Dedicado a: @TonyAntoaneta
Este fan-fic contiene hechos de la temática "Gore".
Estaba perdida, no podía parar de correr. Siempre que venía al bosque lo hacía acompañada de Shin para que no me perdiera, pero hoy decidí venir sola y mira lo que ha pasado. Si hubiera alguna manera de poder llamarle... Pensé en gritar su nombre, pero sería lo más tonto ya que Shin un día me dijo que a parte de sus familiares lobos, en el bosque había otros que eran muy hostiles y que lo único que querían era carne humana. Así que la verdad, atraerles es lo último que quiero hacer en la vida.
Estaba ya cansada de dar vueltas, habrán pasado desde que llegué por lo menos dos horas. Y ni rastro de Shin.
Estaba sumida en mis pensamientos cuando de la nada algo se abalanzó sobre mí. No sabía lo que era, pero de todo menos Shin o alguno de sus familiares ya que ellos no me querrían comer. Era un lobo negro, con unos grandes y profundos ojos ambarinos. Intenté separarlo de mí, pero ya era demasiado tarde. Sus enormes colmillos estaban perforando mi brazo. No pude evitar dejar escapar un grito desgarrador. Y en ese momento otro lobo pero de pelaje anaranjado y pelirrojo se llevó por delante al que me estaba mordiendo. La sangre inundaba mi brazo, no sabía si llorar o si gritar, mi mente estaba concentrada en observar cómo la sangre salía con intensidad del brazo. Puse la mano sobre la herida para tapar la hemorragia, aunque por desgracia no sé si servirá de mucho. Al menos no se ha llevado nada de carne.
-¡(T/n)! ¿¡ESTÁS BIEN!?- dijo el lobo anaranjado.
-Shin...- susurré al reconocerle.
-Tsk... ¡Oe bola de pelo! ¡QUE SEPAS QUE ESTOS SON TUS ÚLTIMOS MOMENTOS DE VIDA!
Cuando gritó eso, se tiró a por su enemigo, solo podía ver los mordiscos llenos de ira por parte de cada uno, lo que si era cierto es que Shin lo estaba machacando. Pero al parecer ese lobo no estaba solo. Empezaron a venir otros desde la oscuridad. Y en medio segundo se había empezado una batalla entre el lobo negro y su manada contra Shin y sus familiares. Todo estaba lleno de sangre y los cadáveres de los enemigos inundaban la zona. Shin seguía con el lobo negro ya que éste quería ir hacia mí. Pero a Shin se le escapó de las garras y el otro aprovechó para morderle en el cuello para intentar inmovilizarlo y axfixiarlo hasta la muerte. Por mucho que mi brazo estuviera mal, no podía dejar que Shin muriera así, y menos salvándome la vida. Así que me levanté con las pocas fuerzas que había acumulado y me lancé a por su feroz agresor. Solo conseguí con suerte arañarle uno de los ojos hasta que este cayó al suelo rodando. El lobo retrocedió restregando una de sus enormes patas en la zona afectada. Shin aprovechó para subirme a su lomo y escapar. Pero otro de los lobos enemigos intentó abalanzarse sobre él. Y en ese momento un lobo blanco le impidió el paso.
-¡Shin! ¡LLÉVATE A (T/n)-San DE AQUÍ! ¡QUÉ HACES AHÍ PASMADO, CORRE! YA ME LO AGRADECERÁS CUANDO ESTO ACABE.
-Nii-San...- balbuceó Shin- Gracias.
Carla solo se limitó a asentir con la cabeza haciendo una pequeña reverencia para proseguir a quitarle la cabeza de una mordida a su contrincante. Luego de eso, se metió en la pelea para ayudar a los familiares. Mientras, Shin me llevaba a otro sitio apartado del bosque.
Ya lejos, en un claro cerca del lago, Shin me tumbó apoyando mi espalda en el tronco de un árbol. Cuando se aseguró de que estaba cómoda, empezó a lamer la herida de mi brazo. Ésta comenzó a curarse, pero muy lentamente. Cuando terminó de lamer la zona para que el fluido hiciera efecto, se transformó en su forma humana.
-Siento no haber llegado antes...
-No te preocupes, de todas maneras no me ha dado en el brazo bueno...
-... Si hubiera llegado antes esto no habría pasado... ¿Ahora entiendes por qué no quiero que te separes de mí? Si te pasase algo yo... Yo... No me perdonaría nunca. Nunca, ¿me oyes? ¡NUNCA!- gritó y le pegó un puñetazo a otro árbol, partiéndolo en dos- No lo entiendes (T/n), eres la persona a la que más amo en esta miserable vida. Sacrificaría mi vida por ti. Y cuando vi a ese malnacido mordiéndote, perdí la razón.
-Shin...
Rompió en llanto y no pudo contener mas las lágrimas. Hice un esfuerzo para ir junto a él y abrazarle. Éste se aferró a mí llorando como un niño pequeño. Le acaricié la cabeza para tranquilizarle, pero no funcionaba. Así que lo único que se me vino a la cabeza fue... Besarle. Y fue lo que hice. Nada más hacerlo, él lo siguió y empezó a hacer que fuera cada vez más deseado por parte de los dos.
-¿Sabías que tus labios son adictivos?- le dije con una sonrisa.
-Lo único adictivo aquí eres tú- me susurró antes de fundirnos en otro beso.
-Oe Shin, déjate de besuqueos y agradéceme de rodillas que te haya ayudado.
-¡Nii-San! ¿Los has matado a todos?
-Bueno... Con una pequeña ayuda- dijo girándose hacia los familiares- pero en general, más o menos sí.
En ese momento, nos miramos entre nosotros compartiendo una gentil sonrisa. Me pregunto si alguna vez olvidaremos esta batalla.
