My Criminal Love

Capitulo 11

3 meses después…

Cody…

Estaba con Ted, desayunábamos tranquilamente y le reprochaba el porque de haber terminado con su novia.

–¡Eran casi 9 meses! –Espete terminando mi café.

–Aahh –Ted bufo fastidiado– ya lo se, pero no entiendes ciertas tendencias que tenia.

–Define ciertas tendencias.

–Mmm como decirlo… ¿lésbicas? –Murmuró lo último y casi escupo mi café en su cara.

–Oh por dios ¿como lo supiste? –Pregunte interesado.

–Digamos que lo comprobé al ver que se besaba con alguien… y no necesariamente un hombre.

Me empecé a reír, no podía disimularlo, amaba las cosas locas que le pasaban a Ted, por algo era mi mejor amigo de toda la vida, mire mi reloj, eran casi las 10, la hora de visita.

–Ted ¿vendrás conmigo hoy? –pregunte serio.

–Ah –vacilo por un instante– si.

Sabia lo mucho que Ted odiaba ir al hospital, no podía pasar mas de 10 minutos con Hayley sin que se estresara o se pusiera a llorar, a mi tampoco me gustaba verla así, llevaba 3 meses en coma, después del día del accidente y decirme que había quedado en coma no me movía de su lado, siempre me decía que si me iba ella despertaría y no seria al primero que vería, poco a poco y con la ayuda de Ted volví un poco a la rutina, traslade a Hayley a New York, así tendría un lugar donde quedarme a vivir mientras ella estuviera en el hospital, tres meses habían pasado ya, habían sido los tres meses mas largos y abrumantes de mi vida, tres meses en los que no pude disfrutar de la risa contagiosa de Hayley, de sus caricias, de sus sonrisas, de ella en su plenitud, podría decir que los peores tres meses en mi vida, me acerque a la cama y me incline a besar su frente, Ted toco delicadamente la mano libre de tubos y cables.

–Hola chica –musito Ted y trato de formar una sonrisa– sabes Cody, la extraño tanto, que me regañara y me gritara por el intercomunicador “Ted deja de estar jugando y bloquea las cámaras” –dijo tratando de imitar la voz de Hayley.

–También la extraño Ted, no sabes cuanto, aunque no hay mucho que hacer –admití.

–Eso creo.

–Ted no llores –dije mirándolo.

–Lo siento –murmuro Ted limpiando sus lagrimas con el dorso de la mano– sabes que no puedo verla así, te espero afuera –Farfullo y lo vi salir de la habitación.

–Ted es un llorón –le dije a Hayley que se veía como siempre tranquila– te amo Hayley –acaricie su cabello y roce ligeramente mis labios con los suyos– te veré mañana –suspire y me separe lentamente de ella– no sabes cuanto quisiera que me escucharas.

Hayley...

“Lo escucho todo Cody” quería decir pero las palabras no salían de mi boca, no podía moverme, no podía hacer nada, llevaba más de tres meses así, era frustrante, el primer mes desde mi traslado de Atlanta a New York pude escuchar la dramática pelea entre Cody y mi padre –no se si puedo llamarlo así desde que me dijo la verdad– después de eso el traslado empezó, una vez que estábamos en New York sentí como Cody se distanciaba cada vez mas y mas, de nunca separarse de mi paso a solo venir 2 o 3 veces en la semana, cada día que pasaba sentía que lo perdía mas, 

Extrañaba sus caricias, sus besos apasionados, todo lo que hacia con el, lo extraño, si tan solo no hubiera salido corriendo, si tan solo no hubiera ido a Atlanta, si tan solo… escuche la puerta abrirse y unos pasos acercándose hacia mi, el roce de unos labios contra mi mejilla y el ruido de la silla que estaba al lado de la cama, Adam.

–Hola –me dijo tomando mi mano y lentamente acariciando mi muñeca.

“Ah ¿hola?” Adam siempre me hablaba como si yo fuera a contestarle, a veces el solo se contestaba, desde hace casi un mes había estado viniendo a verme, no se porque lo hacia, venia todos los días a la misma hora, me leía un libro, o el periódico si había olvidado el libro en el trabajo.

–Traje un libro nuevo, no se si lo haz leído ya, se llama “Forbidden” de Tabitha Suzuma.

“Oh no, no creo que ese libro ayude mucho” simplemente escuche la lectura de Adam, tenia que admitir que amaba que me leyera, sus narraciones eran perfectas y a veces me divertía las expresiones que hacia con todo lo que pasaba en los libros, hace tiempo que había leído ese libro, solo estaba esperando para que Adam se desquebrajara por el final y llorara en posición fetal en el piso, después de una hora detuvo su lectura.

–Oh Dios no puedo seguir leyendo esto –escuche decir a Adam y luego el sonido del libro en el buro– mi amigo me había dado el libro, dijo que se lo encontró en el parque y como me gusta leer supuso que me gustaría –bufo– no se si pueda seguir leyendo ¿esto no terminara bien verdad? –me pregunto.

“No Adam, no terminara bien” sentí la leve caricia de la mano de Adam contra mi mejilla.

–Sabes, me hubiera gustado antes de que estuvieras con Cody –soltó de la nada– tuve una novia hace tiempo, ella me dejo –agrego resoplando– la primera vez que te vi pensé que eras ella, pero cuando te vi frente a frente me di cuenta que no era así, en cambio vi a una chica muy linda, con unos increíbles ojos y una sonrisa espectacular, y cuando te bese…

–Adam es hora de irnos –escuche la voz que suponía que debía de ser de Paul.

–“Cuando me besaste ¿Qué?”

–Si, dame un minuto –contesto Adam y escuche la puerta cerrarse– es hora de irme linda, mañana vendré –se despidió y beso mi frente.

Me había quedado sola una vez mas, pero ahora tenia la incertidumbre de que era lo que Adam sentía por mi.

Cody…

Estaba solo en el departamento, todo me recordaba a Hayley, tome mi chaqueta y salí a caminar, me cruce con una exposición de arte, entre y empecé a caminar viendo todas las pinturas y esculturas que exponían hoy, vi un cuadro que me pareció conocido, cuando me acerque y lo vi fijamente recordé cuando Hayley me dijo que le había gustado, le dije que seria suyo y luego el maldito accidente que la dejo en coma paso, mi estado de animo había decaído, seria mejor regresar al departamento, cuando me di la vuelta y choque con alguien derramando su bebida.

–Demonios, lo siento –me disculpe y luego vi quien era.

–Cody…–