Capítulo 11

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Muerte

Esa palabra había rondado tanto mi mente durante toda la vida que jamás me detuve a comprenderla bien. Siempre creí que tendría que entregar mi vida por Lissa o por algún otro Moroi, pero ahora solo debía consentrarme en el futuro que tenía por delante. Y los aliados y enemigos que ganaría en el camino.

Mis planes  para el futuro eran más grandes que los de cualquier otro Strigoi, yo no quería acabar con las familias reales solo porque eran superficiales, egocéntricos y se paseaba por el mundo como si fueran sus dueños, yo quería acabar con los Moroi, con todos. Y para eso no debía comenzar a matar a cualquiera que se cruzará en mi camino. Toda mujer vida en la academia nos enseñaron que los Moroi van en lo alto, son importar nada, los Dhampir son para servir a los que están arriba sin importar lo que quieran e imposibilitados de tomar sus propias decisiones. Y al final los Strigoi; ellos eran la muerte, malvados s y despiadados seres que merecía de morir. No del todo incorrecto, pero llegó le momento de cambiar eso, de que la cadena cambie y los s Strigoi estemos arriba.

Traer al grupo de estupidos al lugar en donde yo llevaba a cabo todos mis planes no era mi mejor decisión, pero si ellos decidieron no irse cuando tuvieron la oportunidad debían atenerse a las consecuencias ahora.
Siendo honestos no sabía qué hacer con ellos, no quería matarlos, pero tampoco podré tenemos aquí el tiempo que yo quiera. No es mi lugar ni mi gente; son de Henry y ese hombre les daría una patada en el trasero en el momento en el que se aburriera, a todos menos a Lissa.

Y hablando de Henry, en este momento me dirigía a su oficina a hablar sobre los estúpidos encerrados en el salón.

–¿Querías verme? – le pregunté 

–Sí – respondió sin levantar la mirada de unos papeles que está revisando

Sus negocios sucios

–Muy bien... – respondí esperando que me dijera de que se trataba

Me hizo una señal de que me sentara y lo hice– Quería hablarte sobre tus "amigos" – hice una seña para que continuará– Sabes que apoyo cualquier decisión que tomes con respecto a lo que les suceda, pero te voy a prohibir que toques a Tasha Ozera

Me tomó un par de segundos entender– ¿Disculpa?

–Ella es importante, Rose, puedes jugar a lo que quieras con los otros, pero Tasha tiene algo que necesitamos

–¿Que tiene esa perra que podamos necesitar?

Dejar a Tasha fuera de mis planes no era negociable, era a una de las personas que más odiaba y sin contar que lleva al hijo de Dimitri en su vientre. Sí mataba a Tasha también lo lastimaba a él, dos pájaros de un tiro.

–No es información que yo vaya a compartir contigo –me respondió cortante.

–Debes dé, ella es mía

En un parpadeo yo ya no estaba sentada en la silla enfrente del escritorio, ahora estaba con la espalda contra la pared y una mano de Henry aferrada a mi cuello. Los ojos de él eran todavía más rojos de lo normal y había una expresión oscura en su rostro.

– No lo voy a repetir, Rose –me amenazó–, ella se queda fuera de tus planes.

Asentí con la cabeza solo para conseguir que me soltara. Me echó de su despacho después de eso.

Esto no se va a quedar así.

***

Tres Morois estaban de rodillas en la entrada principal de la casa, sinceramente no tenía ni idea de que estaban haciendo aquí, de un momento a otro un grupo de fieles a Henry los trajeron y hablando del diablo él se encontraba delante de ellos gritándoles, yo no prestaba atención a sus palabras, aún estoy molesta con él.

–No tengo nada en contra de sus familiares –le escuché decir– por lo tanto, gracias a mí misericordia, podrán vivir –vi como el rostro de la única mujer Moroi arrodillada de teñía de tranquilidad, ella sabe que vino a morir, pero aún así, en sus últimos momentos de vida le importaba su familia. Supongo que esto es lo más cercano al amor– Pero ustedes no saldrán caminando de aquí. Tienen dos opciones: aceptar mi regalo de una vida entera o morir aquí mismo.

Aceptarán morir

Eso te lo enseñan en el mundo de los Morois/Dhampir, morir antes de convertirse en un monstruo.

–Yo acepto el regalo –habló el hombreaa joven. Era guapo, ojos claros y cabello castaño oscuro, bastante guapo. El hombre recibido las miradas de horror y asco de los otros dos.

–Vaya –dijo Henry–, no lo esperaba, Javier, pero es excelente, la mejor decisión que puedes tomar ¿Ustedes dos que eligen?

Morir. Esa fue la respuesta de ambos. Esperaba que Henry nos dejara alimentarnos de ellos, pero dio una orden totalmente diferente

–Despedacenlos vivos –Henry nos hizo mirar, era una advertencia de lo cruel que podía llegar a ser, en pocas palabras: "Esto les pasa a quienes me desafían"

***
Henry nos echó a todos después de que los Morois murieran y él mismo indicara quien sería el que transformaría a Javier, yo lo haría. Eso implicaba que era mi responsabilidad hasta que aprendiera a controlarse, un dolor en el trasero. Ese maldito lo hacía para molestarme todavía más.

–Muy bien –le dije a Antón–, levantalo y avísame cuando despierte.

El trabajo estaba hecho, Javier disfrutaba de su último sueño. Antón asintió y yo salí de la habitación camino al despacho de Henry. No me iba a rendir sin pelear. Sabía que que si Henry se enfurecía de nuevo nos llevaría a una pelea, una que perdería. Mi cabeza no lograba conectar las piezas del porque Henry quería a Tasha para él, tanto así que había ordenado que mañana la cambiarán a una habitación.

Henry se encontraba con su hija en su despacho, Amelia, ella tenía como unos 18 años y siempre se encontraba cerca, tentando a los demás a beber su sangre y también la encargada de cuidar a mis visitas, ella me entregó las cosas para curar a Dimitri. La puerta estaba entreabierta y para mí era perfecto escuchar lo que decía

–Fue horrible –dijo ella–, los gritos resonaban por toda la casa y la sangre salpicó las paredes, papá.

Henry me daba la espalda, pero su boca salió un suspiro de ¿arrepentimiento?

Su hija abrazó a su padre por detrás–¿Porque haces esto?

–Debo hacerlo –dijo–, si les demuestro que soy débil me comerán vivo, no los conoces tanto como yo.

–¡Claro que lo hago! – exclamó Amelia–. Vivo con esos monstruos, vivo con el miedo de que me maten mientras duermo, sé perfectamente como son y sé que tú no eres así

Joooooder, me encontraba tan perdida en esta conversación.

¿Sé que no eres así? ¡Él me transformó en lo que soy! A mí y a más de la mitad de los que estábamos aquí

–Nunca dejaría que alguno te tocará –la voz de Henry sonaba cálida, con cariño

Justo en ese momento Henry dió la cara hacia dónde yo estaba y pude tener una mirada de él que me dejó sin palabras

Henry lloraba

Literalmente su cara estaba húmeda de lágrimas y su rostro reflejaba dolor. Esto solo significa una cosa. Algo en lo que yo no creía, pero había querido que Lissa y los demás sí creyeran.

Los no-vivos

Henry era un no-vivo.

¿Me extrañaron?

Sé que estuve desaparecida por meses y lo siento. Gracias por todo el apoyo a las lectoras antiguas y a las nuevas, no tengo palabras para agradecerles. También gracias por toda los mensajes pidiendo que volviera, sinceramente solté la App y no la revise. Sí algunas quisiera tener un contacto conmigo pidanme mi número y por WhatsApp les responderé muchísimo más rápido que por aquí. Sin ningún problema en serio háganlo

Gracias por su apoyo, por leer, votar y comentar.

¡Besos! 😘

Blood Promise-Un cambio en la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora