Carta

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Nunca vas a leer estas palabras puesto que son mías, no querrás escucharme por que pensaras que son mentiras... Entiendo tu miedo y no pido que lo hagas, suficiente hice jodiendo tu cuento de hadas.
Ahora te pienso y veo mis fallos, ahora te recuerdo con tus alegrias y mis cargos,  ahora entiendo esa película en la que dos  amantes de vuelven dos extraños. Eras llama en mi cuerpo de ceniza, eras un río a rebosar en mi seco caudal,  eras belleza y yo... Un problema sin final.
Tengo asumido que no te perderé en el olvido, al igual que no harás un mínimo de lo que te pido, tuvimos un tiempo y se agotó, se prendió con mis errores y tú desconfianza lo avivó, hasta que solo quedaron dolores y una historia que en un "quizá" se quedó.

Noches en verso (Poesia sin cadenas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora