En la mañana desperté por el molesto sonido del celular, no sabía si era el mío o era el de Sebastián. Pero era irritante el sonido y hacia que mi cabeza doliera más de lo que ya me dolía. —Porque tuve que tomar tanto anoche— pensaba.
Note que Sebastián estaba acostado a mi lado, me senté en la cama sin despertarlo ya que tenía una mano alrededor de mi cintura.
—Grave error— dije entre dientes, y me pare corriendo al baño de Sebastián a vomitar — Joder, no vuelvo a tomar.
Escuche una risita y gire a mirar a Sebastián que estaba sentado en la cama con una sonrisa burlona. Negué y enjuague mi boca, lave mi rostro, vi como Sebastián se acercaba y se colocaba detrás de mí aun riendo. Sonreí inocente y el retrocedió rápido.
— Ni se te ocurra golpearme — dijo Sebastián rápido y empecé a reír.
—Se nota que me conoces muy bien —dije apoyándome en la pared del baño.
—Te conozco muy bien cariño, creo que hasta mejor que tú misma — dijo Sebastián sonriendo— ¿Qué tal el dolor de cabeza? —pregunto.
— Leve —dije con un gesto de disgusto — pero molesto.
— Ten, es una pastilla para el dolor de cabeza — dijo Sebastián, agarrando un frasco de pastillas en su mesita de noche.
—Gracias — dije sonriendo.
—Julie ¿Te puedo preguntar algo?— pregunto Sebastián.
—Si ¿Qué ocurre? — dije mientras agarraba el vaso de agua que estaba en la mesita de noche para tomarme la pastilla.
— ¿Que recuerdas de anoche? — pregunto Sebastián y lo mire perpleja.
—Tu y yo — tartamudee y el negó riendo, solté un suspiro de alivio— no recuerdo mucho hasta que estábamos hablando en el patio.
—O sea, que no recuerdas lo que me dijiste anoche — comento Sebastián.
—Sebas, dime que fue lo que hice o dije, ya me tienes nerviosa— exclame nerviosa.
—Dijiste que amabas a Ellie y andabas como loca siguiéndome para quitarme tu celular para llamarla— dijo Sebastián mirándome atento y me quede muda— ¿Julie?
—Pues —me acosté boca abajo y grite histérica— estoy enamorada de Ellie — murmure.
— ¿Que tu estas qué? — Dijo Sebastián perplejo— Joder Jul, te gustan las chicas y no me habías dicho nada, soy tu mejor amigo — grito indignado.
—Lo siento, no sabía cómo decirlo. No es fácil para mi Sebastián— lo mire seria.
Su mirada se relajó y pasaba sus manos por su cabello, era signo de que no sabía cómo actuar.
—No entiendo, es que tú y mi hermano, pensé que ustedes tenían o tuvieron algo — dijo Sebastián caminado de un lado a otro de la habitación.
— Yo creía que me gustaba antes, pero en realidad no, bueno si me gustaba— comente y solté un suspiro — ¿recuerdas el fin de semana que nos quedamos en la playa hace tres años? — pregunte y el asintió — bueno, la noche que hicieron la fiesta yo me quede con Alejandro en la piscina hablando y…
— ¿Y? ¿Qué sucedió Jul? — pregunto Sebastián.
— Nos besamos— dije pasando mi mano por mi cabello — pero no sentí nada, me sentía confundida —solté un suspiro — aún es difícil para mi sebas, yo tuve un novio hace unos años y realmente era la chica más feliz de todas pero tuve que irme del lugar. Ahora me gustan las mujeres.
—Entonces, ¿te atraen los chicos también? — pregunto Sebastián, mientras se sentaba a mi lado.
—Supongo que si — dije levantándome de la cama— es confuso Sebas —lo mire frustrada.
Nos quedamos en silencio por un momento, vi cómo iba a decir algo pero mi celular empezó a sonar. No tenía idea de donde estaba así que empecé a mirar a todas partes buscando con la mirada mi celular. Sebastián me señalo la mesa donde estaba el televisor y vi el celular.
Quince llamadas pérdidas de mi mamá, me va a matar cuando me vea. Vi la hora y eran las once y punto.
—A la mierda, son las once Sebas — grite — ¿Por qué joder no me levantaste más temprano? Sabes lo que me tardare en llegar a mi casa y arreglarme para ir al liceo — grite buscando mi cartera y me detuve — ¿Dónde están mis hermanos?— pregunte y vi como estaba corriendo en dirección del baño.
—Deben estar en alguna habitación de la casa — grito Sebastián en el baño y se asomó— No vi la hora, lo siento pequeña, me esperas cinco minuto y te llevo a tu casa y nos vamos juntos al liceo.
—Vale, pero te apuras a mi madre me matará y a ti también — lo amenace y empezó a reír.
Llame a Jhon por celular pero no contestaba, luego a Jasón y al rato fue que respondió.
— Idiota ¿Dónde están?— pregunte molesta.
—Oye, pero que agresiva te levantas — dijo Jasón riendo.
—Agresiva voy a estar, sino me dices donde están — dije amenazándolo.
—Nos estas amenazando — escuche que dijo Jhon.
—Ah es que estoy en alta voz, pues escúchenme par de tontos, son las once y tengo clase a la una de la tarde, si tienen una máquina que me lleve en menos de treinta minutos a mi casa, perfecto. Si no la tienen espero que muevan sus traseros ahora — exclame.
—Mierda, no nos percatamos de la hora peque, ya nos arreglamos para irnos— dijo Jhon apenado.
—Bajo en seguida —dije finalizando la llamada y le toque la puerta a Sebastián.
—Ya salgo enana — grito Sebastián.
—Solo te tocaba para decirte que iba esperar abajo —expliqué.
—Vale, espérame abajo, yo salgo — dijo Sebastián entre abriendo la puerta y ocultando la mitad del cuerpo tras ella.
—Que me gusten las chicas, no significa que estarás desnudo frente de mí, idiota —le reproche y él soltó una carcajada.
— Sabes que me amas igual —dijo Sebastián guiñándome el ojo, negué y salí de la habitación.
Sebastián no se tardó mucho en bajar, lo cual pude llegar rápido a casa para arreglarme. Lo bueno era que mi mamá no estaba en casa cuando llegamos, sé que en la noche me espera una larga charla de por qué no le respondí el celular, seguro pensara que estaba acostándome con algún chico. Me reprochara por haber bebido hasta perder la poca cordura que tengo, lo último recuerdo era que estaba bailando como loca con Sebas en el patio trasero de su casa.
No quiero ni imaginar que hice después de eso —Dios, y si hice algo peor que decirle a Sebastián que amaba a Ellie — pensaba mientras terminada de arreglarme para bajar. Joder no sé qué rayos hice anoche, necesito averiguar, antes de que eso llegue a oídos de Ellie. Baje corriendo con mi bolso en el hombro y fui hasta donde estaba Sebastián.
— Sebas, necesito saber si tú te acuerdas que hice anoche — hable muy rápido y él me tomo de los hombros.
—Vamos a ver peque, primero cálmate — dijo soltando una risita — segundo, porque bajas así, te pudiste caer— lo fulmine e iba hablar y me interrumpió— tercero, deja que termine de hablar, vale— dijo Sebastián y yo asentí.
— Vale, te escucho — dije calmándome y vi el reloj— tenemos media hora para llegar al liceo.
—Podemos ir hablando en el camino, tus hermanos ya murieron así que nos tocara ir en autobús —comentó Sebastián sonriendo burlón.
— Ya que, vayámonos — dije riendo y lo jale por el brazo para que se levantara.
Caminamos hasta la parada de los autobuses y nos subimos al primero que paso, tuvimos la suerte de que estaba casi vació y nos sentamos. Menos mal que no es hora pico o sino estos autobuses fueran hasta las metras , me senté al lado de Sebastián para poder ir hablando.
—Bueno, no sé, si este bien decirte esto, pero anoche te volviste a besar con Alejandro — explico Sebastián.
— ¿Qué? ¿Como? Joder — dije casi gritando y Sebas me hizo seña de que no gritara — pero es que, mierda ¿no estas bromeando Sebas? —pregunte casi histérica.
— Lo digo en serio Jul —dijo Sebastián serio.
—Mierda — murmure pasando las manos por mi cabello — si Ellie se entera, me matara.
Cuando llegamos al liceo, lo primero que hice fue buscar a Ellie con la mirada. Me encontraba muy nerviosa al respecto y Sebas me repetía una y otra vez que me calmara, que él podía hablar con Ellie si yo quería. Pero le dije que mejor era que yo hablara con ella.
Recibí un mensaje de Ellie, con una simple frase que hizo que me pusiera mucho más nerviosa de lo que estaba.
Tenemos que hablar, estoy en el segundo piso
-Ellie
Ellie ¿Ocurre algo?
-Julie
Solo necesito hablar contigo de algo importante
- Ellie
Ya subo nena
-Julie
Okey
-Ellie
—Está siendo muy seria conmigo Sebas, seguro ya se enteró —dije muy nerviosa— ¿Qué ocurre si me termina? — dije casi en un susurro para que nadie alcanzara a oír.
—Te dije que puedo hablar con ella, Jul —volvió a insistir Sebastián.
Suspire profundo y negué, tome mi bolso bien y empecé a subir las escaleras al segundo piso. Camine y me detuve para ver a Ellie sentada en el suelo con su cuaderno de notas y el celular encima del cuaderno. Mordí mi labio, nerviosa y tome fuera para enfrentar cualquier cosa.
—Ellie — la llame y ella levanto la vista, note que tenía sus ojos rojos.
— ¿Disfrutaste de la fiesta anoche?— pregunto Ellie con sarcasmo, note como su vos se cortaba.
Maldije en voz baja y deje caer mi bolso y me coloque a su altura.
—Te puedo explicar — dije rápidamente.
—Me creíste estúpida, diciéndome que no te gustaban los chicos, cierto— dijo entre dientes Ellie molesta.
— Primero en ningún momento he dicho que no me gustaban — dije a la defensiva y maldije por la forma en la que me miro Ellie, no debí haber dicho eso — te juro que lo hice inconsciente, sabes que nunca haría algo para herirte— dije intentando agarrar sus manos pero ella las alejo rápido.
— No sé, si creerte Julie — admitió sollozando — cómo pudiste besarte con un chico, estando conmigo— dijo Ellie tensando su mandíbula.
— Ellie, por favor escúchame — dije tomando su rostro— deja ese maldito orgullo y deja que te explique —solté y Ellie se quedó mirándome perpleja.
No espere que se callara, ya que era muy terca y orgullosa. Suspire y cerré mis ojos.
—Ayer llegue a mi casa y estábamos cenando, recibí un mensaje de Sebastián diciéndome que habría una fiesta en su casa por el cumpleaños de Alejandro, me aliste y fui, la fiesta estuvo normal al inicio pero — me detuve un momento para abrir mis ojos y mirarla— empecé a beber con Sebas y me pase de copa, no recuerdo después que empezara a bailar como loca en el patio trasero con él a las 2 de la mañana, no recuerdo más nada desde ese momento —finalice y deje caer mis manos en mis piernas.
— ¿No recuerdas haberte besado con Alejandro? — pregunto Ellie, más tranquila, la mire y negué.
—Una de las razones, por la cual, Sebas me pregunto cuando me desperté si recordaba algo, era porque lo estaba siguiendo por toda la habitación para quitarle mi celular porque te quería llamar, eran las tres de la mañana, sino me equivoco — dije levantándome del suelo y Ellie tenía la mirada todo el tiempo en mi— me pregunto por qué era tan urgente llamarte, le respondí que era porque te amaba y necesitabas saberlo.************
Hora Pico: La hora pico es muy conocida, como la hora del medio día, las cinco de la tarde u ocho de la noche.Hasta las metras: expresión venezolana que significa que un lugar está muy lleno de personas.
Holaaaaa 💜
Espero que disfrutaran este capitulo, comenten que les parecio y voten si les gusto :3
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Mi primer y único amor
Teen FictionTe quería decir que me gustas mucho Ellie, desde hace un año estoy enamorada de ti.- dije, mirándola. Vi cómo iba a decir algo y le puse un dedo en la boca. -Por favor, déjame terminar. -dije y Ellie asintió. -Desde que estudiamos juntas siempre...