Querido destino, llevo toda mi vida confiando en ti, en tus probabilidades , en tus pudieras y en los quizás, pero ya fueron demasiados y tan solo uno fue en vano. La herida sigue y sigue por ti, tu eres mi único culpable porque sin ti no hubiera un ayer ni un entonces. Las miles de palabras que me hiciste pronunciar, y las otras miles que me hiciste callar tan solo porque no era el momento.
Decidí romper tus reglas una vez y sabes... Fue la mejor parte. Sí, hubo unos te quiero que no podrán ser olvidados y sabes nadie lo prevenía, ni siquiera tú podías saber que el amor podría aguantar a dos polos iguales en los cuales hay mucha diferencia entre si. Difícil de creer y más de explicar.
Querido destino, me has hecho algo más que una diferencia, puede que me hayas hecho hasta humana, y lo peor es que fue por lo de siempre, estaba destinado.
Quizás puedas controlar muchas de mis decisiones pero no podrás jamás combatirlas con mis acciones. Así que deja de molestarte en planear mi vida, porqué te aseguro que en un segundo puedo cambiar tus predicciones por mis elecciones.
Querido destino, no te lo tomes a mal, perder es de humanos. Ya era hora que fueses algo más que un simple contexto.
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Cartas Que Vuelan.
PoesíaUn libro lleno de textos de los cuales te sentirás muy indentificados en alguno de ellos. Risas, lágrimas, fúria... Todas las emociones estampadas en una simple hoja de papel.