Secrets || Antoine Griezmann||

Capitulo 7

Lo cogí.

—Carla, escúchame, tenemos que hablar sobre lo que has visto hoy.

—¿Hablarlo? Antoine, te estabas tirando a otra mientras estabas conmigo.

—Eso no es verdad. Con Denise solo fue una noche.

—¡Como si son veinte Antoine! ¿No lo entiendes?—Paré de hablar y comencé a llorar. Rápidamente los brazos de Giménez se apoderaron de mi cintura.—Antoine.—Cogi aire.—Creía que habías cambiado, que eras el mismo Antoine de la primera cita, pero me equivoqué, y lo único que querías era compañía en tu cama.

—Te equivocas Carla. Puede que al principio fuese así, pero luego me fui convirtiendo en el Antoine de ahora.

—Ah pues vamos, me encanta el Antoine de ahora.—comenté sarcástica. Josema comenzó a acariciar mi brazo y me tranquilicé.

—No es lo que quería decir, Carla, escucha yo...¿Podemos quedar mañana para hablar?—Josema gruñó.—Necesito explicártelo.

—No puedo. He decidido irme antes a Argentina, me lleva Josema mañana al aeropuerto. Vete y queda con la Denise esa, seguro que te está esperando.—Colgué y me giré para abrazar a Josema. Empecé a llorar en su hombro mientras él subía y bajaba sus manos por mi espalda para relajarme.

—Tranquila Carla. Sos fuerte.—susurró en mi oído. Poco a poco fui calmando y llegó la pizza.

Cenamos tranquilamente mientras veíamos la tele. Josema me dio a probar de su mate, la verdad es que estaba riquísimo. Tenía claro que en Argentina compraría uno.

Puse la alarma a las 4:30 y nos acostamos a las once. Le dije a Josema que si quería dormir conmigo. Había sido un dia bastante revuelto. Él aceptó sin pensárselo dos veces.

(...)

La alarma sonó.

—Apaga ese aparato del demonio carajo.—Gruñó el uruguayo y lo apagué riendo. Me giré y le vi medio dormido.

—No te duermas. No vaya a ser que pierda el vuelo —comenté dándole un beso en el moflete y él me agarró por la cintura.

—Pues no te vayas.

—Ya tengo todo, a parte en dos dias te vas a Uruguay, Qué más da.

—Tenés razón. ¿Nos veremos en la pretemporada?

—Puede que incluso antes.—Me levanté.

Desayunamos, y mientras Josema se daba una ducha, yo preparaba las cosas para entrar después.

Acabamos bastante pronto, así que fuimos al aeropuerto. Estuve como una hora con él hasta que vi que mi puerta de embarque ya estaba abierta, y tenía que pasar los controles.

—Es la hora.—Comenté levantándome del asiento.—Ahora tendrás dos días, antes de irte, libres de Carla.

Aleluya lo estaba deseando.—Dijo en broma.—Te voy a echar de menos. No pienses en esas cosas, ¿vale?—Me abrazó

Gracias por todo, también te voy a echar de menos y no dudes en que veré todos tus partidos con la selección.—Reí y volví a abrazarle.