Tu dedo dibujando un corazón en mi espalda. Tus yemas rozando mi piel y el escalofrío al notar el contacto de cuerpo contra cuerpo. Alma con alma. Ese era el único momento donde demostrábamos todo lo que eramos. Un simple juego, por supuesto con más jugadores. Yo solo era una ficha más en el tablero. Ya lo sé y soy consciente de ello. ¿Un juego temporario? ¿Cuando acabara la partida? Quizás está incluso a punto de empezar. No lo sé, pero ese no es el caso. La cuestión es que me gusta jugar y eso me asusta.
Me da miedo volver a enamorarme de algo que no existe, de la nada, algo imaginario que solamente es real en mi cabeza.
Aún así quiero arriesgarme a seguir luchando, por ganar. Por ganarte. Y no se si hago bien en seguir haciéndolo, pero de los errores se aprenden, y yo quiero equivocarme todas las veces que haga falta si es a tu lado.
¡Ja ja ja ja! sé que no va a ser así, lo sé. Porqué la que quiere luchar soy yo y quiero conseguir lo que me propongo. Haré que te enamores de mi. Y si al final no pasa, sabre que al menos lo he intentado.
En el juego tendré contrincantes, estoy al tanto de ello. Pero que sepas que nadie sabe mis estrategias para ganarte, así que empiece la partida.
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Cartas Que Vuelan.
PoetryUn libro lleno de textos de los cuales te sentirás muy indentificados en alguno de ellos. Risas, lágrimas, fúria... Todas las emociones estampadas en una simple hoja de papel.