Vida

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No todos creen en los finales felices, esos que te dan esperanzas en los momentos tristes, no todos se creen esas historias, que tanto perduran en tantas infantiles memorias.
Pues cada vez que la realidad nos golpea, cada vez que crees que no puedes ser feliz, en esos momentos siempre llenos de dolor y ambiente con un gris matiz, vuelve el pañuelo que gotea, por lágrimas saladas de los ojos y la nariz.
Por qué es verdad, que no pueden llorarse lágrimas secas, careciendo de vida, que acarician tu rostro en esa horrible sintonía, de vivir perezoso y cargada de melancolía.
Es verdad que no se puede llorar sin sentimientos y sonreír sin razón, tener... Como siempre esos vivires cenicientos, que obligan a generar una expresión.
Por que todos saben que no se puede, vivir sin emoción, sin personas a las que amar, sin calor en el corazón. Y todos lo saben, que para vivir debe haber una razón, que nada enorgullece más a la mente y al corazón, que ser el orgullo de alguien a quien le guardas en alto estima, poco supera esa emoción, de ver a quién quieres en la esquina, de aquella estación, verla día tras día, guiandote el sentido y rumbo... guiando tú orientacion.
Dando sentido a esa travesía, que llaman amor, que está lleno de paradas y guías, lleno de estaciones de distinta canción, pero qué alegría siempre esconde en esos breves momentos que gueneran pasión...
Nada supera la vida, pues aunque haya infinitas formas de sentirse y aún más de pesares, existen bellezas ocultas en infinitud de lugares.

Noches en verso (Poesia sin cadenas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora