe mi brazo del agarre de Alex y volvimos hasta la mesa.

–Lamentamos eso –farfullo Alex– que era lo que quería decirnos.

–Bien señor Runnels –dijo Graham y me tense al saber que sabía mi verdadero nombre– he estado al tanto de cada una de las cosas que ha hecho, admito que el que dejara una firma lo hizo mas fácil.

–¿Qué quiere? vaya al grano –sisee ya molesto.

–El centro de diamantes Antwerp.

–¿Qué?

–Lo que escucho, quiero que vacíes el centro de diamantes que esta aquí en Bélgica, te daré la mitad del botín que son como unos 50 millones de dólares.

–¿50 millones? –pregunte sorprendido.

–Si, en verdad son unos 100 millones en diamantes, oro y joyas, pero yo obtendré la mitad –me anticipo, dios 50 millones, aunque si lo hacia con Alex tendría que darle la mitad.

–¿Cual es el plan?

–Bueno, solo puedo decírtelo si estas adentro.

–¿Y si el plan es malo?

–Mis planes no son malos –admitió sonriendo.

–¿Qué no la bóveda tiene como 20 niveles de seguridad? –pregunte tratando de recordar.

–Solo 10, en los cuales hay detectores de calor, radar, zona magnética, sensor sísmico y una cerradura  con más de 100 millones de combinaciones posibles.

–Acaso cree que soy Superman? –exprese mi sorpresa, si era bueno pero nunca iba a poder hacer esto solo son Alex.

–Oh Cody –rio Graham y palmeo la mesa– no serás tu, tendrás a Hayley –maldigo la hora en que la menciono, además… ¡¿que?!

–Ah ¡¿que?! ¡Dios no! Esto es muy riesgoso, no expondría a Hayley a algo así, además ¿como sabe de ella?

–Se muchas cosas Cody, tu Hayley y Ted podrán con todo esto –menciono con una sonrisa lobuna, frote mi cara con la palma delas manos, juntarnos de nuevo los 3 para hacer algo así era como pedirle a un lector que no leyera mas, o sea imposible.

–¿Espere solo ellos 3? –pregunto Alex furiosa mientras cruzaba los brazos.

–Oh Alex bueno –titubeo Graham– eres buena en lo que haces pero a veces te dejas guiar por tus instintos, me he enterado de lo que han hecho ellos 3 juntos, te sorprenderías lo coordinados que son.

–Nos separamos –murmure y termine lo que quedaba en mi copa.

–¿Que?

–Que nos separamos –dije mas fuerte– ni Hayley ni Ted estamos juntos hace casi un año o mas que no hacemos nada los 3, esto no pasara lo siento.

–Pero Cody y yo lo haremos –se apresuro a decir Alex.

–Alexandra –dijo Graham acercándose mas a nosotros– tu y Cody no podrían hacerlo aunque todas las alarmas estuvieran desactivadas, entiende que necesito a ellos 3 ah y bueno, no se si decir esto sea incomodo pero –vacilo por un segundo– también quiero a Adam y a Christian.

–¿Que? Yo con ese tipo ni a robarle galletas a las exploradoras –me pare de la silla y casi tiro las copas– y no se quien es Christian, lo siento pero adiós.

–Cody espera –exclamo Alex.

–No Alex yo…

–Sabes Cody –empezó a decir Graham interrumpiéndome– te tengo en la palma de la mano, tengo tantas pruebas que puedo llevar a la policía que no podrás ser libre de nuevo y no solo tu, tu chica Hayley y tu amigo Ted, sabes los 3 podrían compartir celda.

La ira nubla mi vista, me iba a acercar para agarrar al tipo por el cuello y arrojarlo a una mesa pero estábamos en un restaurant, lo único que hice fue apretar mis puños y morder mi labio aguantando todo lo que quería decir, sentí el sabor de la sangre y entonces Graham se levanto.

–Te llamare en una semana para darte los datos de donde nos reuniremos, recuerda traer a los demás Cody, Alex puedes venir pero no servirá de mucho.

Alex solo se cruzo de brazos y cuando vimos a Graham partir me levante yéndome y Alex pisando mis talones, subí al auto al igual que ella manejando en silencio hasta llegar al departamento donde nos quedábamos, esto no estaba bien, no esta bien, todo se jodio en un instante, Alex recogía sus cosas y hacia su maleta.

–¡Me largo! –Grito Alex y dejo su maleta en la puerta, se quedo unos minutos ahí esperando a que tal vez yo la detuviera pero no iba a hacerlo– ¡no puedo creer que se lo permitieras Cody!

–¡¿Qué?! Hablas en serio Alex, tu fuiste la única culpable en esto, dejaste que llegara a mi, si me hubieras llamado huiríamos y listo ¡pero no! me involucraste y no solo a mi, también a Hayley a Ted y hasta a Adam y al tal Christian, es tu culpa.

–¡Te odio! –me grito haciendo una pataleta.

–¿Pues sabes que? También te odio –confesé y ella me miro sorprendida– te odio por haberte conocido hace años, te odio por haberme ido contigo y haber dejado a Hayley sola, te odio Alex –solo sentí la fuerza de sus mano impulsarse directo a mi mejilla, vi una lagrima correr por su mejilla y después la vi cruzar la entrada.

Patee la mesa mas cercana, estaba furioso con Alex, conmigo, con todo el mundo, acababa de echar a la basura mi vida y no solo la mía si no la de Hayley y Ted, rebusque en mi saco y encontré mi teléfono para luego marcar y esperar el tono de llamada, una voz molesta contesto.

–¿Qué diablos? Sabes que…

–No tengo tiempo de socializar Ted, estamos en problemas.

–Disculpa ¿estamos? –me pregunto sarcástico.

–Si Ted lo estamos, tú, Hayley y yo… pronto podría acabar todo Ted, tenemos que vernos…