Me levanté, y desayuné a mi ritmo, tenía hasta las 14:30 para ir a la universidad y ver dónde haría las prácticas.
Salí de casa a las 12 y llegué a mi destino a las 12:30. Llamé a la puerta Dónde se encontraba mi tutor
—Buenos días Carla—dijo este.
—Buenos días
—La verdad es que mucho sitios te quieren para las prácticas. Enhorabuena, ahora eliges tú.—comentó tendiéndome una hoja
—Muchas gracias—dije y me despedí
Decidí no mirar el papel hasta llegar a casa, allí lo miraría tranquilamente, y decidiría dónde hacer las prácticas.
De camino a casa, en el coche, me llamó Diego. Tenía el movil conectado al coche así que lo cogí sin pensarmelo.
—Carla, ¿fuiste ya a la universidad?
—Sí, me han dicho que hay muchos sitios en los que puedo hacer las prácticas
—Eso está rebien
—Todavía no lo he mirado, ¿os venís a mi casa a comer y lo vemos?
—Dale, ¿a las dos y media en tu casa?
—Si
—Vale, chau—se despidió y cortó
Pocos minutos después, llegué a casa,y no aguanté. Miré la lista, había unos cinco sitios que me querían, pero uno resaltó entre todos los nombres.
—Lo mato—dije en voz alta
Preparé la mesa y la comida, recibí un mensaje De Diego diciendo que ya salían.
Después de unos veinte minutos, ya estaban aquí. Carla dio de comer a Francesca y después la durmió. Nosotros comimos tranquilamente.
—¿Has visto ya los clubes?—Preguntó Diego
—Si... ¿no le habrás dicho tú a alguien del club que me cogiese, no?
—¿Yo? No. Simplemente te mencioné alguna que otra vez, ¿por qué? ¿Te seleccionaron?
—Sí, el club me quiere para hacer las practicas. ¿En serio que no tienes nada que ver?
—Ya te dije que no. Solo dije que estabas esperando para las prácticas. Si te han cogido es por tu propio mérito.
—¿De verdad?—Pregunté y asintió. ahogué un grito
—Enhorabuena Carla. Cogerás el Atleti, ¿no?—preguntó Carla
—Ni lo dudes—reí—. Sólo que no sé si se van a pensar que soy una enchufada...
—Creeme, no lo harán—comentó el argentino riendo
—Entonces, ¿te venís a Argentina?—Preguntó su mujer.
—Sí,solo que dos semanas después.
—Justo cuando va Gio—comentó Diego—. Los demás ya están allí
—¿Tenés ganas de conocerlos?
—Sí, solo que será muy raro para todos
—Te van a aceptar, ya lo verás—dijo colocando su mano sobre mi hombro, y sonreí
Acabamos de comer y pasamos al salón. Simeone salió fuera por una llamada.
—Entonces, ¿qué te pareció encontrándote con tu papá?
—Una suerte, me hubiese gustado conocerle antes, pero todo a su tiempo.
—No lo has pasado bien, ¿no?—negué.
—Los primeros años en el orfanato son duros, y la adolescencia más ya que eres más consciente de todo—me levanté un poco la camiseta dejando ver alguna cicatriz—. Pero bueno—comenté cogiendo a France—. Una vez tuve los 18,salí de allí, y me busqué la vida
—Has sido muy valiente cariño, ahora te toca disfrutar.
—Lo estoy haciendo—reímos
Diego entró y nos pusimos a hablar de cosas, del viaje, de Francesca, de mis hermanos, del club en el cual me incorporaría en la pretemporada.
Se fueron sobre las seis y media, ya que Carla tenía que ir a hacer un trabajo para el 'Hola'.
Llamé al club, y les comuniqué mi decisión de hacer las prácticas con ellos. Cuando acabé de hablar, sonó el timbre y fui a abrir.
—¿No te bastó con anoche?—reí
—A mí si. Pero seguro que a ti no, he venido a hacerte compañía—dijo entrando
—Adelante, pasa, pasa—dije irónica cerrando la puerta— ¿Tú no te vas con la selección francesa?
—Si, pero en una semana. Me vas a tener aquí una semanita entera—dijo sonriendo ampliamente—¿Qué hacemos?
—Antoine—lo llamé
—Uy, ¿y esto?—lo vi mirando el papel de las prácticas que estaba en la mesa del salon—¿Vas a hacer las prácticas en el Atleticó?
—¡Sorpresa! Empiezo en la pretemporada, y si lo hago muy bien, puede que me quedé allí.
—Pues si quieres puedes practicar conmigo—comentó guiñándome un ojo y tirándose al sofá—. Me duele la lumbar y tengo molestias en el gemelo, si me las quitas antes de que me vaya con la selección...
—No soy tu chacha Griezmann.
—Solo quiero ver si estás a la altura de fisioterapeuta del Atlético de Madrid. Pero ya veo que no lo estas...
—¿Perdona?—Pregunté desafiante—Soy de las mejores de mi curso.
—Pues no lo parece.
—¿Estás cuestionando mi trabajo?—comenté acercándome a él, ya que se había levantado. Toqué su pecho con mi dedo índice, mirándole a esos ojos azules...
—No, simplemente que no voy a creer que estés a la altura de uno de los mejores clubes de fútbol, hasta que no me hagas un masaje.
—Tumbate—contesté enfadada y él sonrió triunfante—. Se que era lo que querías, retrasado.
—Siempre me salgo con la mía—dijo para después guiñarme un ojo.
—¿Donde sientes molestias?
—Lumbar y gemelo izquierdo—bufé y me coloqué de forma que quedase en una posición cómoda y correcta. Empezé con la lumbar—. Puedes bajar un poco si quieres, mi culo es perfecto.
—No te duele el culo—reí
—Pues fíjate que se me está bajando el dolor al culo...
—Eso ya es cosa tuya—volví a reír—. Ya está—comenté y pasé a tratar el gemelo izquierdo.
Una vez acabé, él se dio la vuelta, y yo al levantarme, me resbalé con la alfombra y caí encima suya, él por reflejos me sujetó, pero una vez ya estaba encima de él, me agarró por la cintura y me acercó más. Notaba su respiración chocar con mi cuello, nuestros ojos conectar por segundos, ya que después pasó a observar mis labios, mi cara en esos momentos debía de ser un poema. Antoine sonrió.
—Me gustan tus labios—susurró sobre ellos.
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Secrets || Antoine Griezmann||
Fiksi PenggemarImagínate tener un padre y no saberlo, haber pasado toda tu infancia y adolescencia en un orfanato sin saber nada de tus padres, y un día por que sí te lo encuentras por la calle, pero no solo a él, al amor de tu vida también, pero... ¿Que pasa si l...