Blood Promise-Un cambio en la historia

Capítulo 6

                       >>Dimitri<<

Éramos estúpidos

Habíamos hecho planes sin sentido, sin rumbo, sin razón.

Tal vez estábamos equivocados, tal vez debíamos solo dejarla ir, solo tal vez este había sido el plan desde el principio. Un estúpido, cruel y sin sentido plan.

Rose había dicho una vez durante los entrenamientos que la vida era una perra, era cruel y no tenía sentido del humor. Tal vez parte de eso era cierto, tal vez yo subestime la capacidad de Rose para interpretar la vida.

Todos lo hicimos

Recuerdo haberle dicho Rose que ella aún era una niña y que esa era una de las razones por las cuales no podíamos estar juntos, pero me equivoque, ella era una mujer. Al igual que me equivoque al no tomar sus palabras en serio durante ese entrenamiento. Ella estaba equivocada en una cosa; la vida si tenía sentido del humor y era uno muy oscuro.

Era gracioso pensar en todas aquellas razones por las cuales no podríamos estar juntos en esos momentos, Lissa, nuestra profesión, mi lugar en la Academia, su edad...

Pero ahora todo parecía tan absurdo y burdo de solo pensarlo, cuando hablábamos de ello nunca se nos ocurrió contemplar esta opción; la muerte...

Ahora era demasiado tarde para contemplar eso, ahora habíamos tomado decisiones y hecho caminos, tal vez no eran los correctos, pero nosotros los habíamos decidido. Podía ver eso mientras conducía hacia no sé dónde.

Habíamos estado cazando Strigois durante días y siempre terminamos igual; sin nada, sin respuestas sin una señal de ella. Comenzaba a volverse doloroso.

Lo único que habíamos logrado era atraer a un grupo de Strigois a donde nos estábamos quedando así que tuvimos que huir, ya no era seguro estar ahí.

Cada día que pasaba un gramo de esperanza moría dentro de nosotros, todos tenemos esos pensamientos y todas esas preguntas en la cabeza, dando vueltas y torturándonos.

Lo único bueno hasta ahora era que Janine tenía un conocido al que había llamado por ayuda, era la única opción ya que estaba oscuro y esta era una nueva ciudad para todos los demás sin contar que la última Dragomir viajaba con nosotros.

La casa del conocido de Janine era más de lo que esperábamos, grande y llamativa. Dudaba que se le llamará casa a una construcción tan grande. Todos bajamos del auto al llegar a la entrada.

­­–Es mas de lo que esperaba – comentó Adrian al bajar

–Solo nos quedaremos hasta que tengamos un buen plan – dijo Christian –, así que no te acostumbres.
Nadie dijo nada más hasta que estuvimos adentro, supongo que nadie se sentía con ánimos de hacerlo, todos teníamos nuestros propias problemas y pensamientos como para preocuparnos por el tamaño del baño o las habitaciones.

–Creí que tu amigo estaría aquí para recibirnos – dijo Lissa, era la primera vez que hablaba desde que habíamos salido de la casa en la que nos hospedábamos –, ya sabes para decirnos que no rompamos nada y todo eso.

–No creo que eso le preocupe – respondió Janine.

Una mujer salió de la casa para recibirnos, tenía unos treinta y tantos, parecía el tipo de persona a la que le dejas a cargo de tu casa mientras estás de viaje o cuando solo vienes durante las vacaciones.

– ¿Ustedes son las personas que el señor dijo que vendrían? – preguntó con un inglés muy fluido.

–Sí, somos nosotros – Janine intercambió unas cuantas palabras más con la mujer y después ella nos mostró nuestras habitaciones, la casa era más grande de lo que parecía por fuera, llena de lujos y adornos caros, pinturas y obras de arte que parecía que debieran estar en alguna exposición en algún museo colgaban de las paredes y adornaban la casa. Cada uno tuvo su propia habitación, aunque todos sabíamos que probablemente más tarde Christian se colaría a la habitación de Lissa.