Secrets || Antoine Griezmann||

Capitulo 10

Ya habían pasado unos días, en unas semanas me iría de vuelta a España, pero esta vez yo sola, los demás se irían de vacaciones juntos, me lo dijeron pero lo rechacé porque tenía mucho que hacer en España. Estaba en mi cuarto tumbada leyendo cuando llame a Diego, tenía claro que hoy le preguntaría por mi madre.
Vi que pasaba por mi cuarto y aproveché.
— Diego.
— ¿Qué pasa,Carla?— Preguntó apoyándose en el marco de la puerta.
— ¿Podemos hablar?
— Claro, dale—. Se sentó al borde de mi cama y yo me incorporé.
— ¿Qué hay de mi madre? — Pregunté, y pude ver su cara extrañada. — Quiero decir, sólo te he conocido a ti, y no me has vuelto a hablar de mi madre, solo me dijiste que me estuvisteis buscando por muchos años, pero luego ¿qué? No la conozco.
— Verás Carla... No te he mentido en nada, solo que me cuesta hablar sobre tu madre, ella... Ella murió en el parto de Guili y fue muy duro para todos hasta ese momento te estuvimos buscando por todos lados. Cuando ella murió decidí dejar de buscar, no tenía fuerzas, era una cosa que teníamos que hacer ambos. Perdóname de verdad, cuando te vi en el Calderón con Carla y Francesca supe que eras tú, y por un momento pensé que nunca te habías ido—.Lo abracé sabía que era mucho para él, aparentaba ser alguien duro, pero en realidad sufre como los demás y lo da todo por los demás. — Si querés podemos ir mañana tus hermanos, tú y yo al cementerio a visitarla para que la conozcas, tenía muchas ganas de encontrarte.
— No lo dudes, papá—. Le sonreí y acto seguido me pidió que le contase que tal iba con Paulo.Estuvimos hablando un buen rato hasta la hora de comer, comimos y decidí volver a mi habitación a dormir un rato, después me iría con Paulo al cine, éramos como dos niños pequeños y queríamos ver Gru 3. Con Paulo todo estaba genial, desde aquel beso estábamos más unidos,no volvió a suceder uno como aquel, pero algún que otro corto beso si, aunque no pasábamos  de ahí, era como una amistad rara.

Me levanté de la pequeña siesta y miré el móvil, tenía algunos mensajes de Paulo, había tenido un problema con el coche y venía más tarde. Decidí cambiarme lo primero, me arreglé y fui al salón donde estaban todos menos Carla, la cual estaba en un spot publicitario para "Hola". Me senté en el sofá y revisé las redes sociales, me fijé en que Antoine había subido una foto con la Dennise esa:

Cinema time with @denniseguno ❤️❤️

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@denniseguno te quiero bobo❤️
@fernandotorres Si te hace feliz...Pero ,e se de una que te haría más feliz.
@noacarrasco Rápido olvidamos...
@saraañiguez rt...
@luciahrndz rtx2...
@mariaresurreccion rtx3...
@josemariagimenez Después de todo lo que luchaste por ella ahora vas y la cagas por esta Griezmann.
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Me alegraba ver que mis mejores amigos en el equipo me apoyaban y mis amigas también. Veo que lo suyo va en serio, entonces todo lo dicho en estos últimos días ¿qué fue? Ahora veo que Antoine es como pensé que era la primera vez que lo vi, pero aun así no me esperaba tal cosa de él. Lo peor de todo, que ya había dejado claro que se quedaba en el club y yo tendría que aguantarle toda la temporada.

(...)

— Ya hemos llegado. ¿Cómo lo llevamos?
— Sabes que es duro papá, no venimos desde hace mucho tiempo.
— Lo sé, Gio, lo sé.

Bajamos del coche y entramos al cementerio habíamos elegido un Lunes por la mañana, no habría casi gente y así tendríamos intimidad. Me sentía extraña,  todos habían estado antes y yo iba a verla por primera vez.
Caminamos en silencio, como si todos la recordáramos pero yo, no sabía como era en ningún sentido.
— Es aquí—. Comentó Guili. Se le veía un tanto triste, y es que él tampoco la conoció.
Simeone me rodeo por los hombros.
Estuvimos un rato en silencio observando aquella fría roca en la que ponía María Estrado.
— Mamá era especial...— Susurró Gian.
— Era la mejor... — Dijo esta vez Gio
— Os quería mucho a todos, os amaba a todos.— Comentó Diego.
Coloqué las rosas que habíamos decidido comprarle antes de venir en su lápida lentamente. Varios minutos después decidimos irnos. Sentía que en ese rato, ella había estado conmigo y me había conocido mejor. Espero que ella esté orgullosa de mí.

                                (...)
— ¡Carla!
— ¡Ya voy! Pesado.
— Boluda no te de
— En realidad me amas—. Comenté entrando al coche.
— Tenés razón—. Confesó Paulo arrancando el coche.
— Vamos al centro comercial. Necesito comprarme algo para el bautizo de Francesca.
— Donde diga la señora.
— Señorita—. Le corregí y le di varias veces en el muslo. – Oye... Esto... Paulo, ¿quieres venirte al bautizo conmigo?— Paulo desvió la vista de la carretera un segundo para mirarme a mí.
— ¿Hablás en serio?
— Si, se me ha ocurrido que podemos ir juntos ¿que dices?
— Claro, me haría mucha ilusión ir con vos.

Llegamos al centro comercial y arrastre a Paulo a algunas tiendas, me conocía su armario de "p" a "pa" y sabía que no tenía nada para el bautizo y era en dos dias.

Al cabo de una hora, ambos teníamos nuestros modelitos para pasado mañana. Yo había elegido un vestido de manga larga de encaje, color granate que llegaba hasta las rodillas. Paulo había elegido unos pantalones negros de tela y una camisa con estampado de puntos.

— ¿Podemos comer? Me muero de hambre carajo.
— Si, yo también. ¿Comemos aquí?
— Si vos querés,si. Después vamos a mi casa a pasar la tarde. ¿Querés?
— Me parece un buen plan—. Comenté con una sonrisa exagerada y después le agarré del moflete. — Anda comamos.