Dedicado a: @Mitsuki_ackerman
Puede parecer una tontería pero a mi me hace ilusión. El otro día me compré una falda muy bonita y aunque no pueda salir de la mansión (porque me castigó Reiji por romper un cristal, aunque la culpa fue de Ayato) para estrenarla, no significa que no me la pueda poner ahora y enseñarla como es debido. No tiene mucho sentido ponerme una falda tan bonita para estar en casa pero... Las ganas me pueden.
Ya puesta, bajé las escaleras para coger mi móvil pero tuvo que producirse justamente hoy un apagón. Toda la mansión, enterita se sumergía en una oscuridad intensa. Más o menos como pude intenté andar despacio para agarrarme a algo hasta que pasara el apagón porque la verdad esque tengo miedo a la oscuridad. Y justo cuando creía acercarme a algo sólido y fijo, me tropecé con algo.-Oe...Qué crees que haces pisándome así como así. ¿Esque no ves que estaba aquí tumbado?-dijo shu regañándome.
-Disculpe Señor Bello Durmiente, ¡PERO CÓMO VOY A VER ALGO SI LA MANSIÓN ESTÁ COMPLETAMENTE A OSCURAS!
-Ah, es verdad... Esque los vampiros sí podemos ver en la oscuridad...
Y justamente cuando terminó de decir eso, sonó algo cayéndose, pero no pude evitar dejar escapar un leve grito.
-Ja... No me digas que le tienes miedo a la oscuridad o algo parecido...
-¡A ti qué te importa! ¡Claro que no!
Y de nuevo algo, pero mucho más grande chocó contra el suelo haciendo que me estremeciera y tapara mis oídos con las manos.
-Anda ven...- dijo mientras me rescostaba en su pecho- hasta que acabe el apagón estarás conmigo, ¿vale...?
-Shu...
-¿Qué pasa? ¿Algún problema?
-No nada... Al contrario... Gracias.
-Hn
Noté cómo me estrechaba más fuerte entre sus brazos como si no quisiera soltarme jamás. Era una sensación extraña pero cálida a la vez. Y de repente me besó.
-¡WAAA! SHU ¿QUÉ HACES?- dije apartándome un poco de él.
-Pareces sorprendida, pero no parece que te haya disgustado, ¿me equivoco?
-Maldito pervertido...
-Nfufu... Así que sentimos lo mismo, ¿eh?
-Tsk...- me estaba poniendo como un tomate, y Shu se había percatado ya que notaba como se reía por lo bajo.
-Vaya mujer obscena que eres, sentándote así sobre un hombre, completamente a oscuras...
Y justo, gracias a Dios, volvió la luz. Me levanté, o al menos eso intenté, porque en ese momento Shu me agarró por la cintura, me puso debajo de él y me beso el cuello lentamente. Luego me susurró "ya seguiremos con esto más tarde" y me dejó libre.
Mi cara era un tomate viviente, y lo peor es que al levantarme:
-Tienes las bragas de color rosa con encaje blanco. No son las mejores del mundo, pero me gustan más los tangas negros. Un día te traeré unos.
-SAKAMAKI SHU... ¡¡¡ESTÁS MUERTO!!! MALDITO PERVERTIDO.