CAPÍTULO 25

29 3 0
                                    

La mañana transcurrió lenta hasta que decidimos salir al cine, Ellie de la que necesitaba distraerme con todo lo que había ocurrido en la casa.
Le  conté todo lo que pasó después que  ella se marchara  y se quedó igual de sorprendida como yo al  saberlo. Pero ella reaccionó de una forma que yo no lo fuera hecho. Se emocionó tal hecho de que tuviera más hermanas y  no era la única.

Quizás era cierto, pero no podía sentirme feliz. Sentía rabia, no con ellas sino con mi mamá por haber ocultado tal cosa a nosotros. No era  como si ocultara una casa. Oculto que tenía una  familia, otros hijos.  Eso me dolía. Sentía celos, por el cariño que mamá prefirió darles a ellas que a mis hermanos y a mi.

Estábamos viendo la película, pero mi mente siempre haya la forma  para  no prestarle atención en algunas partes. Ellie me tomaba la mano y la acariciaba de vez en cuando. Yo le sonreía indicándole que estaba bien. Pero aun así, no disfruté la película al finalizar. Salimos de la sala y  Ellie se detuvo  bruscamente  saliendo del cine.

—Ya no puedo más — soltó con cierta molestia y la mire confundida — Jul, no puedes estar así por amor a  Dios. No sé acabo el mundo, se que es difícil afrontar lo que  te está ocurriendo pero mírate como estas. Con la cabeza quien sabe dónde, la mirada perdida y ese brillo apagado de tus ojos — dijo Ellie tomándome del rostro.

—Perdóname nena, es que yo —solté un suspiró y ella me abrazó — quería que este día fuera mágico y lo estoy arruinando.

—Nada de eso, ahora es que es temprano —miro su reloj— apenas serán las tres de la tarde. Podemos ir a comer helados, pasar por una librería o hasta entrar a Divercity y pasar un buen rato jugando— hablaba entusiasmada y asentí sonriéndole.

—Si me lo dices con esa emoción hasta yo me entusiasmó — comenzamos a caminar y ella reía — ¿Vamos por los helados primero o la librería? — le pregunte. Aunque ya sabía que diría primero y en su rostro se dibujó una gran sonrisa, ya sabía que significaba.

Bajos en piso y fuimos hasta la librería. Entramos y Ellie literalmente salió corriendo tras ver todos los libros. A mi me gusta leer pero no tanto como a ella. Ellie podía emocionarse nada más al estar aquí adentro, por mi parte quizás me conformaba con uno que otro libro. Yo era feliz en una tienda de música esa era mi pasión.

Sus ojos brillaban cada vez que tomaba algún libro y se ponía a leer de qué trataba. Saque mi celular y le tome varias fotos distraída hasta que se percató y empezó a reír y hacerme muecas.
Y comencé a grabar un video.

—Señorita Ellie se ve usted muy feliz el día de hoy — dije sonriéndole mientras la graba viendo los libros. Y ella asintió.

—Estoy muy pero muy feliz — dijo hablando a la cámara — ¿sabes porqué?— me pregunto Ellie.

—Cuéntenos la razón de su felicidad — dije ocultando mi alegría que ella me contagiaba.

—Pues hoy es un día maravilloso, aunque a una persona muy especial es mi vida le hayan ocurrido cosas malas — hablaba lentamente y bajo la mirada para luego mirarme — Esa personita esta aquí conmigo haciéndome sentir la niña más feliz de todas, solo por estar a mi lado y porque nos amamos demasiado — confesó con una sonrisa.

—¿Y dónde está esa persona? Porque no la vemos contigo — dije soltando una risita y gire la cámara  todas partes y ella empezó a reír y me quitó el celular para fijarlo en las dos.

—Porque eres tú mi linda Julie — dijo sonriente dándome un beso en los labios— esta chica señores es el amor de mi vida, se llama Julie Guzmán — hablaba acercando su rostro al celular— y ella está un poquito loca.

Mi primer y único amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora