Capitulo 12

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–Oh… Alex –murmure y puse una pequeña sonrisa.

–Cody –volvió a decir sonriendo– hace tiempo que no nos vemos.

–Si, he estado un poco ocupado.

–Y dime ¿como has estado? –Pregunto dando un sorbo a su bebida.

–Pues bien supongo –admití algo dudoso.

–¿Supones? –Repitió Alex– ¿algún problema con tu chica?

–Desvié mi mirada a un lado, lo último que quería era recordar el accidente de Hayley– no –vacile al contestar.

–¿Todo bien con Hayley? –volvió a preguntar, no se daría por servida si no le contestaba lo que quería escuchar– ah, bueno hace algunos meses ella sufrió un accidente y…

–Oh Dios ¿murió? –pregunto esperando mi respuesta ansiosamente.

–¡¿Qué?! No –respondí inmediatamente– solo que esta en el hospital, en coma –termine de decir.

–Ah, lo siento tanto –se inclino y me abrazo, se separo de mi y dejo su copa a un lado– tenemos que ir a toma una copa uno de estos días Cody, te haría bien.

–No puedo, estoy muy ocupado estos días –me excuse– será luego, tengo que irme.

–Bien –contesto no muy a gusto con mi rechazo– nos veremos luego.

Solo sonreí y me fui de ahí, llegue al departamento y me recargue en la puerta después de cerrarla, todo ahí me recordaba a Hayley, había cuadros que ella había pintado en uno de sus momentos que se creía pintora, también había libros, sus favoritos y unos que otros que había escrito en su momento de escritora, los cuales nunca quiso publicar aunque siempre le dije que lo hiciera, sentí que en el instante en que mi cabeza toco la almohada me dormí, desde el accidente no había dormido bien, los últimos meses cada vez que estaba en la cama bien podría haber estado dando vueltas sin poder conciliar el sueño o estar llorando profusamente pensado en que Hayley nunca despertaría, en que nunca volvería a ser la misma, la extrañaba tanto.

Hayley…

Meses después…

Sorprendentemente Cody había pasado todo el día conmigo en el hospital, hace unas semanas estuvo un poco distante, llegue a no saber nada de el por mas de una semana, cuando apareció de un día a otro ni siquiera se excuso, lo sentía distante y frio conmigo, llegue a pensar que alguien mas estaba haciendo que se olvidara de mi, pero hoy estuvo todo el día en el hospital, puso dibujos animados mientras el desayunaba por la mañana, trajo mi libro favorito y leyó las partes que mas me gustaban, salió por unos minutos y luego regreso, había ido por comida, no me gustaba ser pesimista pero sentía que hacia todo esto porque me daría una mala noticia “Lo siento pero te dejare por otra” “te desconectare” fueron algunas de las ideas que pasaron por mi cabeza.

–¿Sabes que día es hoy no? –escuche decir a Cody.

–“¿Navidad?”

–8 años, nunca pensé que pasaríamos tanto tiempo juntos –comento y si hubiera podido hubiera suspirado de alivio– se que los últimos meses bueno –vacilo y espero un momento para seguir hablando– han sido difíciles y tal vez no haya estado aquí mucho tiempo pero –un sonido interrumpió a Cody, su teléfono sonaba, escuche su conversación– Hey ¿que pasa?... ¿en serio?... no lo se, tal vez en una hora este ahí… ¿a mi me toca llevar el vino?... por Dios Alex yo lo lleve la otra vez… si como no… bien nos vemos.

“¿Alex?” si pudiera me hubiera levantado de la cama y saldría a buscar a Alex para darle la golpiza que se merecía, ahora entiendo porque Cody estaba distante en las ultimas semanas, la tal Alex se le estaba metiendo por los ojos mientras yo era un jodido vegetal en cama, escuche hacer ruidos raros a la maquina de signos vitales, Cody se levanto de la silla y salió de la habitación, por mas que intentaba tranquilizarme era imposible, la puerta volvió a abrirse y entro Cody seguido de alguien.

–La maquina empezó a hacer ruidos raros –escuche decir a Cody.

–Tranquilo, solo se elevo su presión arterial –dijo la enfermera o doctora– hay que tratar de que este calmada, nada de soltar noticias impactantes o algo así.

Después de unos minutos la puerta se cerró y comencé a sentirme débil, como si una tranquilidad me invadiera, apuesto a que me pusieron un sedante. Cuando volví en si Cody ya no estaba o era sumamente silencioso, lo cual no creía, la puerta se abrió, escuche un repique de tacones que se acercaron a la cama, no reconocí nada en la persona, al menos hasta que escuche su voz.

–Vaya, vaya, veo que ya no serás competencia querida –incluso pude reconocer la voz chillona de Alex, si que tenia los pantalones para venir hasta el hospital– ¿sabes con quien ha estado Cody las ultimas semanas? –pregunto.

oh eres una zorra” quise decir, si no hubiera escuchado la llamada de Cody antes no creería nada de lo que dijera, pero ahora era inevitable no creerlo.

–Ahora entiendo porque no querías que nadie se le acercara, tenias miedo de que te lo robaran ¿no? –menciono y se rio mientras caminaba por la habitación– hace unos años no pude disfrutarlo muy bien, ya olvidaba lo buen que era en la cama.

“¡Zorra! ¡Zorra! ¡Zorra!” no, Cody no pudo haber regresado con ella, no…

–bueno querida tengo que irme, Cody a de estar esperándome en mi departamento, adiós.

Por el Ángel, si tan solo me moviera ahora mismo Alex estaría en el suelo llorando y rogando por que la soltara, debía ser una mentira, o al menos quería creer eso, si decía la verdad… estaría botando 8 años de relación, 8 años de amor que le entregue a Cody, simplemente 8 años de mi vida, después de un rato escuche la puerta abrirse de nuevo, la colonia que llenaba toda la habitación era familiar, Adam había venido después de todo.

–Hola linda –me dijo y sentí sus labios en mi frente– lamento no haber estado antes pero aquí estoy.

Después de tanto había sabido estar con Adam, cada vez que me visitaba –que era a diario– me sentía feliz, sabia que al menos no estaría sola por un tiempo, agradecía que tomara parte de su tiempo para estar conmigo, para leerme, simplemente para estar aquí y que no estuviera sola, después de que Adam leyera un rato me sentía un poco débil y adormilada, la voz de Adam empezó a apagarse lentamente, tal vez se había quedado dormido, ojala y la silla no fuera incomoda, el sonido de la puerta azotarse hizo que reaccionara, creo que ya era de día.

–¡¿Tu que diablos haces aquí?! –escuche la voz de Cody alzarse.

–Oh demonios…–

My Criminal LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora