XXI

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Somos como un árbol, esos grandes y con muchas hojas. Esos árboles fuertes que resisten a todo y en los que muchas veces te apoyas en ellos y te aguantan. Somos así.  Tenemos que mostrar una sonrisa para hacer felices a los demás cuando ni nosotros mismos lo estamos. Tenemos que ser fuertes para que no nos derrumben y poder seguir viviendo. Hagan lo que me hagan, aunque nos arranquen las ramas tenemos que batallar para estar donde estamos y seguir ahí. 

Pero sabes, somos de los árboles que se nos caen las hojas en el paso del tiempo. Somos de los que tarde o temprano acabamos cayendo por un huracán. Y luego cuesta de volver a ponerte de pie. Porque así es la vida, ¿no? Saber pelear, saber luchar por lo que queremos y no rendirnos. Y que si nos caemos, nos volvemos a poner de pie. Porque gracias a todos los errores y todas las cosas malas que nos pasan, siempre hay algo bueno. Así crecemos, así sabemos como sobrevivir a todas las circunstancias de la vida, que es muy bonita como para estar contando solo lo que se nos cae a los pies. Así que aunque venga un tsunami, tú estate ahí y déjate llevar por lo que te dicte el corazón, déjate llevar con las circunstancias y vive. Porque para repararte ya hay mucho tiempo, pero la vida es una así que exprímela al máximo.



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