Destino y Libertad

CAPITULO 7

La chica se levanto algo desorbitada, y en seguida busco al muchacho, Hiccup, como se había presentado a si mismo la tarde anterior, pero no estaba allí, sin embargo estaba la carreta y al parecer también los animalitos dentro de esta, ya había amanecido así que se puso de pie para desentumirse cuando escucho un ruido extremadamente raro.

Tras mirar para todos lados con arco en mano y esperar que se tratara del supuesto vikingo, cayó en cuenta que algo hacia unos movimientos extremadamente toscos en la carreta, demasiado veloces para cualquier animal de ganado, eso era seguro, así que decidió muy cuidadosamente echar un vistazo a lo que había bajo la manta, August parecía que presentía algo por que empezó a relinchar y retroceder incluso dando leves topes al hombro de la chica para que no se aproximara más a la carreta, pero ella haciendo merito a su apodo no se acobardó y retiro la manta para encontrarse con un obscuro dragón con enormes ojos amarillos que con tan solo verla por unos segundos le causó tal susto que salió volando despavorido.

Mérida apenas pudo reaccionar lo suficientemente rápido para quitarse del paso de ese "monstruo" cayendo de espaldas y empezando a hiperventilar con la mirada muy abierta, no se lo creía "¡¿He visto a un dragón? ¿Uno de verdad?!" se gritaba mentalmente

A los diez minutos despreocupado de todo en absoluto y disfrutando del bonito amanecer llegó Hiccup con un montón de leños sobre el hombro, tan confiado estaba de que había madrugado que se había dado el tiempo de mojarse la cabeza en uno de los ríos cercanos a la cueva y recoger madera para cocinar algo de desayuno pero apenas llegó a la entrada del lugar dejó caer todo al suelo al ver su carreta vacía por un lado y por el otro a Mérida aún sentada en el suelo con los ojos muy abiertos y con arco en mano.

- ¡¿Qué pasó?!- dijo ya haciendo conclusiones en su cabeza pero descartando por completo la posibilidad de una batalla pues aunque la chica estaba armada y su dragón estaba en su derecho de defenderse no había sangre heridas en la piel de la joven o algo que diera indicios de que una pleito se hubiera desatado allí.

- Un dragón...- dijo casi inaudible la pelirroja saliendo de su aparente estado de shock para después de unos segundos posar sus ojos sobre el muchacho y empezar a mostrarse extremadamente molesta.- ¡Un dragón! ¡¿Eso estuvo cargando August?! ¡¿Cerca de eso pase yo la noche?! ¡Tú!

La chica en un movimiento rápido empezó a apuntarle con su arco dando unos segundos al vikingo para explicarse antes de disparar.

- ¡Espera por favor! Puedo explicarlo todo solo déjame....- empezó a inclinar para mostrarle uno de los libros de notas que llevaba con sus apuntes de dragones pero al mínimo movimiento la chica solo acercó mas la flecha a su rostro.- ¡No dispares solo quiero mostrarte algo!

- ¡No! Que tal si es una de tus artimañas de ....de...¡bárbaro Vikingo!.- dijo no muy feliz de haber sonado prejuiciosa con la gente que no conocía en realidad pero es que estaba furiosa.

- Es solo un libro.- Seguía con las manos a la altura de la cabeza sintiendo que quizá le había llegado la hora, los ojos de la chica parecían llamas azules y daba la impresión de que no dudaría ni un poco en soltar la flecha de un momento a otro, no, no podía darse por vencido tan rápido había salido de peores, mucho peores situaciones.

- ¡Sí, claro! un libro, cómo saber que no es un arma, al principio me dijiste que lo que llevabas allí eran unos cerdos.

- ¿Enserio? ¿Puedes jurar que yo dije en algún momento que era lo que transportaba en la carreta?- hizo una mirada que a cualquier otra chica quizá le hubiera resultado atractiva pero a la enfadada Mérida le pareció presuntuosa.- ¿Recuerdas? Fuiste tu quien sacó sus propias conclusiones, yo no te dije nada por que sabía que esto podría pasar, yo ni siquiera pedí ayuda solo me reduje a aceptarla y aparte de todo te deje claro que me dirigía a un lugar apartado, ahora sabes la razón .