♒Acuario♒- Ayato:
"OEEE, CHICHINASHIII" Ayato no paraba de gritar para que fuera hacia él, ya que hoy era el dia de ver los cerezos en flor y el parque estaba llenísimo de gente. Me llevaba cogida de la mano, pero me solté sin querer y acabamos separados por unos cuantos metros. Al final él tuvo que empujar a unas cuantas personas para llegar hasta mí. Me abrazó y me cogió otra vez de la mano, un poco más fuerte, ya que temía que me perdiera y no me pudiera encontrar. Al final llegamos a un sitio alejado de toda la muchedumbre. Estábamos solos, él y yo. Dentro de 10 min o así saltarían los cohetes. "Oe chichinashi, hoy es tu cumple, ¿no es así?" preguntó ilusionado. "Sí, por qué lo preguntabas? Respondí con una sonrisa. Él solo se limitó a darme una caja pequeña. La abrí y había una preciosa pulsera de plata (dejo volar la imaginación de cómo es la pulsera). Me lancé a sus brazos, abrazándolo. Él me correspondió, acariciando mi mejilla. "Aunque esa pulsera no es mas bomita que tú, obviamente" dijo sonrojado. "Ya lo sé tonto" respondí dándole un beso en los labios rápido pero dulce. "Feliz cumple, Chichinashi, te amo" dijo mirándome a los ojos con una mirada que nunca olvidaré. Y justo cuando empezaron los fuegos artificiales, me rodeó con sus brazos y nos besamos hasta que se acabaron los cohetes.
♓Piscis♓- Carla:
Estaba rojísima. Mis mejillas ardían de lo rojas que las tenía. Carla me había pedido que para mi cumpleaños posara para él, ya que quería hacerme un retrato. Yo accedí inocentemente sin saber que tendría que posar desnuda con solo una mísera sábana cubriéndome. Cada vez estaba mas nerviosa, Carla no paraba de mirarme, cada parte de mi cuerpo era analizada por sus ojos penetrantes. Hasta que empecé a tener frío y él lo notó. Se acercó a mi y me dijo que ya lo terminaría él por su cuenta. Me puso su abrigo encima y me levanté del sofá de donde estaba hace unos minutos sentada posando. Al pasar por el lienzo, vi que estaba completamente vacío. Me di la vuelta y le pedí explicaciones a Carla. Él solo se limitó a besarme, un beso salvaje, que cada vez se hacía mas deseoso por su parte. No podía respirar y al darse cuenta separó sus labios de los míos. "Eres demasiado hermosa como para dejar de mirarte... No podía concentrarme. Siento no poder darte un regalo... Pero te puedo asegurar por todo lo que tu quieras, que te amo. No importan las circunstancias, te seguiré amando." Y al terminar la frase me volvió a besar, cada vez con más intensidad. "Feliz cumpleaños, mi querida musa". Dijo con ternura. Me cogió en brazos y yo, agotada y con frío, me dormí entre sus brazos. Solo noté como me dejaba delicadamente en la cama y se tumbaba a mi lado acariciándome la mejilla derecha. "Te amo" es lo último que escuché antes de dormirme por completo junto al hombre que amaba.
