CAPÍTULO 20

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Como era domingo habíamos decido ir al Ávila a caminar un rato. Al medio día los chicos se habían cambiado y arreglado. Ninguno estado en su estado natural pero tampoco estaban ebrios. Seria más divertido ver que locura hacen en ese estado. En el auto de Marcos iban, Pedro, Jennifer, Ana y Ellie.

El auto de Alejandro, íbamos sebas, y yo, le había dicho a Sebas que si podíamos pasar primero por mi casa a buscar unas cosas así ellos se adelantaban.
Fuimos, yo subí a mi habitación dejé mi bolso y agarré mi cartera, mi celular y la chaqueta. Coloque mis cosas en los bolsillos de Ella y baje. Pedro le escribió a Sebas, diciéndole que ya iban en la autopista hacia el lugar para subir por el teleférico.

Nosotros no nos tardamos en salir hacia la autopista que para ser domingo había bastante tráfico.
Íbamos por el canal normal y Alejandro estaba esperando el momento para pasarse al canal rápido, ya que íbamos detrás de un autobús y a él no le gustaba ir así. Cuando cambia de canal, se escucha un estallido de una llanta, busque la mirada de sebas y el se fijo en el autobús que hace un momento estaba frente a nosotros. Se le había explotado una llanta trasera y se estaba tambaleando.

Alejandro intentó bajar la velocidad pero venían carros detrás de nosotros y sería una locura si hacía eso. Todo estaba pensando muy rápido, cuando de escucha un segundo estallido del autobús, al parecer se le había explotado ahora uno de adelante y el autobús se fue de lado hacia el canal de nosotros.
-Ale haz algo- gritaba yo desesperada.
-Cálmate Jul, estaremos bien- decía Sebas apenas mirándome -intenta bajar la velocidad -le decía a Alejandro. Que parecía que estaba en shock.

Nervioso asentía pero cuando intento bajar la velocidad el auto detrás chocó contra nosotros haciéndonos impactar contra el autobús que estaba cayendo de lado bloqueando la vía y haciendo un desastre. Me aferre al asiento pero era inútil porque el carro de atrás de un impacto muy fuerte haciéndome chocar contra la ventana y el asiento del piloto dejándome inconsciente.

Narrado por Sebastián

Todo era un caos, el impacto había sido muy fuerte por suerte siempre cargaba el cinturón de seguridad puesto y las bolsas de aire salieron amortiguándonos el golpe a mi y a mi hermano. Todo se había detenido por un momento, solo escuchaba un pitido en mis oídos y el grito de Jul cuando el auto de atrás chocó contra nosotros.

Me sentía mareado, mi hermano estaba inconsciente y Jul no se escuchaba, intente voltearme para verla y estaba acostada de largo en la silla, tenía sangre cayendo por su frente. Me desespere para soltarme el cinturón y salir del auto lo más rápido que podía. Pero estaba trancado el cinturón, intenté hasta soltarme y abrir la puerta como pude, la cabeza me daba vuelta y me sostuve de la puerta un momento.
Abrir la puerta de atrás, no sabia que hacer si sacarla de ahí o esperar que llegara una ambulancia.

No sabia si podría llegar a tener alguna fractura, me estaba agobiando ver todo lo que había ocurrido. Busque mi celular, llame como pude a emergencia y me dijeron que ya las unidades iban en camino que ya habían recibido varias llamadas.

-Ale, Alejandro -intentaba llamar a mi hermano pero seguía inconsciente también. Pasaba mis manos por mi cabello desesperado, porque tenía que ocurrir esto.

Intentaba no llorar pero todo lo que pasaba desesperante. Me quedé con Jul era la que estaba más expuesta a que tuviera alguna fractura en el cuello. Quite mi camisa y se la puse con cuidado en la cabeza, estaba botando mucha sangre y eso me estaba asustando.

-Por favor quédate conmigo Jul- susurraba colocando mi frente en la silla. Escuche a mi hermano quejarse y lo mire. - Ale ¿estás bien?.

-Creo que si, pero joder mi duele el cuello - dijo Alejandro intentando quitarse el cinturón pero su cara era de dolor.
-No te muevas, la ambulancia ya debe estar por llegar - dije intentando calmarlo y calmarme a mi mentalmente. Suspiraba intentando tranquilizarme cuando escuché Las sirenas de las ambulancias llegando.
Los paramédicos se movían rápidamente, unos se iban hacia el autobús y unos vinieron hasta donde nosotros.

Mi primer y único amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora